jueves, 18 de marzo de 2010

Annobon la isla de los pescadores

En 1778 la reina María de Portugal y Carlos III de España, suscriben el Tratado del Pardo, en virtud del cual ´´ Su Majestad Fidelísima cede a su Majestad Católica todo el derecho y acción que tiene o puede tener a la isla de Fernando Poo, en el golfo de Guinea, para que los vasallos de la Corona de España se puedan establecer en ella y negociar en los puertos y costas opuestos a la isla, como son los puertos del río Gabón, del Camerón, de Santo Domingo, de Cabo Formoso y otros de aquel distrito.´´

El 1 de Enero de 1471- Año Nuevo- los navengantes portugueses Juan de Santarem y Pedro Escobar descubren la isla que en memoria de la fecha, bautizan como Anno Bon.

Ünica posesión que tuvo España en África en el hemisferio austral al sur de Cabo López.

Hay discrepancias en la fecha. En esos años por orden del rey Alfonso de Portugal tambien se descubrieron las islas de Santo Tomé, y la de Principe

Antes de la cesión por Portugal de esas islas a España, ya lo fueron en el reinado de Felipe II, en que en 1580 consiguió la unidad ibérica. Durante esos años hay constancia que el monarca español a Annobón para su gobierno a
Una persona supeditada a la autoridad de Santo Tomé, así como un maestro de escuela y algunos negros instruidos en Angola.

En 1656 un portugués de origen español Diego Delgado ensayó con cierto éxito el cultivo de la caña de azúcar. Parece ser que la isla durante un periodo se utilizó como base para el aprovisionamiento de agua y víveres a los navíos con rumbo a las Indias Orientales, y tanto es así que posteriormente para el desarrollo de ciertas especies vegetales y animales domésticos de Fernando Poo, se trajeron de Annobón donde se habían incrementado con ese motivo su cuidado y producción. En 1613 es visitada por una expedición holandesa y el cronista escribe el relato : Es muy fértil en naranjas, limones, nueces de coco, higos, plátanos, maíz, mijo y otras clases de frutos. Hay pocos bueyes y vacas; pero muchos cerdos, cabras y gallinas, pichones y otras aves; sobre todo abunda el pescado. La isla produce mucho algodón del que Doña. Sofía de Silva, saca el beneficio que sube a más de 8.000 ducados anuales ( Historias de Heriberto Ramón Alvarez 1955).


Otra expedición diez años más tarde organizada por el príncipe holandés Nassau llega a la isla con once buques bajo el mando del almirante Jaques L’ Hermite, donde el día 30 de Octubre fondearon en la rada situada en el extremo noroeste para aprovisionarse de víveres. Dos de los hombres de esa expedición un español y un griego desertaron escondiéndose en la isla, hasta la marcha de la expedición. Según esa expedición calculaban que la isla era habitada por unas 150 personas todos de color, que viven amando a la isla, tanto es así que su peor castigo es que las autoridades decreten llevárselos a Santo Tomé. De las numerosas naranjas que toman de la isla, las describen como con mucho zumo y ni agrias ni dulces. Las hay que pesan tres cuarterones.

En 1700 el explorador Bosman visita la isla, de la que hace grandes aprecios.

Se supone que antes pudieron estar de paso otros monjes, pero del primero que se tiene seguridad en de Fray Francisco Pinto de Fonseca de la Orden de Cristo que en 1757, fue recibido con mucho entusiasmo por los indígenas. En 1770 se envían a los canónigos negros de la catedral de Santo Tomé, Antonio Luis Monteiro y Gregorio Martins das Neves , que soportaron un año los enfrentamientos con los habitantes, hasta que tuvieron que abandonar Annobón con pena y frustración .

El de Noviembre de 1778, zarpan de Santo Tomé con destino a Annobón, la expedición del conde de Argelejos con el propósito de tomar posesión de la isla, pero cuatro díuas después fallece el conde de Argelejos tomando el mando el oficial de mayor graduación que corresponde al teniente coronel don Joaquin Primo de Rivera.

Una versión indígena dice que el realidad el conde murió a manos de los nativos que se opusieron a su desembarco como en cierta manera confirma que Primo de Rivera al atestiguar que dejaron la isla sin presentar batalla para solicitar a España instrucciones concretas para ello.

