martes, 19 de abril de 2011

La Historia del pueblo Bubi - Segundo Capítulo

CAPÍTULO SEGUNDO




Balachá se extiende por las laderas meridionales de la bahía de San Carlos, desde el río Mooba por el Este hasta Ndahá por el Oeste. Otros quieren que tenga diferentes límites, por el Oriente le hacen llegar al río Musola y por el Occidente al río Lobio. Sus principales poblados son. Relebó, Roemeriba, Riokoritcho y Ratcha. Al norte de estos poblados corresponden otros con idénticos nombres pertenecientes a Ombori, a los cuales están sujetos los de Balachá. Así Luba propiamente era el motuku de Ombori y como tal lo era también de todo Balachá. De igual manera lo es hoy día Eoch. Todos los distritos bubis están divididos en bualas o regimientos, y así todos los pueblos que tienen el mismo nombre, aunque sean de diferentes distritos pertenecen a un mismo buala. Toda la tribu bubi se considera como un gran ejército cuyo capitán general es el motuku de Riamba o Moka, dividido en diversos regimientos o bualas. Todos los pueblos de Ombori y Balachá se reducen a tres bualas; el jefe del primero es Eoch y son los de bakoritcho, el segundo lo es de Metchi y pertenecen a él, los laelebò y baemeriba y del tercero lo es Bosao, al que pertecen los bacha. Balachá es uno de los sitios más pintorescos y sanos de la isla, y al tener agua abundante con el Musola, superaría en salubridad y belleza a los llanos de Moka. Para potreros aventaja en mucho a Moka, primero porque tiene mejores pastos y segundo por ser más accesible y más próximo a la playa. La única desventaja es carecer de los ríos de Moka. Desde los montes de Balachá se llega casi a divisar las boyas que están a la entrada del puerto de Santa Isabel y a contemplar hermosos panoramas. Sus habitantes son sobrios, robustos y trabajadores, pero al mismo tiempo los más retrógrados y reacios a la civilización y a su comunicación. Dan el nombre de bapotó a los que no son bubis, sean blancos, sean de color. Alguna vez he oído refiriéndose a los españoles; a chi mopotó e mopaña, no es extranjero sino que es español. Los balachá se tienen por los valientes y mejores guerreros de los bubis y entre si se ufanan de haber vencido a los blancos. Conservan en todo su vigor la salvaje y bárbara costumbre de sajar( escarificar) horriblemente la cara de los niños de ambos sexos , por lo cual algunos quedan en gran manera desfigurados, feos y repugnantes. Costumbre casi extinguida en otros puntos de la isla, Antes de fundarse la Misión Católica de San Carlos los misioneros de Batete visitaban con alguna frecuencia los poblados de Balachá y como un muchacho cristiano de Batete se estableció en Balachá solicitaron a los misioneros que levantaran una escuela capilla para instruirse. Viendo el brujo que con ello perdería su poder y sus privilegios organizó una trama para evitarlo. Es de saber que todos los distritos tienen su Morimó patrono protector. El patrono protector de Balachá se llama Elombé, cuya morada es la laguna situada en la cumbre de un montículo achatado que se halla entre los pueblos de Biokoritcho y Bachá, el cual se ve perfectamente desde la playa de San Carlos. El brujo, que como sacerdote propio de Elombé goza de mucha influencia comenzó a esparcir el rumor que Elombé había abandonado su morada de Balachá trasladándose a Ureka y que el tal abandono era una señal cierta de que estaba disgustado, esta noticia llenó de temor y espanto los ánimos de aquella gente tan superticiosa.

Rogaron al brujo que preguntase a Elombé la causa de su huída y el brujo, muy satisfecho de haber conseguido lo que deseaba, hizo la consulta a Elombé con toda la parafernalia habitual , este contestó con una voz cavernosa por boca del mismo brujo, que la causa de la fuga era por que ellos querían levantar una casa para los Misioneros , en donde él sería encarnecido, mofado y ultrajado; y más ahora que ha subido un Padre que ha hecho siempre la guerra a todos los barimó de la isla y por temor se había refugiado en Ureka. Les dijo que para apaciguarlo habían de sacrificarle cierto número de cabras y prometerle que no edificarían la casa para el Padre. El brujo consiguió su propósito y además las cabras de regalo.

