viernes, 31 de agosto de 2012

LA ISLA DE FERNANDO POO- CAPÍTULO 2

                                     

                                        LA ISLA DE FERNANDO POO- CAPÍTULO 2



La altura de la Misión es de 380 metros, la temperatura fresca, cuando sopla el SO, las observaciones termométricas marcaron a las cinco de la mañana 14º, a las doce 23º y a las seis de la tarde 18º.

Los bubis de este territorio, como los de San Carlos, son de piel más negra, vigorosos y de fuerte musculatura. Se rayan el rostro con incisiones numerosas y profundas. Préstanse a trabajar en el bosque ajustándose por días o períodos cortos, y a subir las cargas desde la playa. Los hombres llevan el pelo de la cabeza cortado al rape, y las mujeres se peinan en forma de cuernecitos.

Día 7.--Por senda ancha y cuidada, de brusca pendiente en algunos trechos, descendí a la bahía, invirtiendo tres horas. En la mitad del trayecto vi, que se talaba el bosque para construir nueva casa y habilitar terreno donde los niños se ejerciten en las prácticas agrícolas. El sol, insufrible, su influencia, más que el paludismo, causa víctimas ente los misioneros.

Por la playa de piedra, y huyendo del sol y de la fetidez que despiden las aguas encharcadas, penetré en el camino llamado del sur por el señor Romera, en dirección SO, cortando la punta de Argelejos, salvo dos trozos cortos, muy escarpados, me pareció una carretera, corriéndola a paso largo en hora y media.

Detrás de mí, y sin sospecharlo ninguno de los dos, venía el Rdo. Joaquin Juanola, que desde Santa Isabel, en un bote y a vela desembarcó en la playa de Batete, arrostrando una lluvia torrencial, de la cual participé en los últimos momentos.

A las tres de la tarde nuestro infatigable misionero, que convino conmigo el día y la hora para volvernos a reunir, marchó por los montes, senda del besé, a la Misión que yo dejaba.

Desde dicha hora hasta las diez de la mañana del 9, no cesé un momento de abusar de la hospitalidad y de los conocimientos de don Francisco Romera, recorriendo con él y su administrador Hr. Mucher (alemán) el territorio de Bococo, cuyo jefe Alobari, es el muchuku más viejo del sur.

El pueblo de Bococo es el último del SO, siguiendo por la costa S. solo se encuentra Ureka situado, a casi igual distancia de los del SE que más adelante se detallarán.

Los terrenos desmontados del señor Romera exceden a 90 has. , la mitad de cacao en producción, y lo restante preparándose para el mismo cultivo. La plantación está dividida en zonas, que comunican entre si por calzadas bien construidas con hileras de plátanos y abacás. A una de estas, que por su extensión y belleza admiré, tuvo el señor Romera la deferencia de darle el nombre del ilustre geógrafo Don Francisco Coello.

Se cultiva también, pero en pequeña escala por falta de trabajadores, café y tabaco. Quince has. Con resistente cerca, atravesadas por un arroyo, se destinan para la cría de vacas, cabras y ovejas.

Altos secadores con cajones de corredera; dependencias y talleres y la severa disciplina de 200 negros entre krumanes, acras y sierra leonas, revelan el temple e inteligencia del que en seis años ha creado una plantación , rival de la de Wivour.

En el bosque hay caobos, tekas, cedros olorosos, y palo tinte amarillo. Los montes que se descubren parecían inmejorables para cultivar café Puerto Rico, que exige terrenos altos escurridizos, en general presentan la escabrosidad propia del Frontón del Sur, el más accidentado de toda la Isla, pero con una capa vegetal que comunica a las plantas lozanía, no vista hasta ahora.

El señor Romera, que como marino de guerra ha desempeñado los cargos más elevados de la Colonia, y en la cual reside hace siete años, concretó su opinión respecto a los asuntos de actualidad en los siguiente términos. "Todos los problemas políticos y económicos se resolverán en breve, si el Gobierno se ocupa de traer braceros para trabajar en el bosque y la Compañía Trasatlántica o el Marqués de Comillas no desmayan en su patriótica empresa". Asegure usted añadió, que no hay negocio mejor que el de las plantaciones de la Isla.

MIS COMENTARIOS A ESTE CAPÍTULO   Es de notar la máxima temperatura que hay durante el día en esa zona próxima a Batete, que a 380 metros de altura solo se llega a las 12 a 23º C. Teniendo en cuenta que la Isla es muy montañosa y llega a tener  varias alturas superiores a 2000 metros y el pico a 3000, significa que el calor no es el primer problema que se encontraron en la isla para su aclimatación. La verdad es que los vientos procedentes de la montaña y las brisas marinas siempe han atenuado los calores tropicales.   Otro asunto a destacar es que los Misioneros para poder competir con los Metodistas anglicanos, no solo aprendieron la lengua bubi y sus muchas variantes según las olas de emigración que llegaron a la Isla, sino que incluso personas como el padre Aymemí,  editaron los primeros diccionarios.   Destaca igualmenmte que Guinea antes y creo que ahora debe ser el único país de África que precisa mano de obra agrícola para sus cosechas. En la Isla salvo sus huertas los bubis no han trabajado el campo y se ha precisado traer mano de obra, en principio de Liberia y Sierra Leona, luego sin mucho éxito de la Guinea Continental, con peor resultado después de Camerúin incluso de Alto Volta, y por fin los magníficos trabajadores de Nigeria especialmente de la zona de Biafra, calabares, ibos, yorubas, ogonis etc.   Fernando García Gimeno - Barcelona a 31 agosto 2012

jueves, 30 de agosto de 2012

LA ISLA DE FERNANDO POO- CAPÍTULO 1


                                                                         


CAPÍTULO 1



                                        LA ISLA DE FERNANDO POO (1891)



En el baúl de los tesoros literarios que tiene la revista de los Claretianos, la Guinea Española, he observado que a partir de 1960, se inician una serie de artículos sobre la isla, escritos por don José Valero, que deben de estar datados sobre finales del siglo XIX.

