viernes, 1 de noviembre de 2013

MAXIMILIANO CIPRIANO JONES- 3


                                                       


                                                                           

25.04.1914
CORRESPONDENCIAS DE SAN CARLOS.-

Ya no es solo la casa Ríus, la que emprende obras de urbanización; en la casa Roig ha comenzado la serie que terminará por el levantamiento de una cómoda casa de empleados y por la sustitución de la actual factoría por otra de más vuelo. Se ha hecho cargo de las obras el acreditado empresario de esta Maximiliano C. Jones. La casa Roig emplea para la fabricación de ladrillos huecos o mejor dicho, bloques de cemento, la máquina para hacer estos bloques de hormigón tipo I.P.

Con ella puede hacerse al día de 35 a 50 bloques de o,22 de alto por 0,25 de ancho por 0,38 de largo, saliendo el coste de cada bloque puesto aquí en Fernando Poo a 0,75 pesetas incluyendo como se ve, jornales, flete del transporte del material que entra en el bloque etc.

También ha comenzado el desmonte de la antigua factoría de Casa Francisco Pérez e hijo y piensa acondicionarse a las exigencias del país. Hemos visitado la Vila Olús propiedad de Maximiliano C. Jones, acaudalado propietario indígena, de ésta, y nos ha llamado la atención ente otras cosas, la implantación de un jardín de formas artísticas, las reformas de su bella casita y las ampliaciones de la Factoría.

Dícese que en breve se instalará en su solar sito entre la Casa del Consejo de Vecinos y la factoría Roig, la Casa de Jon Holt. No es mala breva, ésta de S, Carlos para el comercio cuando en el mes de diciembre de 1913, hubo factoría que vendió según yo mismo pude comprobar en los libros de valor, 56.133,95 ptas. Otras 10.223, 75 calculándose el movimiento de las factorías aquel mes según se me dijo en Delegación, , por el valor de 30.000 a 35.000 duros.

25.07 1914.

Con el vapor alemán Slavonia recibió el día 12, el señor Maximiliano C. Jones una hermosa lancha sistema Lloyd con camarotes e instalación de luz eléctrica. Ya hacía tiempo esperábamos del señor Jones, algo parecido, pues siempre lo hemos visto al frente de lo que significa progreso. Otro día daremos detalles sobre la nueva lancha y entretanto nos complacemos en felicitar al señor Jones, por este nuevo avance en sus intereses y le deseamos disfrute de ella muchos años.

El día 11 fuimos sorprendidos los moradores de San Carlos por la inesperada visita de un grupo numeroso de naturales de Balachá. De 30 o 40 mujeres decentemente vestidas con sus sayas, y paños cruzados que cubrían todo el pecho, adornadas de brazaletes y de plumas de aves del país, con sendas calabazas en la cabeza a guisa de cántaro, se dirigieron desde las alturas de su poblado a las orillas de nuestra playa en correcta formación cantando tonadas, monótonas si, pero mucho les alegraba el corazón.

Su fin era llenar las calabazas de agua marina para hacer sus lavados en sus ceremonias religiosas. Con el mismo orden y algazara volvieron a desandar lo andado, delante de la Delegación bailaron los aires típicos de la tribu, rindiendo homenaje a la Patria por un acto espontáneo, que nos dio a conocer su fondo agradecido, hicieron lo propio ante la Misión Católica, era la gratitud a la caridad cristiana del Misionero que abraza contra su corazón al pobrecito moreno porque es hijo de Dios y con iguales destinos que los oriundos de otras razas. Hicieron alto en la losa del señor Maximiliano C. Jones, y allí aunque ausente el propietario, quisieron manifestarle  que también hay gratitud para el hombre humanitario en el que los naturales tienen toda su confianza y que dentro de la legalidad patrióticamente les ampara para llevarlos a España. No queremos con ello adular al señor Maximiliano, pues es persona de todos conocida por su significación en la Colonia, sobre todo aquí en S. Carlos y por esto callamos incidentes que no ha mucho pasaron y en los cuales la prudencia de dicho señor evitó disgustos difíciles de remediar por otras vías.

El señor Maximiliano ha querido inaugurar su nueva lancha con una gira a la isla de los Loros, su cortesía amablemente deferente invitó a lo más saliente de S. Carlos: una concurrencia numerosa y selecta acudió a la invitación, e la que se evidenció las universales simpatías de que goza el señor Jones. A las once y media salió la lancha Vila Olas con los invitados, hizo un recorrido hermoso. El tiempo se presentó apacible, la reunión animada y alegre, presidiendo la sobriedad y el buen gusto. A las cuatro regresaban de la Isleta.

10.09.1914.--

Como anunciábamos en una de nuestras crónicas la casa Monteiro regentada en esta Colonia por los hermanos Vila ha cerrado el negocio en S. Carlos. Se ha hecho cargo de él el señor Maximiliano C. Jones, por 30.000 pesetas pagaderas al contado. Como el señor Jones  tiene ya en esta una floreciente factoría con sus diferentes sucursales, no continuará el negocio que llevaba en la factoría la Casa que hoy se retira del comercio, sino solamente el de las fincas utilizando los edificios de almacenes, y destinando el arriendo, la casa vivienda.

ECOS DE GUERRA. 

Esta ha determinado la subida de precio de los artículos en venta incluso de comestibles, así por ejemplo se ha vendido una cabeza de tabaco por una peseta, por un saco de arroz de 100 kilos se ha pagado 90 pesetas, por un fardo de pescado 35, etc. Cuenta un indígena que una lata de sardinas que hace un mes le costaba un real, hoy le piden tres y hasta una peseta. Ante este nueva postura del comercio se parapeta el moreno que también tiene sus imperiosas necesidades y dice para sus adentros.:. Suben los precios

Las factorías, subiremos nosotros paralelamente el coste del huevo, de la gallina y del venado. 

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