SU TATUAJE

Entre los bubis se utilizan dos formas de tatuaje, de las cuales una es más moderna. La forma moderna tuvo su origen y principio en la época que visitaban la isla los barcos negreros en busca de esclavos, los cuales eran luego transportados a las colonias de América. El fin y objeto de tan cruel tatuaje fue para que se conociesen perfectamente todos los que pertenecían a una misma tribu. Todos los que han visitado esta hermosa isla, saben que el tatuaje bubi consiste en sajar de un modo horrible los rostros de los niños de ambos sexos. Algunos tienen en la cara unos surcos muy poco profundos y desde una pequeña distancia imperceptibles, y así quedan menos desfigurados. A otros al contrario se les ven unos surcos profundísimos y muy sobresalientes que los desfiguran . Ignoro de que proviene eso, si la torpeza del sajador o de la mala sangre del sajado, o del descuido en la curación. La época en que es costumbre efectuar esta operación a los niños es en la edad de cuatro a seis años, sin embargo he visto niños de pecho con la cara sajada. Antes de cortar la cara suelen consultar al Morimó protector de la familia si conviene o no cortarle. Ordinariamente contesta que si, que conviene conservar la costumbre, pero alguna vez dice que no conviene, y entonces aquel niño o niña es una excepción expresa de su Morimó. He aquí la razón porque antiguamente cuando la ley y costumbre estaba en todo su vigor se encontraban en los poblados algunas personas adultas sin tener la cara sajada. Cuando se ve e algún adulto solamente con una o dos grandes y profundas señales en la cara, es signo de un estigma , de que siendo niño cometió algún robo o fechoría.

Los niños generalmente ignoran el día que los han de sajar, los llevan con engaño a la casa del sajador, porque ninguno se deja sajar voluntariamente. Muchos de los adultos que hay en una de nuestras Misiones que conservan la cara lisa lo deben a que al sospechar que los iban a marcar, se refugiaron en la Misión. Llegados a casa del sajador y cuando el niño está descuidado, lo agarran fuertemente dos o tres hombres, lo tienden en el suelo, luego lo amarran por los pies, manos y cintura a unas estacas preparadas ad hoc, y así queda como metido en un potro, sin poder moverse., El sajador empieza la operación sin cuidarse, ni poco ni mucho de los gritos desesperados y desgarradores de la víctima. Para sajar los carrillos introducen dos dedos de su mano izquierda en la boca del niño de forma que no pueda ser mordido por la desesperada criatura, y los empuja suavemente hacia fuera , con la derecha, va surcando con un cuchillejo muy afilado y con mucho tiento para no tocar las arterias carótidas. Lo restante del rostro como son la barba, mejillas, frente y parte de la cabeza lo va cortando y arando después sin dificultad.

La primera cura la hacen con aceite de palma frío, las otras con una pomada compuesta de ceniza cernida, una hoja molida de un arbusto llamado bontola o bondola, agua y aceite de palma. Procuran con esmero que las heridas no se cierren, sino que cicatricen abiertas y de aquí es que sus rostros parecen en general llenos de grandes surcos abiertos. A los treinta días, las heridas suelen estar completamente curadas. En tiempos anteriores a nosotros era costumbre en toda la isla, y yo mismo he visto viejos pero sobre todo viejas, con la cara cortada en Rebola, Basilé, Sampaka, Basupú, Botenós y Toplapla, lugars en los cuales ya no cortan a nadie. Únicamente está en uso en Ureka, Balachá, y algunos pueblos de Boloko.

El otro tatuaje mucho más antiguo entre los bubis, consiste en hacerse con una punta de un cuchillo en las diferentes partes del cuerpo, pero singularmente en los brazos, pecho, y espaldas, dibujos en forma de flores, hojas, ramas de árbol y otras figuras, pero sin poner en las heridas ningún ingrediente colorante, como parece que lo practican otras tribus africanas., como los yaúndes y pamues. Este tatuaje de los bubis resulta muy hermoso y adorna mucho el cuerpo. Únicamente lo suelen practicar las mujeres jóvenes, los hombres rara vez.

En lo antiguo acostumbraban agujerearse las orejas de una manera atroz. En estos agujeros solían meter, a guisa de pendientes, palitos, mondadientes, sus cachimbas de barro, aros muy grandes y zarcillos enormes hechos de muchas sartas de mariscos. Hoy en día está costumbre está casi totalmente extinguida entre los hombres y las mujeres prefieren llevar los dorados y pequeños pendientes que usan las blancas.

