GUINEA MI CORAZÓN DE AÑORANZAS
Yo tenía una casa en África, que no tenía puertas,
entraban siempre amigos, no tenía enemigos,
rodeada de palmeras, mangos y huertas,
se oían los cantos de los hombres, de las aves los trinos.
Desconocía la envidia, el odio, el valor del dinero,
tenía lo deseable, amaba a todos, no gastaba casi nada,
no me costaba, expresar mi pensamiento sincero,
iba donde quería, toda parte me parecía tierra amada.
Con un anzuelo y un nylón, pescaba lo que quería,
la caza caía con una simple escopeta de perdigones,
cogía una palometa, o un colorado con alegría,
en mi zurrón ardillas y hermosos gorriones.
Para jugar a fútbol, servía la playa o la calle,
de balón, hasta una bola de fuerte trapo,
de portería, unas piedras o cualquier detalle,
el momento, a cualquier hora, en cualquier rato.
Mis amigos negros, blancos, de todos colores,
para jugar allá no había clases ni racismo,
todo era músculo, carreras, regates y sudores,
unos descalzos, otros con zapatos, daba lo mismo.
Hacíamos radio, teatro, baile, música, deporte,
unos sabían de esto los otros de aquello,
para cualquier idea existía el amigo, el aporte,
se buscaba el dinero, el tiempo para ello.
Un día percibí que afloraban odios en el ambiente,
que se buscaban argumentos para la venganza,
que la mirada agresiva cambiaba la sonriente,
que la violencia injustificada brotaría sin tardanza.
Con pena, lágrimas, dolor y tristeza dejé esa tierra,
donde están encerrados mis familiares, hasta mi abuela,
y aunque morir sin verla otra vez no quisiera,
el verla con tantas añoranzas me duela.
Barcelona a 1 A gosto 2010
1 comentario:
Entonces, Fernando,empezaste a notar que el ambiente se estaba maleando y decidiste venirte. Tus padres se quedaron allí?
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