jueves, 30 de agosto de 2012

LA ISLA DE FERNANDO POO- CAPÍTULO 1


                                                                         


CAPÍTULO 1



                                        LA ISLA DE FERNANDO POO (1891)



En el baúl de los tesoros literarios que tiene la revista de los Claretianos, la Guinea Española, he observado que a partir de 1960, se inician una serie de artículos sobre la isla, escritos por don José Valero, que deben de estar datados sobre finales del siglo XIX.

Dado su interés voy a transcribirlos, por lo menos algunos.


LAS PRIMERAS FINCAS DE CACAO



Bahía de San Carlos.--

Hasta su muerte Vivour fué el delegado del Gobierno en la bahía de San Carlos, y en los libros que llevaba para la recaudación de derechos sólo aparecían millares de ñames embarcados y alguno que otro barril de aceite. Hombre poco escrupuloso, procuraba ocultar los artículos de importación y exportación sujetos a gravamen.

A la bahía de San Carlos, que conozco bien, por haber entrado en ella cinco veces, dos en buques de vapor, una en bote y dos por tierra, suelen bajar los bubis a pescar. Ejecutan esa faena construyendo con piedras pequeñas unos grandes corrales, que la marea llena de sardinas, recurso que no desprecian tampoco los dueños de plantaciones, pues con esta clase de pescado, jureles, colorados y corbinas, alimentan sus dotaciones de braceros.

Los pueblos cuya existencia he comprobado y que no aparecen en la carta más moderna, la de Baumann, constituyen el territorio de Babioma. En él están enclavados desde 300 a 650 metros de altura, los pueblos de Boemeriba,Baobetó, Baocoricho, Balombe, Belebú, Basá y Mendé; los tres últimos nombres, seguidos de la palabra Wilachá, que significa arriba o muy alto, constituyen otros tres pueblos más. Como la zona que ocupan estos no produce palmeras, los habitantes de la inmediata los acusan de ignorantes, porque dicen que no saben extraer topé, ni emplear otros materiales que suministra aquel árbol. El jefe principal (moltari) se llama Sopo.


Expedición en la zona meridional de la Isla- 5 de marzo



Casi a oscuras, empezamos a subir en dirección sur, los montes de Batete, que arrancan de la misma bahía, descansando a las 11 de la mañana a 500 metros de altura en un cañaveral, cerca de Wesbe, donde se estableció en un principio la Misión protestante, situada hoy a corta distancia del mar ( el pastor protestante es un negro). Desde allí y en una misma dirección, continuamos durante una hora, y luego tiré hacia el Oeste y descendiendo de la cumbre de una colina a la que ocupa la Misión católica. En el trayecto visitamos las rancherías de Balobilló, Balobende, Baocoricho, y el pueblo de Baya cuyo jefe es una mujer llamada Sibelo, hermana de Viabedá, moitari del territorio de Batete, esta machuca usa barba postiza en las fiestas. (Estas barbas, de piel de cabra, y alguna vez de fibras vegetales, también suelen usarla los hombres).

Día 6.-- La Misión de Batete o de San Carlos se halla situada en una meseta, capaz de contener holgadamente la casa de los Padres, escuelas y dormitorios, y varias plantaciones, con una huerta o granja en la que nuestran hortalizas, y lo que es más raro, patatas. En la Misión se educan 42 niños bubis, cuya mayoría habla y escribe en correcto castellano, este adelanto, obtenido a costa de grandes sacrificios, significa un triunfo en el arduo problema de la civilización, aquellos niños no son ya salvajes ni detestan la enseñanza. Nada se opone a que se escapen, van solos a sus pueblos y al bosque, y vuelven siempre alegres a recibir la bendición de aquellos buenos misioneros que agostan su juventud y mueren en defensa de la religión y de España, cuyo nombre pronuncian conmovidos.


Anotaciones particulares mías a este capítulo.


El autor habla de las veces que ha entrado navegando a la bahía de San Carlos, .- Efectivamente en esa fecha no existía carretera de Santa Isabel a San Carlos, hasta 1930 no se puede decir que hubo una carretera apta para vehículos de esa ruta. Por lo tanto todo se transportaba en lancha. Esa fue uno de las negocios que el inteligente negro Maximiliano Jones creó para ser uno de los africanos más ricos de la Isla. Aunque en realidad antes que él, el kruman Guillermo Vivour que nombra el documento era el más rico en la Isla, y sus trabajadores a veces tuvieron que ayudar a la autoridad española en imponer la ley y la paz en la zona de San Carlos.

Cuando habla del Misionero protestante y dice que era negro, hay que comentar que las misiones americanas que se establecieron en África se dieron cuenta que para propagar la fe, el mejor método era llevar a los destacados niños a Estados U/nidos y prepararlos para extender su evangelio. De estos nuevos pastores hay algunos muy nombrados que procedían de la Isla de Corisco.

Por cierto Vivour se casó con la hermana de uno de esos pastores, cuyo apellido prestigioso muy conocido en la Isla, creo que era Barleycorn.



Fernando García Gimeno - Barcelona a 30 de agosto 2012

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