Quien se fije en losa cuerpos medio desnudos de los bubis, tal vez habrá notado en diferentes parte de ellos, unas cortadoras de varios tamaños hechas a cuchillo como las de sus caras. Tales cortaduras no forman parte de su tatuaje, sino que están hechas para abrirse algún tumor que tuvieron o para librarse del reuma agudo que padecieron, o para curarse de una enfermedad que parece peculiar suya, a la que le dan el nombre de bajaba o majama, y en español puede traducirse como enfermedad de la grasa. Cuando la cortadura es vertical en la parte delantera de la cabeza y encima de la frente es señal de alguna sangría .- Las sajaduras que algunos tienen en el cuello con señal evidente que padecieron escrófulas u otros tumorcillos, los cuales creen ellos que son la causa y principio de la enfermedad y para verse libres se las hacen arrancar de raíz. A estos tumores que les salen en el cuello y parecen almendras o glándulas movibles, llaman bichikòbio tolo, glándulas de la enfermedad del Sueño.

EL NOMBRE DE BUBI

El llamar bubis a los indígenas de Fernando Póo es propio de los españoles, porque los demás bapotó sean blancos, sean de color, generalmente no les dan el nombre de bubis, sino de bubes, y aunque la diferencia es únicamente cambiar la i por e, pero sin este cambio, eso es llamándoles bubes se comprende mejor el origen de tal denominación. Los bubis entre si no se daban antiguamente este nombre, y si ahora se lo dan es porque oyen que los que no son bubis les llaman con este nombre. La palabra bube o bubi viene pues del vocablo boobe en el Norte y moome en el Sur, que en su lengua quiere decir hombre, varón, esposo, marido, y corresponde perfectamente a la voz latina vir.

Hoy en día sin embargo y para conformarse con los bapotó dicen: Toè o choé babube y algunos del Sur sobre todo los más viejos dicen también : Toé o choé bamome, cuyas palabras significan: nosotros los bubes o bubis. La causa principal de llamarlos así, es porque al preguntar a uno de ellos ¿Quien eres tu?, contesta al momento. Ne boobe en el Norte y Ne moome o moometcho en el Sur. Soy hombre. En su propio saludo lo usan con frecuencia y lo mismo acostumbran al despedirse, y así dicen Boobe oippdi (Norte) Moome oibbori(Sur) que a la letra quiere decir Hombre ya te has levantado. Cuando el saludo de despedida se verifica entre unj hombre y una mujer conocidos de cierta confianza, acostumbra a decir el hombre Boarin Oippodi (N) Moarim oibbori (S). Esposa mía buenos días y la mujer contesta: Boobem oippodi(N) Moomem oibbori (S) Buenos días esposo mío. En el saludo muy íntimo dícese sencillamente : Boarim(N) Esposa mía a lo que contesta la mujer Boobem (N) Moomem (S), Esposo mío. Existe entre ellos una costumbre para nosotros algo extraña y consiste en que entre personas muy conocidas, un hombre llame a una mujer , que no es su esposa, ni lo puede ser, con este nombre tan íntimo, y lo propio hace la mujer con otro extraño , llamándolo marido mío. Esto es frecuente entre ellos y no escandaliza, se tiene como una muestra o señal de cariño. Hasta hombres mayores se lo dicen a una niña de pecho y las mujeres el nombre marido a un niño recién nacido,. Al principio cuando oía a una mujer cualquiera que me llamaba con la palabra boobem, moomem o moomeñi me ruborizaba y escandalizaba, y llegué al extremo en cierta ocasión de arrojarla con enojo de mi presencia. Hasta que los hombres me aclararon esta costumbre y que no existía malicia sino admiración, sencillez y pureza de costumbres. Dicho todo esto no puede ser la palabra bube o bubi de origen extranjero, cuando las dos oo de boobe o moome siendo muy cerradas pueden convertirse en una u larga así de boobe se hizo bube o bubi. .

Pero ¿ Cuál es el nombre que tenían antiguamente y se daban a sí mismos?El que tenían y que aún se dan es Botchobotche en el Norte; Botchobotcho en el Noroeste, Bosoboiso en Baney, Botchoboritcho en Bakake, Motchomoritcho en el Sur y Monchomoboncho en Batete. Estos nombres aunque a primera vista parecen diferentes realmente no lo son, porque todos significan lo mismo. El bubi tiene una idea muy perfecta y elevada de su propia personalidad. Botcho, Boso, Motcho Moncho, significan un ser perfectísimo que goza de todos los atributos o cualidades de los demás seres de la naturaleza, es decir que tiene ser como las cosas inanimadas, vida como las plantas, sensibilidad como los animales y entendimiento y espiritualidad como los bajula o ángeles. Obotcho, Oiso, Oboncho u Oritcho, indican el mundo visible o toda la naturaleza en general. Anteponiendo a estas voces las palabras Botcho Boso, Motcho o Moncho se forman Botchobotche, Botchobotcho, Bosoboiso, Botchoboricho, Motchomoritcho, Montchomoboncho, que quieren decir seres inteligentes o personas que tienen vida propia y viven en este mundo. De esta forma se distinguen perfectamente de las personas que murieron a las cuales dan los nombres de Bammó, Baribó o Barimó, que quiere decir seres privados de sensibilidad y del goce de la naturaleza visible.

