viernes, 22 de octubre de 2021

LA HITORIA DEL BALONCESTO EN GUINEA ECUATORIAL

 


La historia del baloncesto en Guinea  Ecuatorial        Capítulo 1º

 

Con este documento, deseo explicar que uno puede hacer cosas que parecen imposibles, dedicando tiempo y esfuerzos.

 

 

En el año 1955, fui a ver al cine Jardín una película que se llamaba Campeones de Ébano, era la historia de los Globers Troters, en la que su pivot Tatum, efectuaba maravillas hasta con su sombrero. Nunca había visto yo jugar a baloncesto, ni tan siquiera me constaba su existencia, pero me impresionó tanto que decidí practicar aquel juego, en un país que entonces no había ni pista, ni balones.

 

Mi primer trabajo fue conseguir la dirección de la Federación Española, y no recuerdo como la conseguí pero recuerdo que su presidente se llamaba Pons de apellido. Así que le envié un escrito supongo que convincente explicando que deseaba organizar el baloncesto en aquellas tierras y para ello mi primera necesidad era conocer su reglamento y sus tácticas, así como ver la forma de entrenar a un equipo.

 

Tuvo la santa paciencia de enviarme el reglamento, las dimensiones y normas del campo y canastas. Volví a escribirle manifestándole que como me trasladaba en pocos meses a Barcelona de vacaciones, si podía ver como entrenaba algún equipo en esta ciudad. Me contestó enviándome una carta de presentación para el Club de Futbol Barcelona (Del que yo ya era socio) y la inscripción de entrenador nacional que entonces se podía efectuar por correspondencia. Hice algunos meses los ejercicios para la titulación, pero me absorbió el ingente trabajo de organizar el baloncesto en la Isla. 

 

En mis vacaciones de 1956, visité al Barsa, me facilitaron asistir a los entrenamientos de su equipo de baloncesto y efectuarle algunas preguntas a su entrenador, que entonces era extranjero. Algo aprendí de lo que no sabía nada. 

 

Al regresar a Santa Isabel, visité al delegado de deportes de Fernando Poo, Quintana,un canario muy simpático que era el jefe del negociado de Industria en la Isla, le pareció bien la idea y me dio carta blanca no solo para el baloncesto, sino también para el atletismo, según consta en un carnet de la Delegación Colonial de Deportes, por el nombramiento 3.362, se me nombra Delegado de Deportes y como me parecía muy fuerte tener dos cargos, hice que nombraran delegado de atletismo a mi hermano Salvador, del que igualmente conservo el nombramiento.

Continuará………

 

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