jueves, 2 de abril de 2015

LA LLUVIA













LA LLUVIA

Obasa dios de la isla desde su trono
señala que es la hora de su habitual baño,
avisando  con sonoros truenos
y espada en forma de rayo.
Manda agua, se abre el cielo  
baja por las laderas de Bonyoma
con  entusiasta  anhelo
Y con perfecto celo.
Riega su cuerpo de tres mil metros
El viento masajea toda Bioko
desborda ríos, torrentes y vericuetos.
El líquido llega a la selva de Robube
Los puentes quedan inundados
desde su palacio en Basilé
nos deja bien mojados.
Todo el mundo inquieto y despierto
El trueno  cerca se escucha
de repente todo es silencio
todo queda en calma.
Las gotas recuerdan lo pasado
El campo emerge  verde, saturado

Obasa envaina el rayo, su arma. 

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