LA MUJER BUBI

La mujer bubi estaba condenada en tiempos pasados a ser perfectamente esclava del hombre y su bestia de carga.
En su infancia y primeros años de la adolescencia gozaba de los entretenimientos y encantos de aquella edad, pero tan luego como se le notaba algo crecida y con algunas fuerzas se le empleaba en trabajos duros sobre todo en llevar cargas ordinariamente superiores a sus fuerzas. He aquí la razón de encontrarse antiguamente y aún ahora en algunos lugares de la isla, mujeres con modales y cierto aire del sexo fuerte. Los que llevamos años en la Colonia , ¿Quién no ha visto numerosas caravanas de niñas, jóvenes y mujeres entradas en edad, llevando a la playa grandes y pesadas cargas de ñames y aceite de palma y volver a los pueblos igualmente cargadas de sal y otros artículos comprados a los bapotó, y siempre conducidas por un solo hombre, que solía ir detrás de la caravana armado de una larga espingarda y un típico bastón de viaje, como arriero detrás de la recua y llegar a sus casas tan tranquilas como si nada hubiesen hecho?. Llegadas de la playa muy cansadas, pues todos sabemos que no es ninguna recreación y regalo subir de la playa a los poblados bubis, donde hay que acarrear agua y leña, en particular agua que comúnmente está lejos del poblado, han de cocer y preparar la comida para sus maridos e hijos y confeccionar la pomada llamada ntola o ndola, con la cual han de ungir a sus respectivos maridos antes de retirarse al descanso de la noche. Mientras el hombre va de paseo o por su exquisito vino de palma o pasa el rato conversando tranquilamente con sus compañeros en la boetcha o boencha, casa de reunión o ayuntamiento. La mujer ayuda al marido en las labores del campo y luego de acabada la tarea, vuelve a casa con un gran fajo de leña o una palangana de grandes proporciones llena de plátanos, ñames, malangas y diferentes hortalizas o yerbas comestibles, que las tienen muy buenas y sabrosas. La fabricación del aceite de palma es también trabajo exclusivo de la mujer. El hombre ayuda únicamente en coger y tirar las aceitunas de la palmera y en molerlas. Las demás operaciones que lleva consigo la fabricación, como recoger las aceitunas del suelo, separarlas del racimo, ponerlas a fermentar, llevarlas al molino, cocerlas en grandes ollas, quitar las almendras del orujo, después de molidas las aceitunas, exprimir o prensar el orujo en sus manos, pues carecen de prensa u otro instrumento para extraerlo y purificarlo, todos estos trabajos que tienen nombre propio en bubi, son trabajos femeninos , igualmente es su trabajo el plantar la malanga, cultivarla, arrancarla y conservarla.

Cuando es ya hábil y está en su desarrollo perfecto es a la edad de 17 a 18 años, entonces la muchacha es entregada a un hombre, sin posibilidad de rechazarlo, en la mayoría de las ocasiones la jovencita pasa a ser propiedad de un viejo lleno de achaques propios de sus muchos años o de enfermedades repugnantes. Aquel día es el fin y término de su alegría, contento y felicidad y ya espera y desea verse libre con la muerte de su amo, esposo y señor.

Luego que una mujer bubi ha dado a luz, todas sus parientes, amigas y vecinas más próximas están en el deber de servirla. Así se ve que unas van a por agua, otras por leña, éstas por ñames, malangas y demás comestibles, aquellas se quedan en la casa para preparar la comida y cuidar al recién nacido y a su madre.

