martes, 25 de enero de 2022

BASILÉ

 BASILÉ

BASILÉ

 

Una pequeña choza situada a quinientos metros sobre el nivel del mar, escondida por la madre naturaleza con unas nubes blancas, que más parecían una bufanda que la cubría para ocultar su belleza. Gracias al esfuerzo de algunos españoles llegados con el ánimo de convertir aquel paraje escondido, en un pueblo próspero y trabajador.

Al principio lo que llamó la atención de los colonos, es que parecía que todos los habitantes de ese entorno, disfrutaban de muy buena salud, por lo que se pensó en construir una casa destinada a sanatorio. Tal vez la excesiva humedad y las permanentes nubes en la época de lluvias, frenaran aquella idea.

La choza bañada por dos riachuelos de agua ferruginosa, y adornada por una exuberante vegetación refrescada por una brisa fresca que su cercano pico, cercano a los 3.000 metros de altura, les enviaba como vecino cercano.

En 1892, teniendo noticias que el gobierno español, iba a enviar unos colonos a la Isla, como deportados políticos. A su llegada y mientras se construían unas casas en Basilé, se utilizó como vivienda, en la fragata Perla y la corbeta Isabel. No se concreta el número, unos historiadores lo fijan en 90 otro en 36. Mientras se construían las viviendas, hacían trabajos de reparaciones, esporádicamente.

Debido a la fiebre amarilla que se desarrolló en aquellas fechas, su número se redujo. Después de 10 meses de estancia en la Isla, fueron indultados la mayoría volvieron en expedición marítima a Cádiz. A su llegada manifestaron el buen trato que recibieron del gobernador Gándara. 

En una expedición de colonos de ascendencia valenciana, se establecieron diez familias con un total de 52 miembros.

Dado el buen clima, algunos gobernadores escogieron Basilé como residencia, y dado el aumento de población se decidió levantar una iglesia, cuya primera piedra, fue solemne celebrada el día 1 de enero de 1898. En 1908, se inauguraba el bello altar, ideado por el padre Segarra, autor entre otras obras de la Catedral de Santa Isabel, colaboraron en su construcción alumnos del colegio de Banapá, bajo la dirección del hermano carpintero.

Seis meses después se inició la construcción de lo que sería la escuela de las Hermanas Concepcionistas.

Antes la eventualidad que atacasen los americanos durante los sucesos de nuestra lamentable Guerra Civil, dispuso el gobernador se activasen las obras, para poder proporcionar alojamiento a las Concepcionistas y alumnas, cuya suerte habría sido desdichada en los bombardeos de Santa Isabel y ocupación.  Disipados los temores, pensaron que seguía siendo importante acelerar las obras para poder dar una buena enseñanza a los hijos de los colonos y a las nativas.

Hay una anécdota graciosa en la inauguración oficial de las instalaciones de las alumnas concepcionistas, aunque la he contado varias veces en mis escritos, deseo recordarla. Dice así:

Se invitó al acto a los jefes de los poblados, autoridades locales, pero casi no asistió ninguna autoridad o persona importante del mundo bubi. Así mismo no se matricularon ninguna niña bubi para el colegio que se iba a inaugurar. Cuando terminó el acto, el gobernador investigó las razones de ese desplante, y se lo explicaron así:

En las tradiciones bubis, la mujer que cometía adulterio, se le cercenaba una oreja, y dado que las monjas llevaban las dos tapadas, pensaron que se las habían cortado por atroz adulterio, así que no pensaba llevar a sus hijas a tal colegio. Aclaradas las malas interpretaciones, el colegio fue un éxito para las nativas. Posteriormente mi hermana fue de las primeras niñas blancas que admitieron.

Cuando organicé la  liga de baloncesto femenino, cada jueves me subía a Basilé a darles clases, y los demás días, sor Manuela Ariza les repetía los entrenamientos que había visto como yo efectuaba. Por cierto, sor Manuela, fue la que me contó la historia de las tocas.

 

Fernando García  El Africano

Barcelona 25 de enero 2022

3 comentarios:

maria dijo...

Para ir a Guinea nos vacunaban de la fiebre amarilla?

fernando africano dijo...

Hubo en los primeros tiempos obligación, pero creo yo que a partir de 1954 ya no era necesario. Gracias por contactar.






Anónimo dijo...

Hola Fernando, gracias por tu Blog. ¿Tienes alguna informacion escrita o grafica sobre la familia Amilivia en Guinea entre 1905 y 1968 y el Patio Amilivia? Te agradeceria cualquier indicacion o fuente de informacion para consultarla, pues mi esposa forma parte de ese tronco familiar y estamos reconstruyendo en lo posible la historia de sus antepasados para que no quede en el olvido. Agradeciendo tu atencion, recibe un saludo,
Miguel Catalan