viernes, 30 de diciembre de 2011

ANÉCDOTAS DEL PUEBLO FANG Y OTROS- IV


ANÉCDOTAS DEL PÙEBLO FANG Y OTROS- IV

Impresiones de viaje a Bata-M`bonda-Río Campo- Ayamaken
(Continuación 25.02.1920)

El río Rea Dibe o Bea Dibe, conocido por ese nombre es insignificante, pequeño, estrecho y de cauce muy variado. El clima en sus riberas es malsano, propenso al paludismo, en ellas se hacen insoportables las noches a causa de la nube de mosquitos que colándose por todas partes no dejan sosegar.
La desembocadura en marea baja y en ciertas temporadas es impracticable para cualquier cayuco, en otras el caudal es considerable y la velocidad y rapidez, extraordinarias. Por la noche abunda en pescados que se entran con la marea. La marea de septiembre último redujo tanto su nivel, que desde el pueblo del jefe Mangotyo hasta el otro lado, camino de la playa, no del bosque, empleamos en atravesarle más de tres cuartos de hora, no llevando ni ocho minutos cuando la marea está llena o el río tiene bastante caudal.
Temporadas ha habido que ha cambiado de caudal y su impetuosidad ha arrasado las viviendas asentadas juntos a las orillas.
La tribu que lo habita de un lado y junto a la desembocadura es la mosetvi o baseki, que de ambas maneras suele nombrarse. Su lenguaje es mezcla de voces pamues y kombes trabadas entre si formando una disonancia de armonía. Tanto en su estructura como en sus sonidos sueltos tiene semejanza con el pamue, denotando tal vez la unidad de lenguaje, cosa que no nos atrevemos a asegurar de momento. Los kombes generalmente no los entienden, si empero los pamues, lo cual parece corroborar nuestro aserto.
Esta tribu es de las menos numerosa, siendo propia y exclusiva de este poblado, pues quitada la isla Dipika, medio española y medio francesa en el Río Campo, no se le encuentra en ninguna otra parte. Hallándose próxima a Bata en Utumani cerca de Utonde.
Fijándose en el mapa del célebre  D`Almonte, residía también antiguamente en los bosques sitos en el Utongo el Mandyani, si bien hoy han desaparecido de allí completamente. No hace mucho vivían como a unos doscientos metros de Punta Kutye. El veterano de esta tribu, Masongo hoy residente en Ngon-a- Manga, vivió en este paraje. En la actualidad solo quedan residuos, rastros de un pueblo que fue, los plátanos y bananas sepultados entre las yerbas.
Es una tribu retraída, selvática de poco roce con las demás, aman el bosque, alejándose sus pueblos algo de la playa. Las criaturas pequeñas suelen ir como Dios las crió, correteando así por sus caminos, al divisar a la silueta de un europeo, corren espantadas a sus viviendas sobrecogidas por extraña visión. Se encuentran en ella pocos que estén tan adelantados, como los de otras tribus de nuestro Continente. Excepciones hay sin embargo, pongo por caso el muchacho que sirve de intérprete en el puesto francés de Río Campo, quien junto a su hermano, capataz de una finca en el Camerún, honra la tribu de nuestro territorio, bien por su cultura, como por su religiosidad y buena conducta.
Todos los basekis se dividen en cuatro familias: la de Nguando e Ikó- dyadiba, llamada Lotti; la de Ngon-a manga y Epole, por nombre Ngome; la de Readibe y Utumani, dicha Troughe, y finalmente la de la isla Dipika, nombrada Ñambeme.
Como las demás tribus practican los Mosechis la circuncisión del varón, diferenciándose de las otras tribus por algunas particularidades.
Cuando el muchacho ha llegado a la edad conveniente, el padre, el tío o algún vecino perito en el arte, practica la circuncisión, no revistiendo el acto solemnidad alguna ni ceremonia característica.  
Entre los kombes y otras tribus practicase la circuncisión así que el muchacho ha llegado a los siete años: los mosechis, le dejan crecer un poco más, no siendo el caso raro de encontrar quien la sufrió a los ochos años, nueve o más todavía. Escogen una navaja cortante (Numa dye yola) prefiriendo para esos casos la de afeitar o similares, (ikengo dy ekuluvitebu). La ceremonia se verifica rápidamente. Diestro hay que la practican en el ínterin que cae un limón tirado al aire a no mucha altura.
El circuncidado es diligentemente medicinado, durando la cura de una a dos semanas o más. La cura consiste en hierbas emolientes u otros medicamentos puestos alrededor de la incisión, no es raro curarse con baños, bien en el mar, bien calientes de agua dulce, Los mosechis no se curan con picantes ni excitantes, como otras tribus, prefieren siempre los emolientes y sedativos. El hijo sigue siempre al padre, siendo pertenencia propia y exclusiva suya, la madre acompañará en su cariño y amor, por eso se les hace tan duro desprenderse de los frutos que el cielo le otorgó.
El baseki si bien está próximo a la playa no es costero, ni amigo de ella, por más que muchos de sus miembros sean excelentes marinos y remadores. No es playero no en el sentido que sus viviendas se hallen en espeso bosque, sino que al parecer vive retraído a ciertas costumbres características en los pueblos de la playa; por este aspecto tiene algo de semejante con los bujebas, siendo como ellos menos aseados.
El one, el kombe, el bapuku, el benga, trabajará siempre como botero, criado, mozo de almacén, dependiente de factoría, capataz en alguna cuadrilla, en un andamio o en una oficina, pero nunca fatigará sus miembros con la sudorosa faena del bracero, nunca encallará sus manos empuñando el machete o cosa que se le parezca; el baseki, si bien no prefiere esta ocupación, la acepta, sin embargo, de buen grado siempre y cuando se ve forzado a aceptándola, mezclándose como uno de tantos entre los pamues que se contratan como trabajadores o krumanes.
De más de esto, el mosechi no es contrario a servir como criado con algún acaudalado contryman, cosa que no hará jamás un kombe, ni un bapuku y mucho menos un benga. Prefiriéndose antes morir en la miseria que humillarse sirviendo a uno de sus paisanos.
Un fenómeno me ha llamado poderosamente la atención en este pueblo, cuya causa no puedo averiguar y es: la preponderancia que en ellos ejerce la secta evangélica. Exceptuando los Ybonghes de Utumani, los demás totalmente son de la secta anglicana, los ñambeme de Dipika no conocen otra iglesia que la anglicana, celebrando sus fiestas y reuniones con regularidad en una capilla algo pobre que tienen en aquella isla. Los Ngones de N´gon- a- manga poseen una iglesia capaz de albergar el doble de moradores que se encuentran en aquellos contornos.


MI COMENTARIO

Se nota la competencia religiosa, al tratar a la religión anglicana como secta, y criticar a la tribu baseki, precisamente parece por no inclinarse por la religión católica. 
La explicación es muy sencilla los pastores anglicanos americanos llegaron a esas costas antes que los sacerdotes católicos, y con muy buena política crearon colegios, impartieron enseñanzas y a los que destacaban se los llevaban a Estados Unidos a formarlos como pastores, con lo que después era más fácil introducir sus ideas explicadas por un nativo. 

Fernando el Africano - Algete   30 diciembre de 2011