Los bubis y sus reencias.- segunda parte

 

LOS BUBIS Y SUS CREENCIAS-      Segunda parte

 

En la religión bubi existe como en la cristiana, una protectora, abogada de la humanidad, ejemplo para las mujeres bubis, que cuida sus cosechas de malanga y orienta en las labores domésticas. La diosa Esila

Para lograr la protección y conocer el futuro de uno mismo, se proyecta un viaje para visitar al bojiammó, que vive habitualmente en unas cuevas naturales hechas de masa volcánica, y cuando se llega al lugar, hay que guardar turno, ya que tienen muchos creyentes. Se lleva para la visita presentes, tales como gallinas, ñames, envueltos de yuca y si se puede una botella de coñac.

La cueva con poca iluminación, permite apreciar un hombre muy mayor, con barba y pelo blanco, vestido con alguna tela de colores, rodeando su cuello y hombros con pieles de animales, con las manos me indicó silencio, y tras unos minutos en los que le oí murmurar y silbar, con voz cavernosa me preguntó:

¿ Ke kolé máhau) ( Qué deseas?)

Riebetta le respondió que su deseo sería averiguar cómo transcurriría su vida en el futuro.

Sin responder se dedicó a mover sus cazuelas, cachivaches, incrementar el pequeño fuego que estaba en el centro de la cueva, a todo esto, su cuerpo padecía convulsiones y extraños movimientos. Del fondo se oyó una voz y se puso a dialogar con los espíritus, en un extraño lenguaje que Riebetta no entendía. Durante un tiempo que le pareció inmenso, el bojiammó estuvo en trance, y poco a poco volvió del letargo.

El mago acarició la cabeza de Riebetta, y le manifestó que los espíritus le habían informado que para tener un hijo Pesa, cómo era su deseo, era buena la medicina de los blancos que le querían dar en el Hospital. Así que Riebetta, depositó los regalos que traía a los pies del Bojiammó y con una reverencia salió de la cueva.

Cuando Pesa se enteró que en las piedrecitas que esparció por el suelo el mago, predijo que tendría siete hijos, saltaba de alegría y besaba con locura a su Riebetta.

Por desgracia esos magos que se basaban en las propiedades de muchos productos que nos ofrece la naturaleza del bosque, se van perdiendo, al tener que competir con la medicina de laboratorios, que a veces no es compañero de soluciones, sino competencia.

Seguirá……