miércoles, 29 de septiembre de 2021

LOS BUBIS SUS CREENCIAS- TERCERA PARTE


 

LOS BUBIS Y SUS CREENCAS -    CAPÍTULO 3º

 

Cuando un bubi hombre o mujer, discernía que tenía facultades para ser adivino o curandero, acudía al sumo sacerdote o Abá, y le manifestaba sus deseos, entonces el sumo sacerdote le aconsejaba los pasos que tenía que dar, que consistían en coger una cabra, sacrificándola, derramando su sangre por el lugar donde iba a habitar, casi siempre una cueva, e igualmente rociando la sangre sobre su cabeza y cuerpo, podríamos decir que era su bautismo. En esa choza sin paredes celebraba una comida de bienvenida con la carne de cabra, ñames y vino de palma. A la misma acudían todas las personas importantes del poblado, que honraban con su presencia al neófito.

En esa choza debía estar tres días sin más defensa contra la intemperie que una pequeña fogata. Pasado ese periodo volvía al poblado para construir un adoratorio junto a la cabaña, lo protegía con una valla, adornada de amuletos, muchos de ellos facilitados por los personajes que acudieron a su comida. Con eso se convertía en lugar sagrado bajo la protección de los espíritus que lo amparaban. Luego venía un periodo de ocho días, rodeado de algunos amigos, en el que sacrificaban gallinas y otros animales para su alimentación, con cantos misteriosos e invitando a los espíritus a entrar y participar de los mismos.

Todo esto lo hacía totalmente desnudo, pintado el cuerpo de rojo con arcilla o n´dola, seguramente el topé o aguardiente le protegía del frio.

Terminados los ocho días, el espíritu decidía entrar en la cueva, y se deducía por manifestar el novicio un estado convulsivo, con gritos, saltos y extraños gestos, entonces recorría el poblado en ese estado, famélico con ojos llorosos como si quisieran salirse de su órbita.

Calmado por la tarde y ayudado de sus amigos, se organizaba un nuevo banquete, con la asistencia de los notables, incluso de los poblados vecinos y con un acto ceremonioso quedaba consagrado bojiammó, con los mismos derechos y obligaciones, que sus congéneres. Acompañado de los mismos visitaba las casas del poblado, donde eran recibidos con parabienes, regalos y consejos.

Fernando García Gimeno   .   Barcelona  29/9/2021

Continuará………

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