MISCELANEAS DE OTROS
TIEMPOS-13
EXPLORANDO EL
OTOCHE (Continuación)
El camino que seguimos es el más céntrico para el interior
de nuestro territorio y el más concurrido, sin duda por ser también el más
accesible, a causa del puerto que forma la depresión norte de la sierra
Paluviole y la del sur del monte Mikuañon y Mitra. Tanto es así, que la mayor
parte de la goma (caucho) y demás productos que se recogen en las factorías del
Utamboni, pasan por aquí, por lo cual no se ve la razón de por que se haya de
establecer el comercio en dicho río, con preferencia al que nos ocupa, sobre
todo si a esto se añaden los continuos entorpecimientos con que se topa para el
curso libre por dicho río a causa de la anómala demarcación de límites.
Hecha esta digresión, continuemos nuestro viaje.
Entusiasmados por lo que acabábamos de ver, comenzamos a
descender el Vobo, y a las doce descansábamos en el Olón, pueblo pamue-güe,
situado al pie del dicho monte en la parte noroeste. Después de descansar y
tomar alimento, emprendimos a la cena nuestra marcha, la cual no era ya tan
penosa, por caminos por terreno llano. A la media hora estábamos en la cumbre
de un cerro, el cual conserva un recordatorio de la época de los esclavos. Está
coronado dicho cerro por un árbol secular y gigantesco llamado AKOGA, debajo
del cual se verificaba el tráfico de negros, reunidos allí por los itemus y
bikos, y allí también eran entregados a los traficantes bengas, los cuales a su
vez los vendían a los europeos. Este lugar es conocido con el nombre de “AGÚEGA
AKOGA MISAGA”
Descanso del akoga de los
esclavos.
Para entender la razón de dicho nombre, conviene advertir
que en la parte montañosa es muy frecuente encontrar, en las cimas de los
montes, un lugar de descanso para los viajeros fatigados, a causa de las difíciles
subidas de los montes. A estos sitios llaman los pamues, AGÚEGA (descanso o
parada), y están de ordinario debajo de un corpulento árbol. Conservan limpio un
corro alrededor, y suele haber unos troncos que sirven de asiento. En algunos
vimos el armazón escueto de una casita indígena en miniatura, encima de la cual
habían colocado unas figuras caprichosas, en forma de grandes hongos, que
fabrica el comején. ¿ Con que objeto había sido puesto aquello?. Esto no es
otra cosas que un fetiche , o, como aquí se dice, MEDICINA, (biang en pamue)
para obligar a los transeúntes a descansar allí y depositar un pequeño regalo
para el dueño del adoratorio, pues lo contrario tendría un éxito INFELIZ el
viaje.
Después de revisar todos los accidentes de aquel memorable
lugar, emprendimos de nuevo el viaje, y, a las cuatro, legamos a Mésuma,
habitado por pamues-güe; y, aunque no estaba el jefe, sus hijos nos ofrecieron
enseguida casa para alojarnos y abundante comida. Deseábamos descansar, pero la
innata curiosidad en los hombres de ver novedades, nos lo impidió; pues se
llenó de gente nuestra pequeña choza, y no había más remedio que dejarse mirar,
y contestar a esta pregunta y la otra, y hacer del que no tiene otra cosa que
hacer, sino ocuparse en divertir.
Parecerá este tiempo perdido, y no lo es, pues de esta
manera conocen a uno y se les conoce, con lo cual toman confianza y se va
preparando el terreno para salir con la nuestra, habiendo entrado en la suya.
Con otro día más de camino hubiéramos llegado al Utamboni en
la parte alta; pero como no podía disponer de mucho tiempo, me resolví a cruzar
el norte, con objeto de averiguar los manantiales del Otoche. Afortunadamente
hallamos en Mésuma, de paseo, a un joven pamue-yenví, y como pertenecía a la
familia de los pueblos pamues que teníamos en el norte, nos costo poco tomarlo
de guía A las seis nos pusimos en marcha,
y pasada una hora, atravesamos dos ramas del Otoche, las cuales vienen del
E.N.E. y tienen su origen cerca de Mesam, no muy distantes de los manantiales
del Utamboni. .
El viaje de este día fue bastante pesado a causa del
escarpado s montes que hubimos de pasar, pero, así y todo, a las doce apagábamos
nuestra sed con las frescas aguas del Otoche y nos acercábamos a Ngoniki, primer
pueblo pamue-yenvi que, que
deseábamos visitar. Poco antes de llegar al pueblo se oyó un disparo de fusil,
y a continuación las tumbas o tambores dieron a conocer que había una víctima,
era un leopardo que no tuvo empacho en acercarse al pueblo en pleno día para
hacer una presa
. Como varios de los habitantes de este pueblo y de Vé,
Ongan-nzok y Bolebur ya me conocen y hay en ellos varios niños cristianos de
cuando habitaban en la parte baja del Bañe, pude entrar de pronto en el
ejercicio de mi sagrado ministerio, bautizando y confirmando a una cuadrilla de
pequeñuelos.
Domina este pueblo el monte Mikuañon y en él tiene su origen
el Otoche. Aquí pernoctamos este día con gran regocijo de estos hospitalarios
pamues.
Nicolas
González C.M.F. 25-12-1908 La Guinea Española
MI COMENTARIO
La revista La Guinea
Española que era La única prensa escrita que se editaba en
aquellos tiempos en Guinea, es una fuente de información de incalculable valor,
para conocer detalles, como en este caso como se organizaba el tráfico de
esclavos y los lugares de encuentro de los mismos, ya que de otra forma en una
selva tan tupida era difícil y peligroso encontrarse, con el agravante
que ni el vendedor ni comprador se fiaba uno del otro, especialmente el
vendedor tenía miedo de acercarse a la playa, no fueran ellos engrosados en las
listas de esclavos.
Fernando el Africano
18 de enero 2012
P.D. He estado tres días fuera de combate, ya que me han
operado en urgencias de un
principio de peritonitis, pero sin llegar a su punto
crítico. A las 38 horas ya estoy en casa.