Fruto del cacao, nace en el
tronco, debe estar amarillo
para estar maduro, o algo rojizo.
SOBRE EL TRABAJO
Los trabajadores procedentes de Sierra Leona, como los de
Liberia y Calabar, envidian la vida que lleva el bubi en el interior, y así
cuando alguno no le agrada el trabajo, la finca o la paga, huye y se agrega en
calidad de compañero de trabajo al bubi, asimilando sus costumbres hasta el
extremo que llegan a su dialecto y a vivir de su forma, es decir del merodeo y
rodeados de cuantas mujeres mejor. Por
eso entiendo que al bubi se le debe imponer
obligaciones que le hagan contraer necesidades, siendo esto a la vez un
medio para que reconozcan la soberanía de España, que debe alcanzar a todos los
poblados.
Además, hay otra ventaja de la cual nosotros, los españoles
no hemos querido aprovecharnos, y es que aquellos indígenas adquieren tantas
mujeres como pueden, porque es costumbre muy antigua de ellos. Todo el trabajo
queda para la mujer, el hombre solamente se dedica a la caza, a la pesca y a
extraer el vino de palma, mientras las mujeres hacen toda la labor del campo
con sus pequeños a la espalda y amarrados a la cintura.
Hay otra dificultad para la contratación de braceros. Se
presentan a veces algunos propietarios que de una forma u otra, han conseguido
braceros en las colonias extranjeras, y van al curador a celebrar los contratos. Aquel empleado se
niega a admitir contrato alguno, por la
sola razón de no haberlo celebrado antes en la colonia de procedencia, y por
consiguiente después de haber sufrido unos gastos de importancia, pierde los
braceros que el Curador le obliga a embarcar para su país, ante el temor de una
reclamación diplomática.
El indígena de los territorios del Muni está casi siempre en
constantes guerras, unas tribus contra otras, sin que nuestras autoridades puedan
impedirlo, porque nuestra soberanía no alcanza más que a las playas y algunos
kilómetros contados, al interior, y precisamente por esto mismo podrían
nuestros gobernantes aprovecharse por muchos medios que siempre está a su
alcance, procurando atraerse a Fernando Poo, pueblos enteros.
Los vengas, bujebas y otros están siendo arrollados por la
importante tribu de los pamúes, que quieren dominar hasta las mismas playas,
habiendo ocasiones que las autoridades de Bata, han visto atravesar la capital
a todos aquellos huyendo de estos último, en unión de mujeres y niños, con
impasibilidad , no hicieron otra coa que mirar aquel reguero de negros y negras
que estuvieron pasando durante tres días, todos ellos cargados con su
impedimenta, sin habérseles ocurrido brindarles protección y facilitándolos
medios para trasladarse a Fernando Poo.
No hace más que tres años que, por iniciativa de la Cámara
Agrícola, e organizaron dos expediciones con el apoyo oficial, a fin de
reclutar braceros, en igual día partieron ambas para los extremos opuestos de
la Isla, que recorrieron los pueblos del interior, invitando al trabajo a
aquellos indígenas, y bien pronto se tocaron los resultados, seiscientos
braceros se registraron aquellos días en Curaduría.
No está desacertada la idea de la inmigración de hombres de
color procedentes de Santo Domingo, Cuba y Puerto Rico, sin embargo en ese
proyecto podría influir en que se explotasen diferentes cultivos, ya que
desgraciadamente para ellos y para España, limitándose al cacao, sería un
fracaso.
También es de mucha conveniencia pensar en el aumento de
población de colonos europeos, no en la forma que se hizo en 1892, con las
familias que, procedente de Alicante, Valencia, se llevaron desde Argel a Santa
Isabel, pues en aquello, aparte del mal resultado que dio, fue una carga para
el Estado.
Los oficios escasean allí, no existiendo ningún taller a que
recurrir en caso de cualquier trabajo de carpintería, herrería o demás, no hay
zapateros y a veces falta hasta peluquería, no digamos nada de sastre, ni
modista, ni aun costurera, a quien poder encargar algún trabajo, estamos al
principio de todo.
Obligar a los comandantes de puesto de policía a formar un
censo de todos los poblados que hay en su demarcación, lo que daría un dato
exacto del número de ellos que hay en el interior, y de cuyo resultado podría
deducirse la política que había de seguirse para la recluta de braceros.
Respetar a los dueños de las fincas siempre que estos se adaptaran a nuestras
leyes tomando los debidos títulos de propiedad y satisfaciendo trimestralmente
la contribución territorial, pero haciendo trabajar a todos aquellos que no
justificasen su modo de vivir, evitando los robos y quitándoles los vicios que
tienen, origen de los conflictos.
Por lo que respecta al Muni, es necesario que el Estado
cambie de política, visto el fracaso de la de atracción que hasta el presente
ha venido practicando, y con lo cual, no solamente no hemos obtenido resultado
práctico, sino que nos desprestigia ante ellos.
Los jefes de poblados que no demuestren su adhesión a España, deben ser
sustituidos por otros que lo sean, y que nos ayuden a nuestros proyectos,
señalándoles a estos una pensión mensual de 30 a 50 pesetas, según la
importancia que tuviese, pero suprimiendo las pensiones y regalos que hoy se
hacen sin fruto alguno.
RESUMEN DE LOS ACUERDO TOMADOS SOBRE EL TRABAJO
Que se conceda por el Estado una subvención al primer español que se establezca en Monrovia,
siempre que se comprometa, dentro de su negocio, a encauzar una corriente
emigratoria hacia Fernando Poo.
