LAS AGUAS MINERALES DE BALACHALACHÁ
LAS AGUAS DE
BALACHALACHA 28.9.1903
Ya tengo en
mi blog un escrito sobre las aguas mineromedicinales, pero en este de hoy, se
fija más la zona y sus propiedades.
Uno de los
tesoros más apreciables que encierra Bioko son sus aguas minerales o gaseosas
en ebullición, con hermosos surtidores de una belleza a destacar, aparte de
apagar por completo la abrasadora y ardiente sed, tienen maravillosas
propiedades estomacales para las funciones digestivas, abren sobremanera el
apetito, que tal vez haya desaparecido, y mitigan el malestar ocasionado por
las fiebres. De mí, se decir que, cuando en una de mis expediciones, me hice
con los mencionados hervideros de agua en Mioko, no lejos de Moka, costábame
creer lo que veía, como quiera que jamás pensara que en nuestra isla de
Fernando Póo, tan injustamente menospreciada por muchos, hubiera maravillas tan
sorprendentes. Igual impresión debieron producir a mi distinguido compañero don
Felipe Moreno, quien, al verlas, no pudo menos de desahogar su entusiasmo con
unas cuantas salvas. Después de probarlas, todos expresamos nuestros juicios o
parecieron estas palabras: ¡que ricas! Y que apetito que dan, y lo digo de las aguas de Mioko, puedo
afirmarlo también de las de Balachalachá, o Riaká, si bien en grado inferior
pues no lanzan el agua a tanta altura ni contienen tanta cantidad de acido
carbónico como aquellas. Dejando para otra ocasión hablar de las primeras,
digamos algo de las de Riaká o Balachalachá, así denominadas por estar próximas
a un pueblecillo bubi del mismo nombre. Hace algunos años, los misioneros
enviaron varias botellas de dicha agua a Barcelona, a fin de que pudieran ser
clasificadas por algún químico de la Ciudad Condal. He aquí palabras del
químico farmacéutico doctor don Ramón Codina: Resultado de un tanteo analítico
de una cantidad de agua (1 kilo 400 gramos) , procedente de un manantial
natural , en la Isla de Fernando Póo, ha sido el poder clasificar dicha agua
carbónica si bien no ha podido fijarse la cantidad volumétrica de dicho gas,
debido a la perdida que él ha sufrido dicha agua por las malas condiciones del
envase. De la cantidad de sales obtenida en la evaporación, resulta contener
por litro 0,08, siendo por tanto muy escasa su riqueza natural en sales. Considerada
como buena carbónica, sin contener o contener muy poca cantidad de materias
orgánicas y de sales, se desprende la indudable utilidad que su uso puede
obtenerse en el tratamiento de ciertas enfermedades.
Como verán
mis lectores, dicho juicio no puede ser del todo exacto, a causa del envase mal
acondicionado, y no hay duda que, a verificarse dicho análisis en los mismos
manantiales, el resultado sería mucho más interesante. Por si alguno de mis
lectores , deseando fortalecer el estómago o recobrar el apetito, perdido por
las calorías tropicales, proyectara visitar alguno de estos hervideros, en
números siguientes anunciaremos un itinerario para ir a uno de ellos desde la
Misión de Concepción, trazado por un misionero que muchísimas veces los visitó,
y a quién se debe el que fueran conocidos.
Firmado
Guineófilo
COMENTARIO.
No hay duda
que la isla de Bioko, tiene además de lugares atractivos y únicos como la
caldera de Balachá, estos manantiales para poder establecer una red de
balnearios en unos parajes fantásticos y gozando de un clima excelente todo el
año, con la ventaja que sus habitantes hablan español y es mucha menor
distancia que el Caribe. Por cierto la mayoría de los indígenas de la Isla en
mis tiempos ignoraban esos manantiales, salvo los bubis de los valles cercanos
a Moka.
Bioko además del manantial descrito tiene manantiales de aguas medicinales en Riaká, Oloitia, Musola, de las casi todas son bicarbonatadas sódicas, indicadas para el aparato digestivo y buenas para la mesa.
Bioko además del manantial descrito tiene manantiales de aguas medicinales en Riaká, Oloitia, Musola, de las casi todas son bicarbonatadas sódicas, indicadas para el aparato digestivo y buenas para la mesa.
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