Este solicito cuidado con la madre lo suelen tener hasta tanto la mujer se sienta con fuerzas suficientes para volver a ocuparse en sus quehaceres ordinarios. Mientras la mujer se encuentra en este estado y retirada en casa, recibe muchas visitas, todos le dan el parabién, le presentan sus regalitos, colman de mil bendiciones así a la madre como al hijo, y cada uno da al recién nacido un nombre que les parece le ha de cuadrar perfectamente por los hechos portentosos que con el andar del tiempo aquel niño obrará. Más cuando el parto es doble el entusiasmo y la alegría suben mucho de punto en la familia favorecida y en todo el vecindario. Entonces no se contentan con ofrecer a la madre regalillos, sino a veces algunos cabritos y corderos, como a la persona tan querida y favorecida de los espíritus de los antepasados pertenecientes a la misma familia.

Pasados algunos días después del nacimiento se congrega toda la familia del recién nacido, ofrece un sacrificio a los manes de la misma, consultase al brujo o mojiámmo del lugar para que averigüe cuál de los antepasados difuntos de la propia familia compró el alma de aquella criatura, y obtenida la respuesta se impone al recien nacido el nombre que tenía cuando vivía el antepasado que lo compró. Este antepasado hoy día Morimó, porque ya no existe en este mundo, sino en el otro, al cual llaman ellos Borimó, que quiere decir lugar de las almas de los finados, será el patrono o protector del niño todo el tiempo de su vida. Averiguado ya el comprador del alma del niño síguese un convite de familia, en el cual reina muchísima alegría y algazara. Esta es la razón porque en familias muy numerosas varios individuos de las diversas ramas de la misma tienen idéntico nombre por ser el mismo Morimó que los compró a Dios en el instante de criarlos. En una familia y no muy numerosa conté cinco individuos que tenían el nombre de Lobedde, y en otra aún menos numerosa cuatro llevaban el de Ndobe. Es creencia general entre los bubis que Dios por el mismo cría las almas de todos los hombres , mas cuando Dios quiere criar el alma de alguna criatura concebida en el seno materno en aquel mismo momento se presenta a Dios uno de los antepasados que viven en el Borimó que fueron de la familia de los futuros padres de aquella criatura y le pide que le venda aquella alma; y como Dios es infinitamente rico y dadivoso que nada necesita e inclinado a hacer a los hombres todo el bien posible, lo vende por poca cosa. Desde este instante Dios pierde todos los derechos que tenía de aquella alma y pasa a ser propiedad inalienable del Morimó que la compró. De aquí que los bubis nieguen que tenga obligaciones para con Dios, únicamente conservan para con Él , cierto respeto y temor reverencial. Todos sus deberes y obligaciones son para el Morimó que los compró, a quien como dueño y señor absoluto perpetuamente han de servir. A él acudirán en todas sus empresas, prosperidades, adversidades, en salud y enfermedad, en sus ganancias y pérdidas y en todos los actos principales de su vida, a él ofrecerán ofrendas, libaciones y sacrificios y de él esperan recibir recompensa si viven según las leyes recibidas de sus abuelos y el castigo si prevarican de las mismas.

Los bubis siempre tienen en sus labios la palabra barimó o baribó y con tanta frecuencia se oigan invocaciones ¡ Ala barimó! (Sur) ¡ Ela baribó! (Norte) y a Dios que nos crió muy rara vez le invocan o llaman en su ayuda ni socorro. No faltó quien tuvo a los bubis por ateos pero en realidad son prácticamente ateos, pero no especulativamente pues es cierto que admiten un Ser Supremo criador de todas las cosas y aún de los mismos morimó.

Los bubis durante el tiempo de la lactancia suelen dejar a la mujer en la más completa tranquilidad ni la molestan para nada referente a sus derechos y obligaciones recíprocas, y aún la misma mujer rehúye deseo relativo a eso, hasta que la criatura comience a andar. Si el mismo marido, por estar bebido o algún otro la requiere acostumbra a responder: N' ta la paha o bola a tèeba (Norte) N`da la paha mon, a t`eema.(S. Oeste), No puedo mi hijito todavía no se tiene en pié. Es opinión general entre ellos que si las mujeres después de dar a luz, cometen adulterio, antes de ser conocida nuevamente por su esposo, queda desde entonces perpetuamente estéril en castigo de su delito. De ahí que si una mujer todavía joven ha tenido hijos de su matrimonio y luego pasan algunos años sin tener hijos, dicen los bubis que le han dado kòbô es decir que la mujer ha cometido adulterio y por eso ha quedado estéril. Cuantas riñas he visto entre esposos y aún divorcios a lo menos temporales por semejantes sospechas. A la mujer que le han dado kòbô la consideran infame.

Fernando el Africano ( Copia de los escritos de Mosameanda en La revista La Guinea Española)