martes, 25 de diciembre de 2012

MISCELANIAS DE OTROS TIEMPOS-9


                                                                            

                                                                        Bahía de San Carlos                   
                                                  MISCELANIAS DE OTROS TIEMPOS-9

24.091907 ( La Guinea Española)

PESCANDO BALLENAS

Desde Annobón nos escribe el reverendo padre Soler: Aunque de ordinario no ocurren aquí sucesos
Que llamen la atención, sin embargo en el mes de agosto tuvimos el gusto de contemplar nuevamente a nuestro placer la pesca de tres ballenatos. Digo nuevamente, pues ya el año pasado cogieron también en el mismo mes tres ballenatos. La pesca del primero tuvo lugar el día 3, allá a las siete de la mañana oímos un fuerte y prolongado daiiiii. Por demás entusiasta grito de alegría de todo el pueblo. Al punto descubrimos el motivo de tan repentina animación, un muchacho de unos 20 años acababa de clavar con toda su fuerza el arpón a un pequeño ballenato. Luego corrieron en su auxilio varios hombres en cuatro cayucos, armados de otros dos arpones de cuyos extremos pendían recias cuerdas a fin de que no se les escapara ni se les hundiera la presa, pero se olvidaron de llevarse una lanza, para sangrar y matar el cetáceo, y no tardaron en venir ala Misión a pedírnosla. Tan diestro fueron y por fortuna tan mansa la ballena madre, que en media hora separaron de esta, el  ballenato herido de muerte. Cuatro largas horas costó a los cinco cayucos acercar la presa a la playa, a causa de la corriente. Medía el ballenato cinco metros y medio de largo.

La segunda pesca se realizó el día 18, de una manera parecida, y solo hubo de particular que tan pronto como clavaron el arpón, la ballena con su cría zambulleron se en lo profundo, y como los tres cayucos agarraban fuertemente la cuerda del arpón, en un instante se sumergió el cayuco por la proa del agua, y ellos bien remojados, no tuvieron más remedio que soltar la cuerda. Sin acobardarse por esto, sacaron a todo escape el agua del cayuco, y remando fuertemente  sin pérdida de tiempo, lograron de nuevo la cuerda de cuyo extremo se veía una maderita que hacia de boya, y alcanzaron sal ballenato al que hirieron con otros arpones y la lanza. Tras dos horas y media de trabajar, tenían en la playa el ballenato, el cual y el otro de que más tarde se apoderaron eran algo mayores que el primero, pues tenían cinco metros y medio de largo, y cinco metros de circunferencia, un metro de largo de cola, y 1,70 metros las aletas.

UNA VISITA AL CAMPO SANTO (24.11.1907)

Tres Son los prefectos apostólicos allí enterrados, los reverendos José Grizarri de la Compañía de Jesús, Ciriaco Ramirez y Pedro Vall-llovera  del Corazón de María. De ellos solo el primero tiene erigido un monumento de forma piramidal, ya muy deteriorado en cuyas cuatro caras entre emblemas religiosos y el de la Compañía de Jesús se hallan las siguientes inscripciones: El R.P. José Grizarri fundador y primer superior de la Misión de la Compañía de Jesús en esta Colonia Española. – Descansa aquí en Paz, aguardando la resurrección universal en medio de estos pueblos a los cuales para mostrarles el camino del cielo consagró con celo y constancia los diez últimos años de su propia vida. Murió a 7 de marzo de 1868 a los 57 años de edad.
A lado de esos superiores eclesiásticos yacen multitud de misioneros cuyos nombres n o están grabados en lápidas sepulcrales, pero que guardan escritos con caracteres de gloria el libro de la vida.
Todas las clases sociales de la sociedad santaisabelina, casi todos los cargos públicos desde las primeras autoridades, de la Colonia hasta el último de los oficiales civiles, militares y marinos tienen su representación, a las veces numerosa, en aquella ciudad de los muertos, prueba fehaciente de que ante la muerte, todos somos iguales.

Véanse sino a continuación algunos epitafios: A la memoria del Excmo. Sr. D. Antonio Maimó y Roig, capitán de navio, gobernador general de la Colonia, falleció el 29 de agosto de 1869, leo en una pirámide cercada con una verja y en una plancha sostenida por una cruz, se dice : Don Eulogio Merchán y Rico, capitán de fragata y gobernador de esta Colonia, murió desempeñando este destino el 12 de mayo de 1893.

Una lápida dice a la memoria del señor Don Hilario José María Dominguez Merchán, secretario letrado que fue del Gobierno General de Fernando Poo, murió el 16 de abril de 1893 a los 43 años de edad.

En otra lápida le lo siguiente: El señor Pedro de la Cuesta y Saluz, juez de 1ª instancia e instrucción que fue de las posesiones españolas del Golfo de Guinea, falleció el 2 de septiembre de 1903, su desconsolada esposa e hijas.
Sobre dos tumbas hay escrito: Don Fernando Colombo y de León, capitán de infantería de Marina, 22 de octubre 1904, su viuda. Aquí yace don Hermenegildo García y Tobia, teniente del ejército español en estas islas, falleció a las inmediatas órdenes del Gobernador, el 11 de marzo de 1868.