Que el Gobierno organice, reglamentándo debidamente y
limitando su extensión, la emigración de colonos europeos, como también de
Santo Domingo, Cuba y Puerto Rico, y a su vez facilite en Fernando Poo, la emigración de braceros y sus familias
procedentes de las colonias africanas, especialmente las de la Guinea Española,
presupuestando a tal fin una cantidad a compensar a las compañías de vapores el
importe de los pasajes y otras atenciones que
un principio requerirán aquellos.
Revisión del Reglamento del Trabajo, reformando todos
aquellos artículos que ejercen influencia contra producente contra los
intereses creados y en el cual deben dar
las mayores facilidades para la recluta y contratación de braceros, imposibilitando
que haya un excesivo número de vagos y dificultando la rescisión de contratos
sin grandes motivos justificados.
Una campaña activa a favor del Tesoro, obligando a los
peritos agrícolas a denunciar todas aquellas propiedades rurales que no estén debidamente
registradas y dentro de nuestras leyes, alcanzando especialmente esto a los
indígenas.
Emprender la labor de crear necesidades al bubi,
imponiéndole contribuciones y otras obligaciones, como sería la prestación
personal para los trabajos de carácter público, dificultando también de un modo
indirecto la clase de vida que hacen, especialmente procurando desterrar de
ellos la costumbre de poseer varias mujeres, que tanto imposibilita el aumento
de población.
Que el Gobierno conceda a los elementos activos de aquella
colonia, que el presidente de la Cámara Agrícola, como representación único de
todos los intereses allí creados, forme parte de la Junta de autoridades y del
Patronato de Indígenas.
Firma Francisco López Canto
en Valencia a 9 de diciembre 19909.
MI COMENTARIO
La verdad es que aquellos aventureros de la agricultura,
carecían de todo:
Falta de mano de obra, servicios sanitarios, carreteras,
comunicación marítima regular con la Península y el Continente, artesanos,
ingenieros agrícolas, bancos, y además de todo esto pagar unos derechos
arancelarios para entrada en España de una mercancía que era de una colonia
española.
Para solucionar la mano de obra sugerían traer esclavos
libertos de América, como ya se habían traído de los que los barcos ingleses, en nombre del Tribunal
de la Represión capturaban y luego
soltaban en Cuba, donde el Gobernador cubano, en algunos casos para evitar que
alentaran a los explotados en Cuba enviaba en un barco a Fernando Poo,
amparándose en que el presupuesto de Fernando Poo, lo pagaba la Hacienda
cubana. Se alentó buscar braceros en el
Congo Belga, Monrovia , estudiar el conseguir artesanos en España que quisieran
venir a la colonia, donde faltaban de todo. Imponer tributos a los bubis para
que se vieran en la necesidad de trabajar, presionar a los comandantes de
puesto en el Continente para convencer a sus habitantes a venir a la Isla,
especialmente a las tribus minoritarias.
Yo en 1950 empecé a trabajar en una gestoría que nos
cuidábamos de todas las cuestiones laborales de los trabajadores nigerianos que
cultivaban las fincas de cacao, a mi cargo en esas labores tenía unas 800
personas . En esos 800, en los diez años que contrataba y liquidaba
trabajadores, nunca tuve un fang o un bubi como bracero, si en muy pocos casos
como chófer, cazador u otro oficio. Por cierto en esos años pese a los
trabajadores nigerianos existía falta de
mano de obra, dado que el gobierno de Nigería siempre reducía el número de trabajadores
solicitados por mediación de la Cámara, pese a que en Calabar había colas de
personal deseando venir a Fernando Poo.
Se quejaban de que el bubi no quería trabajar, lógico. El
bubi tenía la vida solucionada, todos gozaban de alguna pequeña propiedad en la
que cuidaban su mujer o sus mujeres, la huerta, suficiente para alimentarlos e
incluso a veces mandar a su mujer al mercado a vender parte, su bebida o
aguardiente (topé) lo extraía de las palmeras de su terreno, alguno de sus
hijos era el que trepaba para poner la vasija donde recogerlo. Muchos el
Gobierno les concedía un terreno por los hijos que tenían o habían heredado de
su familia., ese terreno se lo arrendaba a un agricultor más potente (casi
siempre europeo) y con esa renta y la huerta tenía suficiente para vivir sin
agobios. ¿Para qué tenía que trabajar? Entonces no existían las ambiciones de
posesión que nos ha creado la televisión y el cine, el clima ayudaba, con un
par de camisas y pantalones, era suficiente para ropero.
Los bubis cuando
llegaron a la Isla en varias oleadas se supone eran pueblos pescadores y se
establecieron entre otras sitios en la playa de Carboneras. Se supone que
cuando la época del tráfico de esclavos huyeron a las montañas, donde sus
poblados tenían la entrada oculta y el mismo trazado de las edificaciones se
hacían como un laberinto, de esa forma cuando los traficantes llegaban al
poblado, sus habitantes ya estaban ocultos en el bosque, utilizaban como señal
de alarma, el silbo, dado que el terreno muy montañoso les hubiera obligado a
subir y bajar colinas cercanas pero distante en tiempo en recorrer el camino.
Por cierto ayer vi en un reportaje de internet, un rebolano que todavía sabía
efectuar la llamada por silbo, con gran potencia.
Por cierto los representantes de Guinea que fueron al Tercer
Congreso Africanista, lógicamente su interés fundamental era Fernando Poo, dado
que eran miembros de la Cámara Agrícola de Fernando Poo, para ellos la parte de Guinea Continental solo les interesaba como fuente de mano de obra. La verdad es que poco existía de agricultura comercial en aquella zona, tal vez algo de la madera por parte alemana.. .
Barcelona a 8 de abril de 2014
Fernando García Gimeno
No hay comentarios:
Publicar un comentario