lunes, 20 de mayo de 2013

LA IGLESIA BAPTISTA Y SU INFLUENCIA EN FERNANDO POO



           
                                                                         
                                                                  Catedral de Malabo

               LOS BAPTISTAS Y SU INFLUENCIA INGLESA EN FERNANDO POO


La actual Bioko prácticamente estaba abandonada y olvidada por España, pero a los ingleses les interesaba su posición geográfica como puerto seguro para su comercio, y aprovechando la excusa del Tribunal Mixto para la Represión de la Esclavitud, previo un reconocimiento de la Isla, fundaron la ciudad de Clarence en la actual Malabo, para radicar en esa ciudad el Tribunal. Bajo el mando del capitán William Owen llevó en 1827 la  primera  expedición de militares, funcionarios procedentes de Sierra Leona. Aunque en 1832 volvió a restablecer el Tribunal en Sierra Leona, y ante la ausencia de los españoles el comercio y la religión siguió en manos inglesas.

La Sociedad Misionera Baptista  en 1841 , considera que para extender sus enseñanzas a los pueblos africanos , el mejor lugar es la isla de Bioko, desde donde se pueden hacer incursiones  a las cercanas costas entre ellas de Nigeria y Camerún, a cuyo fin se desplazan los pastores Jhon Clarke y el doctor Prince, que observan lo fácil que es comprar propiedades en la Isla y los pocos impedimentos legales que se presentan para la propagación de sus creencias, y desde la isla de Jamaica que estaban establecidos,  envían un nuevo contingente de profesores y algunos negros artesanos para ayudar a la construcción y edificación de sus futuras casas, así como agricultores con semillas para intentar producir los frutos tropicales propios de otras tierras de clima similar.  Después de adquirir los terrenos para establecer su capilla cercana y su escuela mediante acuerdos con el jefe bubi Bololo. En 1844 llegaron un importante número de misioneros y libertos procedentes de Jamaica, y entonces se inició un choque de intereses entre los comerciantes ingleses establecidos y estos libertos dispuestos a establecerse comercialmente, apoyados por la Baptist Misionary Society, que había comprado las propiedades de la poderosa West África, incluso habían comprado un barco para sus desplazamientos.  Su propagación fue tan rápida que en 1843, ya contaba con una escuela con 70 niños.

Así  la primera lengua que los bubis empezaron a practicar y su primera religión foránea era la lengua inglesa y la cristiana baptista. El comercio estaba en manos de los ingleses y la compra de sus productos que servían para alimentar a los funcionarios llegados y a los barcos que tocaban Clarence para avituallamiento, estaba igualmente en manos de esos comerciantes. Por ello tanto la expedición de Lerena como la de Guillemard de Aragón en 1845, que venía con algunos misioneros católicos, fue un fracaso, por encontrarse con una resistencia en todos los órdenes.

La isla tenía muchos contactos como dice Dolores García Camús en su tesina doctoral: no solo era el depósito de carbón piedra que abastecía a toda la flota británica, tanto mercante como militar de Bonny y Calabar, sino que era un enclave para depositar los esclavos liberados, que entraban dentro de los usos y cultura ingleses.

En 1842 España empieza a interesarse por Guinea y envía al capitán de navío José de Lerena y Barry para tomar nueva posesión de la Isla., donde ondea la bandera inglesa, estando el poder en manos de la Compañía West África, dedicada al comercio  en toda esta costa ecuatorial. Lerena quiso dejar la zona en manos de un Gobernador, y dada la ausencia de españoles, tuvo que nombrar a un inglés Jhon Beecroft , comerciante y explorador, que gozaba hasta de barco propio para el comercio, el Etíope.  

El Gobierno español presionado por los misioneros jesuitas, decide mandar una numerosa expedición para normalizar la situación, así que en 1856 dirigida por el sacerdote Miguel Martínez Sanz llegó a la isla con 40 religiosos, entre sacerdotes, religiosas y profesos artesanos. El primer problema que encontraron es que carecían de vivienda donde ubicarse, así que les cedió su vivienda el cónsul ingles en la ciudad, el segundo problema es el de comunicarse con la población, que hablaban el bubi o el piching, (una mezcla de inglés y palabras locales)  con el agravante de que el pastor Sauker de la iglesia baptista los tenía encandilados con sus bautismos en el río Cónsul, vestidos con ropas blancas , parafernalia y cantos tan apreciados por la gente de color. Eso unido a generosos ágapes y rituales cantados en inglés, tenían todas las de ganar contra el latín utilizado por los misioneros católico, que no lo entendía ni los españoles que acudían al culto.

Por otra parte los baptistas esparcían la noticia que los españoles lo que deseaban es venderlos como esclavos y quedarse con sus propiedades.

Algo que favoreció todavía más la expansión de los baptistas y de su influencia en la población nativa, es el fallecimiento de casi todos los religiosos que habían llegado con Martínez Sanz, entre los fallecidos y los que volvieron a España por enfermedad, solo quedaron un matrimonio compuesto por un maestro catequista, Nicolás y una de las aspirantes a beata. La expulsión de los jesuitas por la desamortización de Mendizabal, fortaleció a los baptistas pese a estar enfrentados con los comerciantes ingleses.

Aunque oficialmente fueron expulsados en 1858, pudieron seguir ejerciendo su labor de enseñanza y religiosa, tanto es así que yo personalmente en la década de los cuarenta conocí a mister Marckan, pastor metodista de fuerte complexión,  cuya iglesia y casa estaba casi pared con pared con el obispado de Santa Isabel. Hasta 1882 en que se autorizó a la nueva congregación claretiana su labor de enseñanza y fe, pudieron trabajar con entera libertad, pese a que habían empezado a centralizar sus operaciones desde la ciudad de Victoria en la costa cercana, que ellos ,creo fundaron,  al ser expulsados de Fernando Poo.

No obstante tanto los fernandinos como los bengas de Corisco, siempre han tendido más hacia la religión cristiana de los baptistas que a la católica. Tanto es así que el máximo personaje de los fernandinos  don Maximiliano Jones, que tenía excelente amistad y colaboración con los claretianos, hace constar en su testamento que pertenece a la iglesia baptista.

La Sociedad Misionera Baptista , que se fundó en Nottingham en 1792, a partir de 1806, se dedicó básicamente a mejorar la condición de los negros  traídos de África a las posesiones británicas de las     Indias Occidentales.  En 1814 envió a Jamaica sus primeros misioneros que se unieron en colaboración con los cuáqueros y antes de construir iglesias abrieron colegios de enseñanza y hasta provocaron una rebelión de esclavos, en 1831 llamada Baptist War. Su filosofía se basaba en que los negros liberados que añoraban su tierra, fueran devueltos a África, copiando de sus hermanos protestantes que lo habían aplicado en Liberia.


Fernando García Gimeno     Algete   20 de Mayo 2013-05-20

Muchos de estos datos están recogidos en mi libro Fernando el Africano y otros muchos en la tesis doctoral de Dolores García Camús, de la Universidad de Valencia,.