LA SANTA ISABEL DEL SIGLO XIX.- TERCERA PARTE
En la
actualidad existen en Santa Isabel siete tiendas, en las que se halla
abundancia de latas, arroz, garbanzos,
vinos, licores, ropas hechas y otra
infinidad de artículos, aunque faltan los más necesarios como el pan, la carne
y sobran los de lujo. Desde que se estableció la compañía americana hay muchos
días ternera, cabrito o cerdo fresco. Las casas de comercio: cuatro son
inglesas, una portuguesa y dos españolas, y las citamos porque es lástima el ver
los extranjeros explotando comercio y agricultura en este país virgen, que
ofrece un gran porvenir.
Tres cafés
públicos, establecidos en 1863, dan animación a Santa Isabel y contribuyen en
parte a disipar el aburrimiento que es, nuestro concepto, una de las causas
principales que influyen en el ánimo de los europeos para mirar este país con
tanta prevención.
El de
Towsend que es el mejor y en donde se reúne la aristocracia europea, el de Obon
que está en la plaza de España, y el de Laureano, que es el comerciante
portugués. En todos ellos no faltan refrescos y licores y en el de Townsend hay
comidas, de manera que puede
considerarse como un café fonda. La bahía es abundante en pescado: pargos,
colorados, lenguados, congrios, rodaballos , tortugas, sardinas, en fin toda
una variedad de peces, más los que son propiedad de la zona tropical. Pero este
artículo , que explotado surtiría con abundancia a la población de Santa
Isabel, y a toda la isla, está muy escaso, por no haber personas que se
dediquen con los elementos necesarios para la pesca, pues si bien algunos
marineros de los buques y negros de la población van algún día con sus
aparejos, no son los necesarios y los
sitios mejores para ello. Los bubis que son los que habitualmente viven en el litoral,
cuando concluyen sus trabajos agrícolas, se ocupan de pescar con anzuelo, lo necesario
solamente para comprar tres o cuatro botellas de caña.
Hay también
abundante caza, la más conocida son antílopes y palomas. Los bubis nos
enseñaron una piel de buey que ellos habían matado en la falda que baja del
pico al O. y nos dijeron que había muchos, y que eran grandes y bravos. El
padre Campillo nos aseguró también haber visto muerto por los bubis un
Orangután, pero el bosque impenetrable no permite hacer cacerías, y si algunos
antílopes y palomas se han cazado , ha sido en los desmontes y a la espera de
los sitios que la casualidad hizo conocer.
La población
de Santa Isabel está formada por distintas nacionalidades que podemos dividir
en tres secciones: una ambulante, que es la que se ocupa de los trabajos del
Gobierno y de los particulares, otra cuya permanencia es temporal, como los
empleados, y otra fija constituida por los emancipados, muchas familias venidas
de la costa y los descendientes de los primeros colonos que vinieron con el
capitán Owen en 1827, y que son los que, educados bajo los principios ingleses,
conservan su carácter y se lo dan a la
ciudad. A pesar de su primer aspecto que ofrece una población cuyo idioma y
costumbres son inglesas, notase, sin
embargo mucha variedad en estas mismas, y para concretar puede verse el
siguiente cuadro:
CONTINUARÁ..
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