En 1810 atracó
un barco mercante inglés en la bahía de San Carlos con objeto de hacer aguada y
en uno bote vinieron a tierra su capitán Mr. Mac William y cinco marineros,
saliendo inmediatamente del bosque cercano a la playa un grupo de bubis
desnudos que con sus venablos arrojadizos mataron a todos los tripulantes del
bote sin dejarles hacer uso de sus armas. Sin embargo no profanaron los
cadáveres y se retiraron al bosque, permitiendo que las embarcaciones menores
del buque vinieran a recoger a sus muertos.
En 1817 y
1819 se realizan tentativas del Gobierno inglés por medio de sus enviados,
comodoro Bullen y capitán de fragata Roberston con el mismo éxito negativo que
anteriormente, no logrando entablar relaciones con los bubis.
En 1821
desembarca en San Carlos también el capitán de la Real Marina Inglesa Ferdinand
Kelly, el cual reconoce la costa en dirección norte, quedando deslumbrado ante
el panorama sin par de la bahía isabelina, que recomienda en su informe como
lugar preferente para establecer el Tribunal mixto de represión de la trata de
esclavos recientemente fundado y que funcionaba en Freetown. Este escocés, más
hábil que sus compatriotas consigue entablar amistosas relaciones con los bubis
de la zona de Basupú, y es el primero que emplea la palabra bubi para designar
a estos indígenas y también el primero que suministra datos etnológicos sobre
ellos.
En 1827, y a
consecuencia de los contactos de Kelly con los indígenas, comienzan los barcos
ingleses a recalar en San Caerlos para hacer aguada, comprando de paso a los
bubis algunas cabras y frutos del país a cambio principalmente de chatarra de
hierro y algunos cuchillos; los encargados del tráfico eran las mujeres porque
los hombres no bajaban a la playa, permanentemente armados y emboscados en la
selva a la expectativa por temor de que sus mujeres fueran atacadas.
En este
mismo año 1827 funda Mr. Richard Owen la ciudad de Clarence, luego llamada
Santa Isabel, pero por causa del clima y de utilizar a los hombres blancos
equivocadamente para trabajos de fuerza, después de muchas penalidades y de
experimentar gran número de bajas tuvieron que abandonarla, así como la isla en
1873, circunstancia beneficiosa para España y sin la cual no conservaríamos
aquel dominio que habría pasado como tantos otros al poder de Inglaterra.
El
comerciante inglés, Cónsul de dicha nación en el Golfo de Biafra, Mr. Beecroft,
explora parte de la isla ascendiendo al pico de Santa Isabel al parecer en dos
ocasiones, en 1830 y en 1840, aunque de la primera excursión no hay completa
seguridad. No se tienen datos sobre posibles relaciones con los bubis, puesto
que no dejó escrito referente a ello.
El dominio
español no se empieza a asentar hasta la expedición del capitán de navío don
Juan José de Lerena que arribó a Clarence el 23 de febrero de 1843, tomando
nuevamente posesión de la isla en nombre de España y su reina Isabel II, el 27
de dicho mes, bautizando a la capital con el nombre de Santa Isabel y nombrando
gobernador español al conocido y prestigioso inglés mr. John Beecroft por falta
de súbditos españoles que pudieran ostentar el cargo.
De 1876 a
1877 don Manuel Iradier explora gran parte de las costas de la isla y algo de
la zona interior, dejando en sus escritos notas curiosas sobre las costumbres
de los bubis y padece muchas penalidades entre ellas la muerte de su hijita
Isabel, nacida en la isla de Elobey.
FIN SEGUNDA
PARTE. Datos extraídos del libro Notas para un estudio antropológico y
etnológico del bubi de Fernando Poo, escrito por el conde de Castillo- Fiel don
Carlos Crespo Gil- Delgado.
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