MISCELANIAS DE OTROS TIEMPOS-10
DE GEOGRAFÍA – agosto 1908
Encuentro una poesía del padre C.M.F. Agapito Ajuria, y dado
que describe el nombre de algunos pueblos guineanos me permito transcribirla.
Los pueblos de la
Guinea
si los conoces no sé;
sus nombres si tú lo quieres
con gusto te los diré.
Nombres de santos hay muchos,
iba a decir a granel:
la capital por ejemplo,
se llama Santa Isabel.
De Concepción a San Carlos,
San José de Banapá,
y de Maria Cristina
ninguno se olvidará.
Si marchas al Continente,
al encuentro te saldrán,
el famoso San Benito
y también San Juan.
Si busca ambiente puro
que vida y salud te dé,
sube corriendo a Moka
a Musola o Basilé.
Y en esa población bonita,
la que guardaba el francés,
es la que llaman Bata
que ya español es.
¿Y esa que un chalet semeja,
isleta que ahí se ve?
fue centro de un subgobierno
es el pequeño Elobey.
No lejos y separado
por una lengua de mar,
otra isla está que podemos
Elobey Grande llamar.
¡ Ay! Ya te veo Corisco
isla hermosa y sin rival:
la de los rayos, relámpagos,
la que llaman del cristal.
Otra isla, que muy lejana,
se escapa a nuestra visión,
la llaman de las ballenas,
isla grande de Annobón.
Los puestos de Grande y Asobla
tu ya los quisieras ver
la moderna Calatraba
debe ser un placer.
Más, todavía un nombre,
de importancia excepcional;
es el Muni celebérrimo,
en la historia colonial.
Y basta que no te quiero
con más nombres molestar
si bien quedan por contarte,
de tales nombres la mar.
Agapito Ajuria C.M.F.
MARFIL VEGETAL – 25-08-1908
Hace algunos años que, impelido nuestro cayuco “Muni” por la
marea y por el acompasado bogar de nuestros colegiales, nos internábamos
rápidamente en el río Bañe. Mientras yo rezaba el Santo Oficio y nuestra
tripulación se entretenía en relatar historias
y cuentos en castellano, se oye a uno de los tripulantes
decir en pamue: “Deguega alen Mon Nzama dele aolang eyala”. -Mirad aquella
palmera del hijo de Dios, que alta es.-
Interrumpí por un momento mi rezo y pregunté a los
colegiales; ¿a que árbol llamáis así? Los muchachos me señalan una palmera
gigantesca, situada en la parte derecha, en el lugar llamado Mboka-Mbañe; la
cual es conocida entre nosotros con el nombre de “palmera del marfil o Tagüa” (
Phytalephas macrocarpa).
Me ocurrió de pronto que nuestros colegiales habían oído
hablar de nuestra palmacristi , y que aplicarían ese nombre a dicha palmera;
más ello me contestaron que no era así, sino que los pamues la conocían con
aquel nombre. No quedé satisfecho con la respuesta, y así al día siguiente,
tuve ocasión de hablar a solas con un anciano, señalándole una de las palmeras,
le pregunté como la llamaban los pamues, a lo cual me contestó como me habían
contestado los muchachos. Después he vuelto a preguntar en diversas partes, y
en todas es conocida dicha palmera, entre los pamues, por la palmera del Hijo
de Dios.
Hasta ahora no he podido saber en que se fundan para darle
ese nombre, mas, lo he querido apuntar aquí, para que pueda servir de punto de
partida para ulteriores investigaciones.
Como la Togúa
o palmera del marfil se da espontáneamente en nuestra Colonia, no sería tiempo
perdido en aprovecharse de ella, no solo para adornar nuestros paseos y
jardines, sino también para obtener el marfil vegetal, que resulta de líquido extraído
de sus frutos maduros el cual se va consolidando lentamente hasta llegar a
adquirir notable dureza y semejanza del marfil animal.
Generalmente todos los aceites tienen hoy en día mucha
aplicación en la industria. Por fortuna nuestra Colonia no escasa en este
punto, pero lo sensible es que, o no se aprovechen, o se vayan en su mayor
parte al extranjero. Conocidos son ya los aceites de las diversas palmeras, el
no despreciable del árbol llamado Boyabe por los bengas y Asa por los pamues,
el abundante y exquisito Fo de los pamues etc. Hoy me concretaré
A dar a conocer un aceite animal. Se obtiene este de un
pequeño insecto , es cual me es imposible describir concretamente, pues aún no
he tenido ocasión de verle, si bien poseemos su aceite y también he probado la
gustosa pasta que resulta, una vez machacado y cocido, operaciones necesarias
para extraer el aceite.
Según me han dicho, es una especie de hormiga o mosca.
Nvele, la cual en tiempo de lluvia se esconde en la tierra, de la cual forma
montones, a semejanza del comején u hormiga blanca. Los bikos y los balenges
del interior del Muni son los que se aprovechan de este producto.
Firmado : N.
González, C.M.F.
MI COMENTARIO
En la poesía del padre Agapito, hay un versículo que dice en
la población bonita que guardaba el francés pero que ahora ya es española. Por
si algún lector ignora hasta ya entrado el siglo XX, los comercios, iglesia y
control militar en la ciudad de Bata, todavía estaba en manos de las mismas
autoridades francesas que controlaban el Gabón actual.
En el artículo del padre González sobre el marfil vegetal,
hay que significar el potencial forestal de Guinea Ecuatorial en aquellos
tiempos inexplorado y el desconocimiento aún hoy día de especies arbóreas
capaces de curar enfermedades u otras aplicaciones desconocidas.
Fernando García Gimeno
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