jueves, 1 de marzo de 2012

AÑORANZAS DE NUESTRA GUINEA-III


AÑORANZAS Y NOTICIAS DE NUESTRA GUINEA- III

Febrero 1922- Bata

Las circunstancias nada halagüeñas y en un todo adversas por las que han tenido que pasar nuestra Colonia el pasado año de 1921, no han sido bastantes para disminuir la importancia que en este puerto de Bata se tiene de tiempo atrás bien conquistada.
A pesar del naufragio del vapor Antonico, de la gripe, de la viruela más tarde, que penetrando en lo más interior de estos bosques guineanos, ha hecho verdaderos estragos en las vidas de sus moradores; a pesar de tan mortíferas pestes, la contrata de braceros ha ido siempre hacia delante, pudiendo consignar como cifra escueta y verídica 2.864 braceros, salidos de este puerto para la isla de Fernando Póo, en 1921. No es pues de despreciar ese contingente.  
Los barcos alemanes son casi exclusivamente los que han dado vida y animación a las factorías nacionales y extranjeras. A ellos se debe a que no hayan sido perjudicados los movimientos de braceros a la isla, supliendo la ausencia del hundido Antonico.

Fin trágico de un cazador

Tres años hacía que prestaba sus servicios a don Antonio García, en calidad de cazador, durante este tiempo mostró su fama en el arte de la caza. La última semana del pasado año, consiguió dar muerte a dos elefantes, cuyos colmillos de metro y pico y de 10 kilos de peso, algo valen. A fines de esta semana regresaba con otro compañero de dar un ojeo por el bosque próximo al río Mbía separándose al cabo de poco tiempo el uno del otro.
Al poco rato de la separación, el cazador de nuestro relato fue tan afortunado que de un tiro dejaba tendido en tierra a un enorme leopardo, de 2,84 metros de largo.
El héroe de nuestra hazaña creyendo muerto al leopardo, deja a un lado el rifle y sacando un cuchillo de la vaina, se acerca confiado al moribundo felino, le clava el cuchillo en el corazón, pero al sentirse de nuevo herido el animal en los estertores de la agonía da media vuelta y con la vehemencia y rabia salvaje que se deja suponer, hincó sus afilados colmillos en la pierna y brazo del atrevido cazador, arrancándole buen trozo de carne y de un zarpazo en la cabeza le derribó en tierra dejándole envuelto en un verdadero charco de sangre.
Al ruido del disparo y de los ritos de intenso dolor que lanzaba el intrépido cazador, acudieron al lugar los habitantes del pueblo próximo, quedando horrorizados al contemplar al herido sentado al lado de la víctima , con la cabeza y frente atada por las uñas del leopardo y saliendo de sus heridas la sangre a borbotones.
Llevado al hospital de Bata, se procedió con toda diligencia a su curación y merced a los solícitos cuidados del personal técnico de dicho centro se consiguió por aquel entonces conjurar el peligro, pero a los pocos días, tal vez por la cangrena o  el efecto de la mordedura rabiosa del felino, falleció nuestro cazador.  