Dice el portugués Cunha Martos a este respecto `` Los pobladores de la isla de Annobón están persuadidos que los españoles eran herejes, por tener keones en sus banderas , creían o les hicieron creer, que su Majestad Fidelísima- la Reina de Portugal- los había vendido como esclavos y que los iban a transportar a las posesiones de Ultramar.´´ ( 3 historias de Heriberto Ramón Alvarez).

Al final con la ayuda de las fragatas portuguesas San Juan Bautista que parte de Lisboa y nuestra Señora de Gracia que lo hace de Bahías de Todos los Santos, que navegan con instrucciones de someter a los annoboneses con – prudencia y benignidad, las cuales llegan a Santo Tomé el 29 de Junio de 1779, y de aquí partirían posteriormente con la azomaca La Concepción, bajo el mando de Primo de Rivera para hacer entrega oficial de Portugal a España de dicha isla.



Parece ser que los primeros misioneros que llegaron a Guinea de una forma oficial, fueron los jesuitas, y el padre Ballart que murió en la isla de Corisco, sobre 1864, era el responsable de la misión de Annobón, donde había ido un par de veces. Hasta que no llegaron los misioneros de la nueva congregación fundada por San Antonio María Claret, no vuelve la labor apostólica y docente a la isla, eso fue en 1885, bajo la prefectura del obispo Armengol Coll.


El 26 de Abril de 1926, se publica esta Real Orden muy curiosa :
Propiedad Arrendamiento de terrenos Annobón ( B.O.C. 15 de Junio)
Vista su instancia de 17 de Febrero próximo pasado, dirigida a esta Dirección general, en súplica: 1º De que se le conceda en arrendamiento una extensión de terreno de 2.000 metros cuadrados, situada en la playa NE. de la isla de Annobón, entre las puntas “ Paso” y Pedrinha”, previo el pago del canon correspondiente , y todo ello de acuerdo con el Reglamento vigente de 18 de Febrero de 1925, siendo el objeto de este arrendamiento hacer en dicho sitio las instalaciones necesarias para explotar los productos de las ballenas , de cuya caza es usted concesionario en virtud de Reales órdenes del Ministerio de Estado de 27 de febrero de 1915, 4 de febrero de 1919 y 14 de mayo de 1925, 2º. Que se conceda a usted facultad de poder realizar, a flote y en buque cocina, parte de la elaboración de los productos de la ballena; 3º. Que se le conceda, consiguientemente a lo anterior, poder fondear un buque cocina frente al lugar designado para las instalaciones terrestres.
Considerando que la primera de las peticiones encaja perfectamente en lo preceptuado por el Reglamento vigente de 18 de febrero de 1925:
Considerando que dadas las dificultades inherentes a la distancia y al estado de colonización de los territorios españoles del golfo de Guinea, es conveniente dar facilidades para que la industria de caza de ballenas se desarrolle desembarazadamente, si bien adaptándose cuanto antes al Reglamento referido:
Considerando que un año puede considerarse como tiempo suficiente para terminar la adaptación comenzada, su Majestad el Rey ( q.D.g.) ha tenido a bien disponer que se le concedan a usted en arrendamiento 2.000 metros cuadrados de terreno situado en la playa NE. de la isla de Annobón, entre las puntas “ Paso” y “ Pedrinha” , previo el pago del canon correspondiente, según el vigente Reglamento de 18 de febrero de 1925.
Asimismo ha dispuesto que se le autorice durante la temporada de pesca del presente año para obtener a flote y valiéndose del buque cocina, el aceite de la ballena, elaborando el resto de productos en las instalaciones terrestres; y que consecuentemente con la anterior autorización se le faculte para fondear un buque cocina frente al referido sitio de la isla de Annobón.




























BIBLIOGRAFÍA

3 Historias de Heriberto Ramón Alvarez 1955

1 comentario:

fernando africano dijo...

Los annoboneses que viven en una isla, que carece de comercio, de cines, de tiendas en que todo es trasiego, son los africanos que siempre tienen la sonrisa en los labios y que aprecian lo poco que tienen, pero gozan de una libertad que adolece el mundo urbano.