jueves, 17 de noviembre de 2011

GUINEA Y SU ENTORNO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL -IV


GUINEA Y SU ENTORNO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL –IV



(La Guinea Española 10.07.1915)

El día 27 del pasado, a eso de las diez de la mañana presenciamos el bochornoso espectáculo de ver secuestrado nuestro vapor correo peninsular y conducido a Duala escoltado por tres barcos de los aliados. Llegado a Duala quedó rodeado de 7 barcos para la pesquisa, digo el latrocinio, que se habían propuesto perpetrar y que contra todo derecho de neutralidad llevaron a cabo los aliados, robando 1.083 bultos de víveres, conservas alimenticias, arroz, harina, azúcar, procedentes de puerto español con destino a puerto español y consignados a súbditos españoles. Los destrozos ocasionados en todo el cargamento que ascendía a más de 24.000 bultos, no es para ser referido, solo para vituperar el agravio a nuestra bandera y protestar por tal atropello. Para el apresamiento del Panay muchos días antes estuvieron merodeando nuestro puerto, llegando hasta boyas, un remolcador armado, según datos fue el mismo de la famosa aventura del Mediterráneo en aguas jurisdiccionales, como era la zona invadida para registrar nuestro puerto.
Satisfechos deberán estar a estas horas los comandantes y oficiales de tales barcos guerreros por una hazaña tan significada.
El territorio del Kámerum, a pesar de los 20.000 hombres del desembarco, lo cual no impide que de cuando en cuando sufran serios contratiempos de parte de los contados alemanes que pueden proseguir defendiendo con las armas su territorio., como sucedió no ha mucho en la región de Eseka entre Edea y Yaunde, viéndose los aliados a retroceder varios kilómetros.
No contentos los aliados con su hazaña realizada con la presa del Panay, quisieron completar su befa al pabellón español , así pues, habiendo llegado a Río Campo el vapor ínter colonial “Antoñico” ( que ya lo deberían conocer los aliados) en aguas jurisdiccionales de nuestro Continente fue detenido  y por más que toda la documentación estaba al corriente, quisieron nuestros cariñosos vecinos occidentales, que el capitán y la tripulación del “Antoñico” se enteraran de las nuevas normas restablecidas por los aliados, así conducido nuestro vapor a Duala, fue minuciosamente registrado casi por dos días, resultando encontrar de flagrante contrabando dos cajas y unas planchas de cobre, de zinc liso, las cajas contenían unas cuantas libras de chocolate y otras tantas de quinina, precaviendo que los de Bata podrían engolonosinarse con el chocolate y acaso con la quinina producirse demasiados zumbidos de oídos , dijeron que su conciencia les urgía prevenir aquellos males y por lo tanto se quedaban con el chocolate y con la quinina. Por lo que respecta a las planchas lisas, que eran para forrar un bote del subgobierno de Bata. Unos pareceres, unos afirmaban que tales planchas se convertirían en cápsulas para fusilería, otros defendían que estaban destinadas a cascos de una división de Hulanos que opera en el Kamerum. Resumiendo que fueron decomisadas.

(10.09.1915)

Llegado de Duala el intercolonial “Antoñico” , se confirma su apresamiento militarmente en aguas españolas y poco menos que saqueado, los desperfectos y roturas de cajas y envases, así como el robo de víveres, 800 sacos de sal, y cuanto les vino en gana. Al día siguiente en Bata un barco inglés desembarcó para establecimientos ingleses, 2.000 sacos de sal y abundancia de arroz. Lo que se tendría que hacer en toda la Colonia es un boicot al comercio inglés en la colonia, por ser el único elemento de defensa disponible ante el robo de los aliados de las mercancías españolas.
Ha atracado el nuestro puerto el vapor inglés “Appam” que trajo algunos pasajeros para esta, llevando gran cantidad de material y personal de guerra para Kamerun en calidad de transporte.

(25-10.1915)

El viaje del Ciudad de Cádiz, uno de los pasajeros interrogado por nosotros nos manifestó que salieron de Barcelona el día 2 de septiembre, al pasar el estrecho de Gibraltar, los ingleses desde el peñón examinaron con cuidado, por medio de potentes reflectores, nuestro barco y luego se dirigió hacia nosotros un torpedero haciéndonos señal de pararnos, después de una entrevista con el capitán, nos dejaron proseguir la marcha.  
En la mañana del día 18 entramos en  Free Town, Sierra Leona, después de haber cargado agua y carbón, vinieron unos agentes de aduana, con la correspondiente policía, unos cincuenta morenos custodiaron el barco día y noche y además hicieron desmontar y sellar la telegrafía sin hilos. Descargaron toda la carga de nuestro barco, llevándosela a la Aduana, registrándola minuciosamente y la volvieron otra vez a bordo. En dichas operaciones emplearon diez días. Señalando el día 1 de octubre para la salida. Cuál fue nuestro desencanto cuando en la madrugada de dicho día prendió fuego en la carbonera, producido por los gases del carbón.  Esto obligó a Descargar todo el carbón, a fin de sofocar el voraz elemento, y luego volverlo a cargar. De ello resultó que hasta el día 5 no pudimos salir, pero con tal desventura que a los pocos minutos tuvimos una avería en las áncoras. ¡Otras tres horas de parada!,.
En Monrovia recogimos braceros para la Colonia y lo mismo hicimos en cabo Palma, a la salida con nuevas averías. Llegando a Santa Isabel el día 12 de octubre, tras CUARENTA DÍAS, de penosa navegación y otro nuevo registro en las cercanías de la Isla.
Cuatro detenciones por los aliados tuvimos en el viaje, sufriendo robos, desmontaje de antena de radio, destrozo de mercancía,  y desprecio a la neutralidad española.

El día 24 de Noviembre, ancló en nuestra bahía el cañonero inglés Rinaldo, trayendo a esta, dos hermanos misioneros y tres religiosas que residían en la Misión de Dschang a 270 kilómetros hacia el norte de Duala, los cuales fueron capturados por los ingleses. De sus labios hemos oído que hubo un encuentro por aquellas regiones de 800 soldados ingleses en su mayor parte de la India y unos 50 alemanes al principio, que luego llegaron a un centenar. A pesar de tener aquellos 8 ametralladoras y varios cañones y estos solamente fusiles del antiguo modelo, sin cañones ni ametralladoras , resistieron durante dos semanas. Después vencieron los ingleses y su botín fueron los 2 hermanos y las tres religiosas. Durante tres semanas han estado rodeados de bayonetas inglesas, sin embargo los soldados les han robado sus baúles y maletas, la quinina, palancas y libros de meditación.  

MI COMENTARIO

Aunque no había nacido en esa época, si tuve la oportunidad en la Segunda Guerra Mundial de experimentar  algo similar. En mi primer viaje a Guinea en 1942, nos obligaron a entrar en Gibraltar y tener un pequeño registro. Así mismo tuvimos que entrar en Accra para dejar a unos ingleses que habían subido en Gibraltar. En plena travesía atlántica un submarino nos hizo detener y subieron a bordo, aunque si no recuerdo mal eran alemanes. Así mismo recuerdo en las cercanías de la bahía de Santa Isabel, una pequeña flota aliada de barcos de guerra, vigilando en la lejanía, según decían los entendidos, esperando la salida de un submarino alemán que se había refugiado en nuestras aguas.

Fernando el Africano  17 nov. 2011
  

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