LA SANTA ISABEL DEL SIGLO XIX PRIMERA PARTE
Siempre he
tenido es deseo de saber cómo era Santa Isabel, en los primeros tiempos, sobre
finales del siglo XIX.
Por esas
ansias de hurgar en casas antiguas de compra-venta de libros, he conseguido
uno, editado en 1867, que su autor relata la ciudad y sus habitantes en esos
años. El autor es imparcial dado que se trasladó a Fernando Poó con la misión
de efectuar un estudio médico
topográfico de la Isla. El autor es don Antonio San Martin y Montes, primer
ayudante del Cuerpo de Sanidad de la Armada, ex interno de la Facultad Clínica
de la Universidad de Santiago.
Así que voy
a casi copiar lo que relata en su libro de Estudios Topográfico- Médicos de la
Isla de Fernando Poó. En la página 62, inicia la descripción de la ciudad, de
esta forma:
Sobre una
alfombra de verdura, formada por las enredaderas y los guayabos que visten el
terreno cortado a pique, se levanta la población de Santa Isabel, hoy capital
de la isla de Fernando Poó, á 25 metros sobre el nivel del mar. Situada en la
parte N. de la Isla, y casi en el extremo de la parte E. de la extensa vega que se prolonga desde
Punta Hermosa hasta perderse en la bahía de San Carlos, ocupa una posición
pintoresca: a sus pies la magnífica bahía en forma de anfiteatro, limitada por
las puntas << Fernanda >> y la de los << Frailes>> (
esta será la conocida por nosotros Punta Cristina) en la que no faltan sus
barcos de cabotaje, otros mayores vienen de Europa , algunos vapores ingleses y
franceses y muchos cayucos empleados en la carga y descarga. Al N. la costa occidental
de África en la que se levantan el elevado pico de Camarones, y al S. el de
Santa Isabel.
La población
ocupa una llanura, y aunque la calle que mira a la bahía es de forma semi-circular,
las otras son todas rectas y espaciosas. Desde el mar no se ve más que la calle
de la Marina, que la forman, empezando a mirarla por el E., el Hospital, la
casa del cónsul inglés, la del Gobierno, la de Townsend, que es el mejor café
de la población, la de los empleados civiles, el elegante cuartel, a cuya parte
posterior están sus cocinas, y la cárcel pública; luego sigue un barracón, la
casa del juez, de de Linslager, la entrada de la plaza de España( donde se ve
la iglesia católica, la bonita casa de los P.P. jesuitas y otras de los
comerciantes)la de Smit, la de Pellon, la de Townsend y compañía, y por último
unas casas bajas y los barracones de los krumanes y de los emancipados. Todas
esas casas están elevadas y son grandes y con bastantes comodidades. Las demás
calles son largas y anchas, y aunque algunas hay también buenas, elegantes y
elevadas casas, en lo general son bajas; pero con sus salas y gabinetes
separados.
Banda de música de las tropas alemanas refugiadas en Fernando Poo , en la Primera Guerra Mundial , 1916, tropas indígenas fullah-
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