Dado su interés voy a transcribirlos, por lo menos algunos.


LAS PRIMERAS FINCAS DE CACAO



Bahía de San Carlos.--

Hasta su muerte Vivour fué el delegado del Gobierno en la bahía de San Carlos, y en los libros que llevaba para la recaudación de derechos sólo aparecían millares de ñames embarcados y alguno que otro barril de aceite. Hombre poco escrupuloso, procuraba ocultar los artículos de importación y exportación sujetos a gravamen.

A la bahía de San Carlos, que conozco bien, por haber entrado en ella cinco veces, dos en buques de vapor, una en bote y dos por tierra, suelen bajar los bubis a pescar. Ejecutan esa faena construyendo con piedras pequeñas unos grandes corrales, que la marea llena de sardinas, recurso que no desprecian tampoco los dueños de plantaciones, pues con esta clase de pescado, jureles, colorados y corbinas, alimentan sus dotaciones de braceros.

Los pueblos cuya existencia he comprobado y que no aparecen en la carta más moderna, la de Baumann, constituyen el territorio de Babioma. En él están enclavados desde 300 a 650 metros de altura, los pueblos de Boemeriba,Baobetó, Baocoricho, Balombe, Belebú, Basá y Mendé; los tres últimos nombres, seguidos de la palabra Wilachá, que significa arriba o muy alto, constituyen otros tres pueblos más. Como la zona que ocupan estos no produce palmeras, los habitantes de la inmediata los acusan de ignorantes, porque dicen que no saben extraer topé, ni emplear otros materiales que suministra aquel árbol. El jefe principal (moltari) se llama Sopo.


Expedición en la zona meridional de la Isla- 5 de marzo



Casi a oscuras, empezamos a subir en dirección sur, los montes de Batete, que arrancan de la misma bahía, descansando a las 11 de la mañana a 500 metros de altura en un cañaveral, cerca de Wesbe, donde se estableció en un principio la Misión protestante, situada hoy a corta distancia del mar ( el pastor protestante es un negro). Desde allí y en una misma dirección, continuamos durante una hora, y luego tiré hacia el Oeste y descendiendo de la cumbre de una colina a la que ocupa la Misión católica. En el trayecto visitamos las rancherías de Balobilló, Balobende, Baocoricho, y el pueblo de Baya cuyo jefe es una mujer llamada Sibelo, hermana de Viabedá, moitari del territorio de Batete, esta machuca usa barba postiza en las fiestas. (Estas barbas, de piel de cabra, y alguna vez de fibras vegetales, también suelen usarla los hombres).

Día 6.-- La Misión de Batete o de San Carlos se halla situada en una meseta, capaz de contener holgadamente la casa de los Padres, escuelas y dormitorios, y varias plantaciones, con una huerta o granja en la que nuestran hortalizas, y lo que es más raro, patatas. En la Misión se educan 42 niños bubis, cuya mayoría habla y escribe en correcto castellano, este adelanto, obtenido a costa de grandes sacrificios, significa un triunfo en el arduo problema de la civilización, aquellos niños no son ya salvajes ni detestan la enseñanza. Nada se opone a que se escapen, van solos a sus pueblos y al bosque, y vuelven siempre alegres a recibir la bendición de aquellos buenos misioneros que agostan su juventud y mueren en defensa de la religión y de España, cuyo nombre pronuncian conmovidos.


Anotaciones particulares mías a este capítulo.


El autor habla de las veces que ha entrado navegando a la bahía de San Carlos, .- Efectivamente en esa fecha no existía carretera de Santa Isabel a San Carlos, hasta 1930 no se puede decir que hubo una carretera apta para vehículos de esa ruta. Por lo tanto todo se transportaba en lancha. Esa fue uno de las negocios que el inteligente negro Maximiliano Jones creó para ser uno de los africanos más ricos de la Isla. Aunque en realidad antes que él, el kruman Guillermo Vivour que nombra el documento era el más rico en la Isla, y sus trabajadores a veces tuvieron que ayudar a la autoridad española en imponer la ley y la paz en la zona de San Carlos.

Cuando habla del Misionero protestante y dice que era negro, hay que comentar que las misiones americanas que se establecieron en África se dieron cuenta que para propagar la fe, el mejor método era llevar a los destacados niños a Estados U/nidos y prepararlos para extender su evangelio. De estos nuevos pastores hay algunos muy nombrados que procedían de la Isla de Corisco.

Por cierto Vivour se casó con la hermana de uno de esos pastores, cuyo apellido prestigioso muy conocido en la Isla, creo que era Barleycorn.



Fernando García Gimeno - Barcelona a 30 de agosto 2012