domingo, 24 de noviembre de 2013

LOS ALEMANES EN GUINEA- PRIMERA GUERRA MUNDIAL






                                           Banda de las tropas alemanas en Fernando Poo


LOS ALEMANES REFUGIADOS EN GUINEA GUERRA DEL 14


Con la invasión y el inicio de la Guerra en Camerún, por las tropas inglesas y francesas, cuyo principio fue la toma de Duala en septiembre de 1914, y el bloqueo de toda la costa del Golfo de Biafra por la escuadra inglesa, presentó un problema para el comercio entre España y Guinea, por el registro indiscriminado y detención de nuestros correos, hasta el punto de incautar la mercancía destinada a Guinea.

El asunto se agravó en 1916, cuando huyendo del Camerún entraron en el territorio de la Guinea Continental, unos 60.000 cameruneses siguiendo a las tropas alemanas, según informe del gobernador Ángel Barrera en febrero 1916.

Esto fue un problema grave para la ciudad de Bata y pueblos por donde transcurrió la masa emigrante, terminando con las existencias de todo tipo, pero básicamente con los comestibles, lo que hubo incluso enfrentamientos con las tribus fang y los fulah procedentes de la zona de Yaunde del Camerún. Unos volvieron a su patria al ver la falta de alimentos, otros por medio de los transportes españoles básicamente fueron trasladados a la isla de Fernando Poo, dado que los aliados exigieron esta medida por temer que esas tropas pudieran volver a internarse en el Camerún. De esos 60.000, al final quedaron con destino a Fernando Poo unos 6.000 soldados, y 12.000 personas entre mujeres y niños, así como cientos de oficiales alemanes.

Las cifras de esas poblaciones en movimiento, son difíciles de concretar, dado que cada libro da una, según las fechas, tal vez.

Antes de relatar algo más sobre ese problema que representó para España, voy a resumir un artículo aparecido en la Guinea Española de fecha 25.05.1916, firmado con las iniciales M.A.G. C.M.F. ( un claretiano por lo que se ve).:

España se atuvo a la estricta neutralidad en parte obligada por los aliados, aparte de su significada inclinación germana de aquel tiempo. Nuestros barcos dada la aglomeración en Bata de alemanes y de indígenas cameruneses, tuvieron que efectuar múltiples viajes de Bata a Santa Isabel, para descongestionar el territorio continental, donde el hambre y las enfermedades empezaban a tener víctimas y la peste enseñaba sus aceradas uñas. Llevados a Fernando Poo donde ya existía un mal abastecida plaza, agravado el problema con el bloqueo del Atlántico por la flota británica.

Al entrar en la Isla cerca de 1.000 alemanes que se establecieron entre Santa Isabel, Basilé y San Carlos, durante los 20 meses de guerra y bloqueo, escasearon los víveres para los demás europeos. Apenas se encontraban en los comercios artículos de primera necesidad para la alimentación del europeo. Es verdad que nuestro Gobierno con la mayor brevedad envió el vapor Cataluña con provisiones al Gobierno general de la Colonia, y este lo distribuyó equitativamente, pero el vapor no dio abasto  a las muchas necesidades existentes.  Poco después llegó el Panay con provisiones y carga general, incluso la salida del crucero Extremadura con 800 alemanes que estaban internados en la Isla, mejoró la falta de alimentos., dado que parte de estos alimentos se destinaba al aprovisionamiento de los 3 barcos que componían la expedición que salió para Cádiz, quedando unos 150 alemanes internados. 

En la mañana del 8 de mayo, todos respiramos alegres, aunque luego pasó la alegría, al conocer que el vapor Villaverde, no traía más que arroz, pescado salado o seco, tabaco y harina para ponerlo a disposición del Gobierno y alguna cosilla más. Con esto se remediaba en parte el hambre de los morenos, pero no las duras molestias de los europeos. Otra vez sin garbanzos, sin tocino, sin jamón o cosa equivalente para el puchero, y sin vino. Los precios quintuplicados y poco en las factorías. Sabemos que algunos a falta del bacalao, han echado mano al tiburón salado que venden los morenos y al licor de palmera , de la malanga o del plátano frito.

El día 16 zarpó para la Península el vapor Villaverde, con regular expedición germano española. Menos mal que disminuyen los comensales.

Segunda salpicadura.-- El hambre en los trabajadores, por falta de arroz y pescado, alimento reglamentario para los trabajadores. La falta de Ardoz se suple con el plátano, pero éste escasea mucho también en las fincas por lo que diremos  muy pronto, que  va a ser un artículo de gran lujo.

A falta de pescado y so pena de enfermedad a los braceros, se ven los propietarios a darles libertad en parte del tiempo laborable, para que se hagan con un groundbeef ( rata de bosque) , ardilla o reptil, así como pececillos, langostinos, cangrejos, caracoles y ranas.

La llegada de esos 17000 cameruneses a la Isla, Actualmente afincados en limpios y alienados campamentos situados fuera de la Capital, ha traído carestías, como la horrorosa subida de precios. Como venían hambrientos, pero con regular acopio de moneda, los comercios quedaban vacíos, claro que sus propietarios habrán hecho su agosto.

Allí donde se ha instalado esa multitud de 17.000 nuevas bocas que alimentar, por feraz que fuera la zona, se ha quedado sin nada.

El Gobierno ha tenido que tomar medidas para evitar robos y desmanes, dado los numerosos grupos de gentes que van buscando comida por las fincas, lo mismo pasa en los ríos capturando pececillos, a ves se ven grupos de cuarenta mujeres haciendo esto cerca de poblados bubis.

Carestía de bambú. Sabido es que los indígenas de nuestra Isla cubren sus chozas o viviendas con bambú o nipa, o sea con hojas de esta planta cosidas o entrelazadas entre si con la corteza de sus ramas.

Los tejados así construidos, bien cuidados, durante un par de años, al cabo de ese tiempo han de ser renovados.

Pues bien, para la construcción de su innumerable construcción de chozas para sus campamentos, están haciendo una verdadera riza de los criaderos  o plantaciones de nipa, en donde hasta ahora se abastecían los bubis, que deploran amargamente  este horroroso consumo que les impedirá renovar sus casas en un par de años.

Pasamos por alto la verdadera plaga de moscas y tábanos y otros molestos huéspedes que se nos ha venido de los camerones, todo ello para valorar el enorme sacrificio que ha hecho esta Colonia para albergar a esa gente.

CONTINUARÁ……………….


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