El Tabaco en nuestra Colonia

En nuestra finca de Banapá, vieja hoy porque han pasado por ella 36 años de producción y a esa edad tienen derecho a jubilarse, se han llevado a cabo con seriedad diferentes experiencias de frutos tropicales por vía solamente de estudios y para poder decir al europeo como al indígena: este cultivo puede emprenderse porque la experiencia enseña que puede prosperar. Efecto de esta teoría ha sido como hemos podido asociar al indígena al cultivo del cacao, arroz, árboles frutales, cría de animales etc.
Uno de estos estudios, fue ya en los principios de nuestro establecimiento en la Colonia el estudio experimental del tabaco.
Al efecto se escogió un terreno como campo de experimentación, se levantó un secadero y se escogió personal hábil, entonces cosa fácil por residir en la isla los deportados cubanos, de los que echaron mano, aquellos nuestros misioneros para el cultivo del tabaco, trabajando bajo la dirección de los nuestros.
Rescatado un libro antiquísimo de apuntes particulares y estadística de producción, se han podido extraer algunos datos interesantes.
En 18 meses comprendidos entre octubre de 1888 a diciembre de 1890, se sacaron de la producción del tabaco de Banapá más de 54.000 puros elaborados, sin tener en cuenta el tabaco de rama y en polvo que proporcionalmente debía ser más cantidad.  
En febrero de 1889 y en una sola partida se mandó tabaco en rama a Canarias por valor de 1.500 pesetas , que representa una partida muy notable, toda vez que se proporcionaba tabaco a precios módicos y tan módicos que 550 puros elaborados de primera clase costaban 27 pesetas, según nuestra nota de cuentas de aquel entonces.
En agosto de 1893 se proporcionaron para el público 1.400 puros y en mayo de 1895, 3.350 puros de primera y 10.200 de segunda clase.
Esos datos evidencian, que la explotación es factible. El Illmo padre Coll en sus Memorias, manifiesta que los canarios aprecian mucho para la envoltura los cigarros puros que llegan allí. Los cubanos que lo trabajan hacían comparaciones honrosas con el tabaco elaborado en Cuba, hallándolo muy suave, único defecto que le encontraban nuestros indígenas los que preferían el tabaco fuerte que les rasca las gargantas.
Con estos precedentes nuestro Illmo. Padre Coll, buscó el informe oficial de una entidad competente como la Tabacalera, valiéndose de nuestro reverendo padre Mata, procurador en Madrid. Con fecha 11 de junio de 1891 se enviaron las muestras necesarias, y aunque no hay constancia de su informe, debe suponerse bueno al seguir el cultivo del tabaco como así consta.
El 28 de enero de 1893, respondiendo a un escrito del gobernador, se le informa que se recolectan anualmente unos mil kilogramos de tabaco de todas calidades, pudiendo darse por sentado que tanto la cantidad como la calidad mejorarán notablemente el día en que los que se dedican a su cultivo vean fácil y ventajosa la salida de este género, siendo palpable que hasta la fecha el interés ha sido nulo y los obstáculos grandes para su venta en la Península.
Con fecha 18 de octubre de 1895, se dirigió al Ministro el Illmo. Padre Coll, en un informe que decía textualmente:
Habiendo sido invitada por V.E la Misión Católica a dar un informe sobre el tabaco que podría recolectarse en nuestra fértil isla de Fernando Póo, lo hacemos con mucho gusto e interés, a pesar de nuestra insuficiencia, concretándonos a la cantidad y calidad del mismo.
No puede dudarse que todo favorece al buen desarrollo del tabaco, y solo la humedad se podría considerar como único obstáculo para obtenerlo de buena calidad.
El día que se diera entrada en la Península sin demasiadas trabas y se pudiera embarcar en manojos o embalaje, creemos con fundamento que podría ser considerable la cantidad de tabaco de buena calidad que se exportaría de esta isla.
Por otra parte no creemos inútil advertir que sea de mejor calidad cuanto más elevadas estén las plantaciones sobre el nivel del mar, siempre y cuando no excedan de 1.000 pies, según experiencias habidas hasta el presente. , pues se ha observado que el tabaco crece con más lentitud, no obstante cuando arraiga se desarrolla con mayor fuerza, dando hojas de mayores dimensiones y triplicando los retoños a los que produjera plantado cerca del nivel de mar, una vez cortado el primer tallo.
Se simultaneó el tabaco con la elaboración del chocolate para hacer comprender al indígena por sus propios ojos, el porqué del cultivo del cacao, que tanto les inculcaban nuestros misioneros. De esa idea de asociar el indígena como propietario en pequeño a la producción nacional nació el apoyo pecuniario prestado al nativo a título de donativo, la apertura de fincas en diferentes lugares de la isla, que la Misión con sus braceros y fondos abría para entregarlas gratuitamente a los indígenas educados en nuestras misiones y el suministro de plantas de cacao así a europeos como a indígenas.

El chocolate era sabroso y muy confortante, puesto que sus componentes eran legítimos y se elaboraba a conciencia, sin la mezcolanza de materias extrañas y a las veces indecorosas.
Del mes de octubre de 1888 a enero de 1898 habían salido de Fernando Póo 4.027 libras de chocolate que se valuaba a peseta la libra.
Al cultivo del arroz tenían también destinadas nuestros Misioneros de Banapá varias hectáreas a partir de lo que llamamos la casa vieja hacia la fuente actual que cae detrás de la casa nueva, recolectándose unas buenas cosechas, buenas por la cantidad y por su calidad.
Se suspendieron muchas de estas actividades, por emprender esas acciones algunos agricultores y porque debíamos dedicar mas tiempo a la evangelización y enseñanza.
El día 15 se celebró en los locales de la Cámara Agrícola el acto de presencia en nuestra sociedad de una Anónima fundada en Santa Isabel, cuyos estatutos se aprobaron. Su objeto es la explotación del tabaco y así se denominará la sociedad Compañía General de Tabacos de Fernando Póo, el alma de todo este movimiento ha sido el señor Golus, que lleva hechas sus experiencias con buenos resultados en la finca que en Musola tienen los señores Lieb y Friedrich, a quien el señor Barrantes, que no desprecia oportunidad para empujar con sus conocimientos y entusiasmos que han depositado en su animoso espíritu los años de país, a todo cuanto significa desenvolvimiento económico de esta Colonia, y se ha asociado al proyecto con alma y corazón.
La opinión pública ha acogido la nueva sociedad con sentimientos de benevolencia, tanto que pasan de ochenta los accionistas y cuentan con las simpatías del Gobierno de la Colonia, que ve en la nueva orientación hacia una de las vertidas en su reciente Memoria sobre poli cultivo.

Vía Duala

Han venido de esa procedencia para nuestro Consejo de Vecinos, dos remesas de cebúes, remitidos por la Casa Guy y Cia. La del Vigilant de mediados de diciembre constaba de 15 cabezas con un peso neto de 5.550 kilos, que con 165 francos de gastos secundarios costaron en total 7.102 francos. La segunda expedición de 4 de febrero tenía 17 cabezas.
Nosotros esperamos la normalización de los viajes a Angola con los vapores mensuales portugueses para que nuestro comercio con aquella plaza entre en el surtido de diferentes carnes para esta Colonia.

Consejo de Vecinos

Se reunirá para tratar asuntos de tanto interés para el pueblo, como el mejoramiento de la traída de aguas, rectificación de calles y emplazamiento definitivo de algunas otras. Comprende así mismo que la antigua traída de aguas fue, para el tiempo que se hizo la obra, un gran adelanto, pero que las necesidades presentes, es muy insuficiente la actual instalación.
Se habla así mismo que a no tardar  una comisión de ingenieros dependientes del Ministerio de Fomento, harán una jira por la Colonia, con el objeto de inspeccionar las obras hechas y estudiar sobre el terreno un plan general de obras que precisan llevarse a cabo para dar un empuje definitivo a la economía de este país.

Factorías en Bata

Como dato curioso a la par que significativo de la importancia de Bata, consignaremos a continuación las factorías de casas españolas y extranjeras y de algunas de naturales del país, sitas en un radio que no pasa de tres kilómetros de Bata.

Casas Españolas: Sr. Iñigo, Señor Bello, Sr. Aguerri, Sr. Villarroya, Sr. Pérez (antes Pérez y Mora) Sr. Padilla, Sr. Fernández Antonio, Sr. Bernal.

Casas extranjeras: Lieb y Friedrich y H. Moritz, alemanas; Jonh Holt y Hatton Cookson inglesas.

Casas indígenas: Gregorio Melenga, Juan Mª Makoso, Mariano Kogüe, Ankra y Hansas. En total 17 factorías con otras tantas o más tiendas repartidas por los pueblos y ríos.

Terremotos en la Vecina Costa y en la Isla

A partir del día 13 de febrero se han observado diferentes fenómenos sísmicos, temblores de tierra, algunos bastante sensibles, ruidos subterráneos frecuentes, y las poblaciones de Santa Isabel, Banapá y Basupú etc. Han sufrido durante unos días una sutil llovizna de carboncillo que ha arrojado sobre nosotros la brisa procedente del Camerún, estas circunstancias, nos obligan a creer que se trata de la reaparición de un volcán antiguo y no sería extraño que en el círculo de acción donde se ha desarrollado hubiera causado daños de consideración.
Todas estas noticias tomadas a distancia en que estamos del fenómeno se han  visto confirmadas en un telegrama de Vitoria, recibido el día 16 de marzo por el gerente del Banc West África y que a la amabilidad del Excmo señor Gobernador debemos poderlo hacer público y dice así: La erupción completa, estado grandioso en estos momentos visto desde Vitoria. Las sacudidas se suceden y se sienten por todo alrededor de Buea, Río Pequeño se ha secado. La lava  ha llegado al mar.
Las sacudidas se han sentido en Basilé, Banapá, Santa Isabel y en casas tan consistentes por su construcción como e Palacio del Gobierno. Los bubis de San Carlos andan asustados según escriben de allí, Con los ruidos subterráneos que oyen, nosotros subiendo a Moka pudimos observar en varias ocasiones el ruido que produce en ciertos lugares al andar y que denuncia se pisa un terreno hueco y que debe ser de formación volcánica relativamente moderna, a lo demás de la Isla.


MI COMENTARIO

Me ha sorprendido que en 1921 llegaran desde la ciudad de Bata, 2.864 guineanos para trabajar en las plantaciones de la Isla, siempre pensé e incluso leí que pese al interés en que se abasteciera la Isla con trabajadores de las etnias fang y ndowe, esto no había sido posible por negarse a ello los continentales y presentar muchos problemas laborales, así que veo estaba confundido y el esfuerzo para promocionar la agricultura de Guinea, hay una parte importante que aportaron esas tribus.

Lo de la producción de tabaco, me ha encantado. No sé como después desapareció esa compañía titulada Compañía General de Tabacos de Fernando Póo. Creo que entre 1948 y 1950, el Gobierno cedió como mínimo unas 1.000 hectáreas de terreno a una filial de Tabacos de Filipinas, denominada Inasa, y mandaron un ingeniero para seleccionar el terreno ya que se le concedía para plantar tabaco u otras especies que no fueran cacao y café. Dado que mi padre trabajaba en Sice filial de Tabacos de Filipinas y que era a final de Junio que yo estaba de vacaciones del Instituto, me “colocaron” para hacer de traductor con una brigada de nigerianos que se iba a dedicar a efectuar pequeños viveros de tabaco en diferentes sitios de la isla, con el fin de observar su mejor rendimiento. Así que todos los días a las 7 de la mañana iba yo a los locales de Sice a buscar al señor Labarta (que creo era el nombre del ingeniero) y nos dedicábamos a visitar zonas de la isla, tales como Musola, Moeri, Concepción etc. Plantar semillas de tabaco, y encarecer al jefe del poblado su cuidado. Creo trabajé tres meses de 7 de la mañana a 7 de la tarde, y todavía espero que me paguen o me regalen un puro. Recuerdo que oí comentarios posteriormente de la calidad de aquel tabaco, y era muy buena. Se observa como recomendaba el padre Coll, sitios por encima de los 500 metros de altura, nunca cercanos a la playa.

Lo del volcán del Camerún, confirma la observación que hago en mi libro Fernando el Africano, de que pertenecen a la misma cadena montañosa, en que más o menos vengo a decir:

Cuenta la tradición bubi que el Volcán del Camerún y Obasa que es el nombre del principal  de la isla de Fernando Póo, se peleaban muy a menudo. Obasa protestaba dado que los pequeños islotes y salientes en el mar, llegaba mucha gente desde el Camerún a la isla, cosa que disgustaba a Obasa que no deseaba extranjeros. Al fin un día enfadado del todo, sus temblores y agitaciones fueron mayores, todos los pequeños islotes y piedras que servían para llegar a la isla, casi andando desde el cercano Camerún se sumergieron en el fondo del mar. Así los dos volcanes que eran de la misma familia dejaron de pelearse.

Fernando el Africano   1.03.2012

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