domingo, 27 de octubre de 2013

MAXIMILIANO CIPRIANO JONES -1










 Maximiliano Cipriano Jones

Hace algún tiempo, un gran amigo y familiar de este ilustre personaje isleño me pidió le buscara datos sobre Maximiliano, así que voy a ir publicando los que vaya encontrando en la revista La Guinea Española, donde en cierta manera se pueden encontrar datos de la historia de Guinea, en sus años de publicación, de 1903 a 1969, salvo los años 1941 y 1942, que no se editaron sus publicaciones por falta de papel, o tal vez por el precio en que se había puesto  en España, donde se quemaron en nuestra Guerra Civil hasta los árboles, frustrando la leyenda romana, que decía que una ardilla podía cruzar España desde los Pirineos hasta Gibraltar, aunque hay que decir que esa leyenda no aparece en ningún escritor romano.

Parte del resumen que voy a escribir, se deben a los datos de un claretiano que firmaba sus escritos con el seudónimo de Ruiaz, al presentar el panegírico del personaje en 1944.

Llamamos fernandinos a los emigrantes africanos que llegaron a la isla de Fernando Poo ¡ y se adaptaron crearon riqueza y afincaron su vida en aquella hermosa tierra. Muchos de ellos eran funcionarios del Tribunal de la Represión a la Esclavitud, que establecieron los ingleses en la ciudad que fundaron en 1827 con el nombre de Clarence, lo que es la actual Malabo. Otros eran libertos que se trajeron de Cuba, para evitar que los esclavos que trabajaban la caña y el tabaco presentaran problemas al liberar los barcos de la represión los libertados en la ciudad de la Habana. Otros provenían de las Colonias cercanas que por diversas razones llegaron a la isla donde prosperaron gracias a su esfuerzo.

Maximiliano era un fernandino de pura cepa y aunque llegó a ser el más importante por su labor, su patrimonio y su extensa familia, otros también fueron grandes terratenientes en los que destacó Guillermo Vivour, que además creo contrajo matrimonio con la hermana del pastor Metodista Barleycorn, pero aquellas extensas fincas que tuvo Vivour que parece era kruman (natural de la sierra de Kru en Sierra Leona) , me consta que al fallecer y con el tiempo su viuda lo perdió todo, aunque el apellido Barleycorn siempre ha tenido prosapia en la Isla.

Maximiliano C. Jones dio otra orientación a su vida , en ello está su mérito, la manifestación de duelo, que se produjo en Santa Isabel en la tarde del 16 de mayo de 1944, fue un reconocimiento público de su personalidad como hombre de trabajo social y patriota, a  todo ello no podía darse como exponente más elocuente.
Nació en Santa Isabel, calle Jesús el 21 de noviembre de 1870; siguiendo la costumbre de las familias de su tipo en aquel entonces se le mandó, siendo niño, a Sierra Leona, donde residiendo en casa de unos parientes, recibió su primera educación en una Escuela de 1ª Enseñanza, vuelto al poco tiempo a su pueblo natal la completó entre los suyos. 

Dotado de un talento práctico poco común, voluntad firme y pasión por el trabajo, se deben sus esfuerzos personales y afición a los libros, cuantos conocimientos ha podido adquirir desde su juventud; pronto se despertó una marcada inclinación por la carpintería y ebanistería, habiendo salido maestro en ambas artes, se aprovecharon sus cualidades y así se le vio trabajar en el Pontón La Ferrolana, pasar sucesivamente a Elobey y Basilé para montar las casas del gobernador y al dedicarse a trabajar por cuenta propia, no hay como para expresar las numerosas casas, que ha levantado dándoles el aire propio de la nueva colonización.

Cuando San Carlos no era más que una bahía, a cuyo costado se asentaban unas casas a estilo país, Maximiliano fue nombrado delegado , iniciándose desde entonces la marcha de la población que hoy vemos, es muy natural el cariño que le ha profesado, tal es así que allí residió toda la vida. 

La agricultura asociada a las modestas operaciones de un comercio sin ruido ha sido la ocupación y trabajo que han simultaneado, con lo que podríamos denominar artes liberales,: la agricultura adquirió con su trabajo una vulgarización muy extendida por la zona de San Carlos, fue de los primeros agricultores como ha sido de lo mejor que hemos tenido en comercio y carpintería.

Su carácter accesible y complaciente le granjeó el afecto confiado de los hijos del país, siendo para ellos todo un poder, ese prestigio ha aprovechado varias veces el Gobierno para sus trabajos de atracción indígena, respondiendo siempre con verdadera generosidad, tanto que ha colaborado con el Gobierno, con la influencia de su ascendiente y ha presentado su ayuda a cuantas veces se ha requerido.

Mucho abona a su favor en este punto, su apoyo parta la instalación de viviendas para la recién llegada Guardía Colonial, en tiempos del gobernador Ramos Izquierdo, su participación en el arreglo de los sucesos de Balachá y el haber mandado la mayor parte de sus hijos y sobrinos a educarse a España, donde han dejado muy alto a la Colonia con su aprovechamiento y relaciones sociales.  

Su amor a la tierra que le vio nacer fue grande, a ella ha dedicado gran parte de su fortuna con la construcción de casas elegantes, puentes, traída de aguas, instalación eléctrica tanto en Santa Isabel como en San Carlos.

El Gobierno reconoció su patriotismo y le dio la Encomienda de Isabel la Católica y el Distintivo de la Orden del Trabajo, también le hicieron justicia los Consejos de Vecinos de Santa Isabel y San Carlos, dedicándole calles y declarándolo  hijo predilecto de aquella y adoptivo de esta.  


Prestó mucha ayuda a los claretianos, tanto en trabajos como el facilitarle su lancha de transporte entre Santa Isabel y San Carlos, especialmente hasta 1936, en que no existía carretera y todo el transporte debía efectuarse con lanchas, y él fue el pionero en esto, pese a esas magníficas relaciones con los misioneros católicos, él en su testamento reconoce  ser metodista, de lo que doy constancia por haberlo leído. En ese testamento igualmente me llamó la atención que seguía teniendo la nacionalidad inglesa, que supongo heredó de su padre. El motivo de ello, creo yo, se debería a las numerosas propiedades que tenía en diversas partes del mundo,  incluso en Australia.    

Fernando García Gimeno  
Barcelona a 27 de octubre de 2013




2 comentarios:

Enrique dijo...

sobre la vida y percepción de Maximiliano Jones, escrito por su hijo, Alfredo Jones en el 1931.

Jones Niger, Alfredo, ‘Replica’, El Defensor de Guinea (Santa Isabel) 29 November 1931
http://www.opensourceguinea.org/2013/10/jones-niger-alfredo-replica-el-defensor.html

y la misma foto, con mejor calidad
http://3.bp.blogspot.com/-QyjZcM41uwA/UTPvj_bdekI/AAAAAAAAGbs/qy8TwLzapqg/s1600/Maximiliano+Cipriano+Jones+3.jpg

Anónimo dijo...

Impresionante, Gracias...