Por el número de epitafios se destaca la Marina en cuyas manos estaba la seguridad de la Colonia.

A la memoria de don Ignacio Pintado y Erquizia, capitán de Fragata de la Estación Naval. 1865. En otra: Don Ignacio Ballester y Gómez alférez de navío falleció en la goleta Edetana el 11 de marzo de 1865.
En un pedestal se ve escrito: Don Ricardo Durán y Liza, comandante de la Estación Naval, su esposa, hijos y subordinados.
Rodeado con verja se halla el sepulcro en que se lee: Don José Castellá y González Aurioles, alférez de navío de la Armada de la dotación de la goleta Prosperidad, 26 febrero de 1880, sus compañeros.

También los médicos han pagado su tributo a la muerte, según se ve en algunas inscripciones:

A la memoria de don Emilio Alvarez, médico del pontón Alcedo, falleció en 29 de abril de 1868. Sus compañeros de Estación.
Don Ricardo Cordón  y Pérez, médico del crucero Isabel II, 31 de julio de 1891, sus compañeros.
Don Crescencio Tejero y Pérez, practicante que fue del hospital Reina Cristina de esta capital, 30 de noviembre de 1896, Rogad a Dios por él.

A la memoria de don José Arana, marinero de la dotación de la goleta Prosperidad, 8 de enero de 1880. Sus compañeros.

Aquí yacen, se dice en una losa, los restos de Juan Font y Maneni natural de Premía de Mar, gerente que fue de la Vigatana*, falleció el 14 de octubre de 1897, a la edad de 29 años. No os pido otra cosa que oréis por mi a Dios nuestro Señor.( * La Vigatana fue la primera empresa que trabajé en Guinea en 1951)

Don Carlos Pérez y López del comercio de esta capital, falleció a los 27 años de edad, el 20 de julio de 1902, su padre y hermano le dedican este recuerdo.

Muchos son los aquí yacen sepultados a quienes la carencia de recursos, tal vez el olvido, la distancia, han privado de un sencillo recordatorio, pero todos ricos y pobres, blancos y de color, duermen a la sombra del árbol santo de la cruz cuya savia divina ha de vivificar nuevamente sus despojos comunicándoles vida inmortal.

MI COMENTARIO A ESTA VISITA AL CAMPO SANTO

Ya en mi libro Fernando el Africano, en el capítulo Resumen Histórico, detallo algunas cifras del tributo humano de los europeos que llegaban a esas tierras, y que sin las prevenciones posteriores, como antipalúdicos, eliminación de tierras pantanosas donde ovulaban los mosquitos y moscas portadoras de la malaria, tripanosoasis, dengue y otras enfermedades propia s de la zona. Detallo algunos de los datos que figuran en el libro:

De las malas condiciones sanitarias de la isla en esos primeros años, podemos extraer los datos de las expediciones inglesas de 1830. De la primera expedición de 200 constructores perecieron 150, y de la segunda de 300 hombres seleccionados por el capitán Beawer sobre la base de una constitución fuerte y excelente salud, murieron 272, e la isla, wel rssto9 salvo dos cayeron igualmente enfermos o fallecieron a su regreso a Inglaterra.

En 1779, el coronel Primo de Rivera estableció un campamento en la bahía de Concepción, medio año después habían fallecido 85 hombres, estando hospitalizados otros 45. Resumiendo de los 547 expedicionarios murieron en total 370.




GRAMÁTICA BUBI

El primer paso a la gramática bubi, que se publicó en 1890, se completa con este que editan misioneros claretianos, este 8 de noviembre de 19076, con las variantes bubis de Norte  hasta Basakato del Oeste y hasta Bahú en el Este, así como el Sur.

NOTICIAS SUELTAS, marzo 1908.—

Dícese que ha llegado para Obras Públicas una magnífica imprenta. Celebramos este suceso que prueba claramente el progreso que en varios ramos se está operando en la Colonia.

Es tan pertinaz la sequía que hemos venido padeciendo que los ríos se han secado o decrecido extraordinariamente. El río Cónsul que surte de agua potable a la Capital, en algunos días no llevó caudal suficiente para llenar la presa, de forma que se empleó una gran bomba aspirante de doble efecto para llenar el depósito de la Ciudad.

Parece ser que la Guardia Colonial tomará por su cuenta la banda de música que estaba a cargo de la Infantería de Marina.

En el valle de Moka se administraron el día 19 de febrero 10 bautizos, entre ellos el hijo de don Eduardo Ribes y dos hijos del jefe Malabo. Se nota en los bubis de aquellas alturas gran movimiento hacia el catolicismo.

ALGUNAS NOTAS METEOROLÓGICAS , tomadas en Banapá

Mes         día      máxima      mínima             barómetro                 higrómetro
                                                                 6 mañana  1 tarde        6 mañana    1 tarde

Febrero   25           33                                                 75,9                                  57
               28           32              21                                75,9                                  52
Marzo       2           34              22                  75,7       75,8                   86           48
                  7          34              22                   75,7      75,7                   86           47
                  9          34              22                   75,7       75,8                  84           50