MISCELANIAS DE OTROS TIEMPOS- 8
8.04.1907
Por disposición superior partí
para Duala Kamerún en el vapor Elobey el 14 de marzo pasado. El objeto de ir
citado vapor era para limpiar fondos. Llegamos a Duala a las seis de la tarde a
causa de haber llevado a remolque la lancha vapora del subgobierno de Elobey.
Acompañado de los señores Ansoleaga y Arriaga fui a la Misión católica. Muy bien
nos recibieron el reverendo Vicario Enrique Vieter y demás misioneros.
La estancia se prolongó a causa
de haber estado ocupado el dique flotante que tiene allí la compañía alemana
Woermann. Estaba en dicho dique el hermoso yate del gobierno del Kamerún
“Elisabeth”. Durante este tiempo pude visitar la población de Duala que es
bastante grande y tiene algunas calles bien alineadas, limpias y con sombras de
árboles llamados “vadamios” y otras clases. Hay edificios muy sólidos ya del
Gobierno, ya del comercio y aún de algunos indígenas. El número de habitantes
lo hacen subir a 20.000.
El día 20, gracias al reverendo
padre Vieter, pude visitar los manantiales de petróleo situados al este de
Duala a dos horas de la población. No pudieron consentir los reverendos
misioneros que hiciera a pie esta visita, sino que ellos mismos pidieron un
cochecito y un caballo a uno de los secretarios del Gobierno, joven católico
llamado Benito Bittner, que gustoso accedió al deseo de los padres. Gracias,
pues, a los citados manantiales.
Fuimos recibidos por un señor
europeo que se halla al frente de los manantiales y maquinaria para la explotación
del petróleo. La compañía alemana que explota dicho artículo se titula
Kameruner Bergwerkgessellschaft. Entre la apertura del camino, en el cual
transita bien un coche, y máquinas ha gastado esta compañía hasta el presente
800.000 marcos. Para la mejor extracción del petróleo abrió dos pozos, uno de 360 metros y el otro de
800 de profundidad.
Actualmente tiene suspendidos
los trabajos hasta conseguir del Gobierno ciertas garantías que desea al objeto
de la explotación. Se me dijo, no obstante, por un oficial del Gobierno que en
el próximo abril continuará los trabajos. Junto a uno de los pozos a flor de
tierra hay una pequeña balsa de agua crasa. Revolviendo esta agua aparecen las
porciones de petróleo con el color que lo distingue. El señor encargado cogió
un puñado de hierba seca, lo mojó con dicha agua y con una cerilla ole prendió
fuego, el cual fue ardiendo, notándose empero el ruido producido por el agua
que tenía mezclado.
Por una insinuación del
ilustrísimo vicario, me entregó una botella de esta agua, y se brindó a
enseñarme el material que tenían en los almacenes para los trabajos de
explotación. Realmente ha debido vencer grandes obstáculos para la conducción
de tan pesadas maquinaria como tiene allá instaladas la compañía.
Entre los pozos hay construidas
unas 16 casitas junto al almacén, que servirían para habitaciones de los
europeos, ocupando cada individuo una de ellas. Están situadas en una colina en
la que pasa muy bien la brisa, para la mejor conservación de la salud del
europeo en estas latitudes. Aleccionados por la triste experiencia de haber
perdido a un compañero cuando vivían en un ribazo junto al manantial o pozo, se
decidieron a poner las habitaciones en otro sitio mejor ventilado.
Me ofrecieron igualmente
visitar la construcción de un ferrocarril de 0,90 metros para unir
Duala con el lago. Junto al río tiene una fábrica para serrar madera para
traviesas, así mismo vi. una locomotora y varias vagonetas que iban allanando
el terreno por donde a de pasar la vía.
ALUMBRADO PÚBLICO
Estos días gracias a los
trabajos realizados por el Consejo de Vecinos de Elobey, se ha inaugurado el
alumbrado público la noche del 26 de marzo pasado. Dieciocho grande farolas
diestramente colocadas en otras tantas columnas de hierro, cuyo valor asciende
a unas 2.000 pesetas, dan un aspecto fantástico a la bonita isla.
MI COMENTARIO
Me resulta sorprendente que en
1907 ya se extrajera petróleo de la misma plataforma continental que se extrae
actualmente en Bioko y que tuviéramos que esperar más de 50 años para darnos
cuenta de la riqueza en este aspecto de la Isla , pero también se vislumbra que entonces como
ahora los Gobiernos ponen impedimentos a la inversión privada con cortapisas e
inconvenientes, en vez de facilitar y cooperar en el desarrollo de una nación.
Igualmente resulta curioso que
ya en 1907 la diminuta isla de Elobey Chico tuviera alumbrado público, cuando
60 años más tarde la capital Malabo ha tenido problemas de alumbrado.
Recapaciten sobre este hecho los gobernantes.
Fernando García Gimeno Algete
a 16 diciembre 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario