domingo, 2 de junio de 2013

RESUMEN DE LA HISTORIA DE CORISCO

                                                                     
                                                                         

    RESUMEN DE LA HISTORIA DE CORISCO,

Entre mis papeles he encontrado este resumen que tengo de Corisco, aunque mi intención es más adelante ir pasando mi obra Corisco Isla de Ensueño por capítulos.

                Por parecerme interesante aunque estoy seguro de que muchos
tienen mejor información que la mía, voy a relatar algo sobre Corisco, en la
mayor parte está sacado de un libro de la Dirección General de Marruecos y
Colonias editado en 1944 y los datos aportados `por Jaime Nosti Ingeniero
agrícola que fue del Servicio Agronómico y gran conocedor de Guinea. Hoy solo
voy a transcribir una parte,para no hacerlo muy largo y tedioso, ya me diréis si
publico la otra parte o no interesa.
 Para situarnos diremos que Corisco es una ilsa situada en la Bahía de su
mismo nombre entre los cabos de San Juan y Esteiras a unas 14 millas del
continente, frente al estuario del Muni. Su tamaño es de unos 15 kilómetros
cuadrados. El origen es como los Elobeyes al desgajamiento del Continente por
la acción de fuertes corrientes de los ríos Munda y Muni y su topografía  es
llana con alturas máximas de 25 metros. Suelo arenoso y las mejores playas de
Guinea. Está rodeada de numerosas isletas al Suroeste cerca de  Punta Yoco
Nengueameguegue con sus bancos de arena frente a la punta de  Ugomce a unas 8
millas, están las de Ubañe, Konga, Tombambiko y Vengueamanga y la de Leva.
La isla de Corisco o Manchi de los bengas y aún isla del Amor en la brevísima
poesía de nuestro Trópico, tiene el alto valor histórico de haber sido la
semilla de nuestro primera puerta real a la entrada del África ecuatorial.
.
Fué don Juan II de Portugal "Señor de Guinea" , el primer Señor de Corisco,
por el año 1493, y el primer español Don Felipe II, que recibió informes de su
representante el capitán García Mendes de Castello Branco en 1607 y 1621.
Empiezan con la guerra de Independencia de Portugal los deseos de otras
potencias de poseer las tierras e islas del Golfo de Biafra; fueron los
holandeses, en 1641, donde la Compañía de las Indias centralizó el comercio de
esclavos. En 1648 fue de nuevo Corisco ocupado por los portugueses, que
continuaron con su Compañía de Corisco las empresas de trata de los
holandeses. En Corisco construyeron un fuerte en Punta Yoko. Algunos de cuyos
materiales de derribo se utilizaron en 1885 y posteriormente para edificar  la
bella Misión Católica. Hasta marzo de 1778, Portugal continuó  suministrando
esclavos desde Corisco con contratos especiales:con Francia  contrató hasta
49.000 negros de Guinea;con España formalizó 13 tratados;con  Inglaterra en 1713
y 1753, siendo siempre los principales colaboradores en  este suministro los
inteligentes corisqueños, que también poseían esclavos  propios, generalmente
pamues y nvikos, y aun hoy se señala en Corisco el  campamento de un esclavo,
luego liberto, de raza pamue, llamado Bakale.

Prácticamente, desde que España estableció intereses y dependencias en
Corisco, cesó el comercio de esclavos, aunque elementos extranjeros hicieron una
hábil propaganda para hacer creer a los bengas que sólo españoles y  portugueses
se dedicaron a este indigno negocio, culminando esta propaganda, cuyo efecto
aun dura, en la prevención que levantaron entre los indígenas  contra don Carlos
Chacón. Una vez que la trata fue abolida, España cumplió con rigurosidad todos
los compromisos, levantándose los establecimientos de  Corisco, estableciendo
entonces los negreros sus cuarteles en zona francesa, en Cabo Esteras, también
en colaboración de los bengas.
Se volvió a hacer acto de presencia por las armas, el único sistema eficaz  de
hacerlo, con la expedición Lerena , en marzo de 1843. Lerena recibió la
sumisión del rey de los bengas Bonkoro, y ya entonces dieron los bengas
pruebas de su españolismo, aun no desvirtuado por las influencias extranjeras,
y aquél emitió un informe, del que entresacamos, por su interés, estos párrafos

La quema de los establecimientos españoles por los ingleses en 1840, fue
premeditada como los demás; si hubo fundamento, lo dieron los naturales.... El
Gobierno de esta isla es patriarcal y viven en aldeas de 20 a 30 varas los
individuos de una misma familia. Su alegría fue grande al ver un buque español;
el recibimiento que tuvimos cordial y amistosos, a lo que se correspondió al
uso del país con profusión, resultando el hecho importante de que los
ancianos y el pueblo declarasen su nacionalidad e incorporación a la Corona de
España. En consecuencia les di carta de nacionalidad e incorporación a la
Corona de España, la que recibieron con entusiasmo, dividí la isla en dos
distritos, llamándoles del Norte y del Sur, con sus respectivos Jefes; se
colocaron astas con sus vientos y drizas y quedó tremolando en ellas el
pabellón nacional. La adquicisión de esta isla, situada a 56´ latitud N. y 15º
27E. es de suma importancia por su hermosa situación a la desembocadura de los
ríos Danger y Gabón, de mucho comercio, por su salubridad y por ser sus
habitantes lo más tracional y bueno que puede encontrarse en toda África.
Este españolismo de los bengas es, pues, de hace cien años, y aun recuerdo la
imagen de mi infancia, de un grabado de un libro escolar, del voluminoso
Bodumba rey de Elobey, con su chistera y su casaca, y después me enteré era
"el rey español" de aquella diminuta isla , nido de murciélagos y que fue
nombrado en 1864 por el gobernador Ayllón.

Los primeros misioneros españoles se establecieron en Corisco en 1855, con el
padre Miguel Martinez Sanz, el cual ejerció una activa propaganda españolista.
Poco después de esta fecha hubo una agitada época de luchas intestinas entre
los bengas por la cuestión de las jefaturas locales,, luchas que terminaron
poniendo paz don Carlos Chacón, que nombró teniente gobernador de Corisco a
Munga en 1858, dejando, de 1859 a 1875 una guarnición española que luego fue
trasladada a Elobey Chico.

La primera vez que aparece Elobey Chico como capitalidad de nuestro
continente era teniente gobernador Teodoro Noeli, que hubo de tener constantes
discusiones con los franceses, sobre todo por la posesión de Elobey Grande,
recientemente habitado por los bengas.

Desde 1860 a 1865, casi no hay acción española en la bahía de Corisco hasta
las presencias de Pellón e Iradier, que narran detalladamente y por primera vez
las características de los territorios que veníamos reivindicando.
Iradier es también el último paladín de acción por un imperio en el Trópico;
de 1874 a 1885, rivaliza con los franceses sin ninguna protección oficial que
ha de disimularla con su casaca azul de botones dorados. A este periodo se
refiere el insidioso Paúl Barret al decir " La Islas no tienen propiamente
hablando ningún Gobierno, el protectorado de España no ejerce más que por la
presencia de un aviso, destacando de la estación de Fernando Poo, y esta
soberanía platónica, que no significa ingresos para nuestros vecinos, causa al
tesoro colonial ( al francés) cierto perjuicio.

Abandonadas las Misiones Católicas desde Fernando Poo, después de dejar
Corisco varios caídos de la Compañía de Jesús, algunas de cuyas sepulturas aún
se conservan, la isla fué campo abierto para las misiones extranjeras,
principalmente para una americana independiente de Baraka, que indudablemente
ha dejado huella profunda; a esta misión se referia Barret diciendo " las
costumbres indígenas han cambiado se han suavizado , los desbosques han
cambiado , los espacios incultos se han convertido en praderas y fincas y se ha
saneado la Isla

Sólo en 1885 España decide a ejercer su acción eficaz, se funda la Misión de
Corisco de los RR.PP. Hijos del Corazón de María, que a no dudarlo han evitado
en gran manera la progresión del Francés

 Transcrito del libro comentado y en apartado A Isla de Corisco y sus  
posibilidades por Jaime Nosti 

                        LOS BENGAS

En otra publicación se relató la leyenda de la emigración de los combes y razas
afines, que comprenden batangas y ndowes, desde el río Nyong al campo, y buikos,
bodedes, mares, igaras, ones y kombes, y por fin, bapukos y bengas;estos
últimos, como se sabe, establecidos en Corisco, Elobey Grande (mezclados con
nvikos), Cabo San Juan y Cabo Esteras ( Annobón) , y todos ellos a lo largo de
una estrecha faja costera, localizados en los poblados principales que en la
publicación citada se indicaban. Todos sus movimientos se produjeron formando el
borde sudoeste de la gran masa pamue en movimiento( etón, muele, yaundes, bulos,
muai, ntumos, okak, mokuk, aseba, mekei, etcétera), de la propiamente le
separaban otras ramas negras, como los moseches, bujebas, y balengues y muchas
otras ramas pequeñas desaparecidas enn la lucha o fundidas con las más fuertes,
como los ivong, itemus, bundemus, vijas, bangomos e idibues, que recibían
directamente el empuje pamue y que tambien acabaron siendo playeros. Algunos de
ellos, como moseches y bujebas, que ocupaban extensos territorios anteriormente,
debieron preceder a los bengas en bastante tiempo en su movimiento hacia el sur,
pero haciéndolo más al interior; esto dio lugar a un cruzamiento de dichos
pueblos con los primitivos habitantes del país, seguramente `pigmeos. Aun hoy,
las trashumantes familias negrillas, de color claro, de corta estatura, artistas
consumados en el arte de la caza, que se encuentran en la zona del río Campo y
Alto Nbia y se llaman bekuis por pamues y bujebas, emplean este mismo idioma
como medio de expresión en sus escasas relaciones con bujebas y pamues
esamangones.

Relacionados estrechamente con los bengas, aunque de idiomas distintos, están
los bakeles, establecidos en el Ogoué Medio, y especialmente el grupo Okande,
del que forman parte los pongües, situados al norte del estuario del Gabón y al
norte de las bocas del Ogoué, y los orungus y galoas, éstos establecidos al sur
de las mismas, y con los que Tessmann equivocadamente relaciona con los bubis.
El contacto entre bengas y pongües debió ser intimo y prolongado pues ellos
mismos hoy no se consideran extraños y ya en 11 de Junio de 1856 declararon los
pongües al prefecto apostólico de Fernando Poo que eran bengas, aunque la
realidad sea que los pongües hayan impuesto a los bengas muchas costumbres y no
pocas palabras, e incluso la toponimia de países tipicamente bengas se descubre
esta influencia, como muestran Ebanguesimba y Elonguambani, poblados de Corisco,
cuyos nombres quieren indicar: el primero, que no es un pueblo hospitalario, y
el segundo se refiere al nombre de dos tribus que se unieron para formar el
poblado.
Parece que la presencia de los bengas en Cabo San Juan se remonta a 1725, pues
ni los portugueses ni holandeses hacen mención de ellos con anterioridad,
pasando en seguida a Corisco y muicho m´`as tarde a Elobey Grande, ya habitada
por nvingos. En esta primera época de su llegada parece que fueron muy poderosos
y establecieron, a base de razzias, el principal suministro de esclavos, y al
acabar la trata, sustituyeron esta ocupación por la de guías e intermediarios
en todos los afluentes del Muni para la compra de ébano, marfil, y caucho a los
pamues. Esto no quiere decir que ellos mismos no fueran víctimas de la trata,
organizando los grupos familiares cacerías humanas de otros grupos, como lo
demuestra todavía el "tabú", que la carne de loro es para la familia Lanya, cuya
historia es la siguiente:
Hace muchos años, muchos años, cuando acabábamos de llegar a la costa e hicimos
Jinguina, y aún no habían traído los blancos los cacaoteros, cuyo aceite es
mucho peor que el que teníamos en nuestro país, como que no lo empleamos más que
para alumbrarnos, a falta de petróleo; mi abuela, cuando aún no era mujer, pues
los pechos todavía los tenía como mi puño, fue a su finca a recoger las enormes
raíces de Ugondo(que entonces eran grandes porque el bosque era tan alto como
las nubes y el suelo tan negro y blando como las plumas del tucán), y por esa
senda que tú has traído cruzando y recruzando pantanos y troncos caídos sobre
ese río tan hermoso que llamamos Ñaño, iba cantando una canción antigua, cuya
letra ya no entendemos, porque nuestros padres no hablaban como nosotros,
cuando se encontró con unos extranjeros, que con grandes escopetas la asustaron,
pero no la hicieron mal porque pensaron que, tan niña seguramente irían detrás
los padres o las hermanas mayores. Y pasó el tiempo y al no encontrar a nadie en
el camino de la playa, volvieron para cogerla, y seguramente no sería para
esclava, sino sólo para agrado de su señor, que vivía en un barco con velas
veinte veces mayores que las de este bote que te lleva a Lembue uy que estaba
anclado frente a Ebendo.
La abuela Lanya notó el ruido de hojas y los quedos golpes del machete, y
chilló, pidiendo auxilio de sus gentes; pero estaban lejos y no oyeron. Sólo un
loro, un loro viejo y solitario, casi sin cola y sólo ya con una pluma roja,
contestó a sus desgarradas llamadas con sus undosos gritos, como si una turba de
guerreros o cazadores estuviesen son sus lanzas persiguiendo al enemigo; y así,
los extranjeros huyeron, dejando tranquila a la muchacha, que adelantó sus
brazos hacia la rama alta en que estaba su salvador, y así ya te he podido
contar esta larga palabra : ¿ Como vamos a comer carne de loro ?
La superioridad del benga se manifiesta al primer golpe de vista al extranjero
que desembarque en Corisco. Han abandonado totalmente la típica construcción del
indígena en el Continente, así como su simple urbanística de una sola calle; en
estas construcciones continentales se utilizan exclusivamente productos del
bosque ligeramente devastados, distintos palos sin encuadrar, bambúes, nipas,
melongo, akora, corteza de diversos árboles, y en las más perfectas, un entramado reticular de cañas rellenas de barro, con una planta rectangular sin tabiques y piso de tierra, que es a la vez habitación
de estar, dormir y cocina, sin salida de humos.

Los bengas construyen las casas de estilo europeo colonial (pues suelen disponer
de magníficos carpinteros y albañiles), de madera perfectamente trabajada sobre
pilares de cemento o de bloques o forjado de cemento sobre zócalos
terraplenados. Sus plantas son de varias habitaciones, con disposición sencilla
y cómoda, y con muebles, enseres y adornos de factura europea.
Sólo en las cocinas, construidas separadamente y en general de chapa, se
descubre la semejanza de disposición con las tribus continentales. Estas son
como allí, rectangulares, de unos tres por cuatro metros, sin salida de humos;
el fuego se hace en el suelo, en el centro, y casi adosado a una pared
transversal, entre piedras; sobre el fuego se hallan invariablemente los muebles
típicos :uno, con función de secadero y ahumadero (elala ), es un bastidor
pendiente de una armadura sobre el fuego, en el que se coloca el cacahuete,
carnet, etc.;la armadura, con función de armario, sirve para colocar los
cacharros y los alimentos de uso inmediato, como la modika, picante, ñames, etc.
Por el suelo e irremediablemente se hallan distribuidas banquetas, pilones, de
factura primitiva.
Esto es la reminiscencia de la civilización negra en una raza cada vez menos
numerosa, quizá por su rápida adaptación al medio europeo, y aún más, por el
profundo conocimiento que tienen de nuestra manera de ser, pues que ese nivel de
vida que señalamos no es más que fruto de una convivencia, ni más ni menos que
sucedió en América,y que si no se extiende es justamente porque se comprende que
ni en África ni en el siglo XX se dan las circunstancias que se dieron
antaño,aunque las directrices sean semejantes:

Servir a Dios y a la Patria, haciendo del indígena un católico y un español;
política idealista en contraposición de la utilitaria de sajones y germanos,
cifrada en la frase de lord Hailey " Nuestra política africana no es hacer del
negro un europeo, sino un buen africano".
La vieja costumbre benga de casarse dentro de la tribu, al reducirse éstos
numéricamente, y casi identificarse hoy, al contrario que el pamue, con el
concepto amplio de clan y familia, favorece la consanguinidad, que cada vez se
hacía más peligrosa para la perpetuidad de la raza.
Esta fase ha desaparecido, y el benga suele buscar sus mujeres fuera de Corisco,
de preferencia bapukas, combes y gabonesas, pero también hay hasta mujeres
pamues en la isla, raza cada vez más apreciada por los varones playeros por su
capacidad de trabajo. Con este espontáneo refrescamiento de sangre se contendrá
la degeneración, con la contrapartida de que el benga acabará por mezclarse con
otros pueblos.
Dijimos que el concepto de tribu, el ayón tan fuerte en el pamue se ha
debilitado hasta el punto que dificilmente encontraríamos diferencia entre tribu
y familia, lo que también se demuestra con el gran número de tribus en
comparación con la población; así hay tribus de sólo diez o doce elementos
viviendo en un solo poblado (igual sucede entre los combes con las tribus
bomañinga, bire, bobendche, iñembo, etc. y entre los bengas con las tribus
bobunya, lanya, etc., que como se sabe, cada una tiene su echiá o tabú que los
distingue, y que para los citados son en el mismo orden, el plátano "umboto", el
ñame "iloko", el pez de río " rova", la tortuga y el loro, cuya explicación
supone otras tantas historias).
Los jóvenes no suelen respetar estas prohibiciones, que consideran como cosas de
viejos, y es que todos los consejos, el profundo conocimiento de la naturaleza
en que viven, las instituciones jurídicas propias del indígena se tambalean sin
que aun hayan asimilado completamente las nuestras.

Fernando El Africano


ADVERTENCIAS :Seguramente el nombre de tribus, poblados y accidentes geográficos estarán con errores por no dominar la toponimia de esas zonas, espero me sea perdonado. Así mismo pongo pamue ya que es copia transcrita del original, pero siento un gran respeto por el pueblo fang, al que considero tan respetable poniendo fang como pamue, que por otra parte es como siempre lo he conocido en mis veintidos años en Guinea, donde ellos mismos cuando se les preguntaba respondían que pamue.

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