sábado, 4 de abril de 2015

MMO MORIMÓ




                                                                



MMO O MORIMÓ
 De pequeño cuando llegué en 1942 a la isla de Fernando Poo, me hablaron del morimó, y notaba que lo explicaban con cierto temor y mucho respeto,
tal vez porqué no me lo contaron debidamente o por mi corta edad (9 años)
entendí que aquello era como hechicería, un cierto aspecto de brujería que nos  podía llegar a todos, en caso de falta de respeto. A todo ello se unió que el maravilloso mango que tenía mi abuela delante de su vivienda, lucia unos mangos de colores vivos y aspecto magnífico, y en sus mismas ramas aparecían colgadas latas oxidadas, trapos de color rojo y otros extraños artilugios, al preguntarle a mis primos que era aquello, me respondieron que lo hacía mi abuela Polonia, para  evitar que le robaran sus frutos, dado que los indígenas pensaban que eran signos del  morimó, y no se atrevían a tocarlos. .
 El padre A. Martin del Molino lo explica perfectamente en su libro Los Bubis Ritos y Creencias, por morimó desigina el bubi a los espíritus de la creación, esos espíritus podrían llamarse dioses o más bien ángeles, aunque no tienen en ningún caso una figura determinada.Los nombres de los montes, barrancos, playas, son espíritus y comentaremos  alguno de ellos.
En el pico de Santa Isabel, también llamado pico de Basilé, reside el supremo, Eri,  bajo su mando está Obasa el presidente, Eña o Raopó espíritu de los tornados y Silé de la brisa fresca de la montaña. Muy importante para los bubis es Raopó dios de los tornados. Para los bubis el tornado fecunda las palmeras, pues el  año de muchos tornados, las palmeras dan mucho aceite, se puede considerar el morimó de la fecundidad. A las órdenes de Raopó militan sus ayudantes, los  vientos engordan el bangá o dátil del aceite y barre las epidemias en los aldeas.
Por eso a Raopó y a los basibaribó se les atribuye la fuerza para vencer y guiar las lanzas en sus guerras o caceríasLos espíritus que moran junto a Dios, son los encargados de abrir los orificios del cielo que mandan el agua, parece ser que la central hidráulica está en un lugar llamado Akabasokó.
La fuerza del espíritu de Raopó, hace que puedan atravesar el río, de un solo salto,  como volando,. Se cuenta que en Batete un tal Bochomá de un arrebato, el espíritu  lo subió a lo alto de una ceiba, y empezó a llorar pensando que si el espíritu lo abandonaba no podría bajar  y moriría, pero morimó lo cogió dejándolo mansamente en el suelo.    Otro día contaremos más cosas que nos explica mejor que yo,
el padre claretiano Martin del Molino.
 Fernando García Gimeno   3 de abril 2015

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