CHIBA Y SU POBLADO
Chiba es un héroe mítico surgido de la supuesta lucha entre
los poblados de Baho y de Belelipa. Chiva capitaneando a 120 guerrero de
Belelipa . Una lanza hirió de muerte a Chiba, sus seguidores echaron al suelo
sus lanzas y lo rodearon como testimonio de su admiración, así murieron
lanceados por los de Baho.
Todos prefirieron morir al lado de Chiba y acompañarlo al
otro mundo, que vivir derrotados. La madre de nuestro héroe llamada Morihí,
lloraba desconsoladamente la muerte de su hijo, hasta que oyó una voz que le
decía: No llores, el llanto no saca a
ningún hombre del sepulcro.
Chiba se hallaba en la región del otro mundo, y como allá se
vive mejor, los jefes espirituales organizaron un gran banquete, pero existía
un problema grave por el cual no podía acudir al banquete Chiba, dado que al morir joven
todavía no había adquirido el título de Aloboam, indispensable para entrar en
la primera categoría social. – Eso nos indica que allí también hay lo que
alguno llama ahora CASTAS SOCIALES-.
La única solución posible es volver a la tierra para recibir de una
forma expresa, su titulación, así que los
jefes le autorizaron un viaje rápido de ida y vuelta.
Enterados de su vuelta y llegada, los espíritus que
habitaban este mundo, se prepararon para organizar una gran fiesta, durante la
cual solemnemente le otorgarían el título de Aloboam. En dicho acto estaría
rodeado de sus 120 guerreros que sacrificaron la vida por él. Lo importante es
que durante la celebración ningún rayo de luz hiriera a Chiba y su séquito,
ello anularía todo el proceso. Para ello se dispuso que todas las nubes del
cielo bajaran para extender un manto que evitara la penetración de la luz
durante su fugaz estancia en la tierra.
Tantos fueron los agasajos que recibió en el acto Chiba que
les prometió establecerse en el pico de Santa Isabel, y allí vivirá tranquilo
con aquellos que dieron la sangre por él.
Su madre Morihi, volvió a llorar sin consuelo por volver a perder
a su hijo. Con el tiempo fue acusada de haber sustraído aceite de la sociedad
de mujeres de la que, ella era presidenta. Desesperada se dirigió al barranco
donde se había despedido su hijo, buscando su consuelo. El poblado entero se
movilizó buscando a Morihi por todo el territorio y sin encontrarla, hasta que
el mismo Chiba les dijo: < No busquéis más a mi madre, está conmigo en la
región de los difuntos>
En efecto Morihi estuvo suplicando en la entrada del pueblo
creado por su hijo, al final la dejó entrar con la condición que no probara nada de la comida de los espíritus, al final
pudo más su curiosidad y probó algo de banga (palmiste) al momento de comerlo,
su cuerpo se espiritualizó, por lo cual en los proverbios bubis, se dice,
<< Morihi está en el otro mundo sin haber muerto>>.
El pico es conocido con el nombre de Obasa, las creencias
dicen que en su cercanía está el poblado invisible que fundó Chiba. Si alguien
intenta llegar los espíritus lo despistan y hace que se pierdan por la montaña.
Para poder subsistir el poblado se convirtió en un poblado de cazadores.
Chiba posee sus propios perros de caza, que a veces atacan a
los que merodean por el lugar, hasta se dice que los europeos los han visto y
han oído sus aullidos. El pueblo de Chiba tiene hasta búfalos. A finales del
siglo XIX parece que se extinguieron los búfalos pero constancia de su
existencia la dan que los misioneros descubrieron en sus primeros contactos con
los jefes bubis, cráneos, pieles, cuernos y pezuñas de estos animales. Existe
un poblado actualmente muy modernizado que se llama Batoikopo , cuya palabra
viene de : Ba= Los / Toi = Pretérito de toa vencer/ Kopo>= Búfalos/ resumiendo Batoikopo
significa = Lugar donde vencieron a los búfalos. En el diario de John Clarke se indica que
cuando llegó por primera vez a Batoikopo en 1841, una mujer había sido herida
por la acometida de un búfalo.
La fortaleza de ese pueblo estaba unida a la fortaleza del
búfalo. Chiba , a veces autorizaba su caza, con algunas limitaciones, tal que
no se podía descuartizar el animal en ese territorio , el cráneo siempre debía
quedar en posesión del jefe del poblado, y hacer sacrificios para librar de los
espíritus malignos ocultos en el búfalo.
Chiba siempre ha sido muy venerado por los cazadores. Hasta
hace poco un sacerdote de Chiba lo veneraba en una cueva de Belelipa.
Los datos están extraídos del libro del padre claretiano A.
Martin del Molino, Los Bubis Ritos y Creencias.
Fernando García Gimeno
22 de Septiembre 2014
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