RELACIONES
ENTREN BUBIS Y HOMBRES BLANCOS.
Las
relaciones entre los bubis de Fernando Poo y los hombres blancos que desde el
siglo XV empezaron a llegar a sus costas estaban siempre en la desconfianza de
los bubis y la resistencia a la dominación extranjera. El bubi orgulloso de su
independencia, rechazó cuando pudo por las armas a los invasores extranjeros y
cuando estos fueron demasiado fuertes se refugió en las alturas al amparo de
sus numerosas montañas. Huyó de las costas donde habían establecido sus
primeros poblados evitando de ese modo que los capturaran como esclavos, o
abusaran de sus mujeres, esa es la razón que las dos únicas poblaciones o
ciudades que hay en la costa Santa Isabel(Malabo) y San Carlos (Luba) fueran
fundadas por los ingleses.
Al cabo de
muchos años se pudo armonizar la relación entre blancos y bubis, gracias en
parte a la labor de los misioneros, como los padres Juanola, Albanell y Aymemí,
que llegaron a conocer su lengua perfectamente y sus costumbres haciéndoles ver
la importancia de unas buenas relaciones.
Los
portugueses que descubrieron la isla, apenas intentaron colonizarla. A
principios del siglo XVI, un colono portugués, Luis Ramos de Esquivel,
estableció una factoría y algunas plantaciones de frutos del país, pero a los
pocos años tuvo que abandonar la isla, debido a la hostilidad de los indígenas
que atacaban a sus trabajadores y además diezmado por las fiebres de su
personal. Este colono y algunos posteriores difundieron la leyenda reflejada en
los informes que el gobernador de Santo Tomé enviaba a Lisboa, de que no
convenía asentarse en Fernando Poo porque los indígenas eran muy feroces y
envenenaban sus aguas, causando de este modo la muerte de los blancos.
Naturalmente que la causa de la muerte de los blancos eran las fiebres
palúdicas, la disentería, la fiebre amarilla y la enfermedad del sueño, que se
cebaban en sus cuerpos sin la defensa de la farmacopea moderna.
Maris
Carneiro, en 1642 dice que no debe desembarcarse en Fernando Poo sin la
compañía de un guía que conozca la tierra, porque todos los habitantes son
gente guerrera que no quiere relaciones ni trato con los portugueses. Luego
añade que la isla está muy poblada, pero sus habitantes no tienen la costumbre
de vender esclavos. Hábito que era habitual en las costas cercanas, donde quién
ganaba una lucha entre poblados luego vendía los prisioneros a los traficantes.
Desde 1642 a
1648 los buques holandeses, entonces en guerra con Portugal, hacían frecuentes
razias a la isla con objeto de capturar esclavos. Los bubis incapaces de
resistir a las armas de fuego de los holandeses, que se llevaban a los hombres
más fuertes y a las jóvenes más bellas, dejaron abandonadas sus costas,
refugiándose en las mesetas del interior y evitando el contacto con los europeos.
El octubre
de 1778 la expedición de don Felipe José Santos Toro, conde de Argelejo, al
desembarcar en la bahía de San Carlos
para tomar posesión de la isla en nombre de España, sólo consigue ver a un
negrito de 15 años de raza bubi al que consiguen capturar y cuya lengua no
entienden los intérpretes indígenas, comprobando que desconocía el arroz y las
legumbres europeas, así como el ganado vacuno y caballar. Durante la estancia
de dicha expedición en Concepción (Biapa) desde el 29 de noviembre de 1779 al
30 de octubre de 1780, apenas tuvieron los expedicionarios relaciones con los
indígenas a pesar de los regalos que se les hacían para atraerlos,. Los
españoles se sentían rodeados de enemigos invisibles, los soldados no podían
alejarse de la fortaleza ni marchar solos al bosque, pues en seguida eran
atacados en cuanto se alejaban de la protección de los cañones de la fragata
Santiago, lo único que imponía respeto a los bubis. Estos lograron que algunos
criados y soldados negros de la expedición
desertaran de ella con sus armas. Solían enviar al campo español algunas
mujeres con cestos de bananas y ñames más bien como espías que como vendedoras
de género. Hubo algunos ataques frustrados por falta de decisión de los
atacantes y un marinero fue herido en un muslo , muriendo después. Al salir el barco de Fernando Poo, debido a
la sublevación de la tropa acaudillada por el sargento Jerónimo Martín, los
negros que indudablemente estaban acechando, salieron a la playa con grandes
gritos en cuanto el barco levó anclas y desde la cubierta pudieron ver los
españoles como los bubis saqueaban y prendía fuego a los edificios abandonados,
Los cañones, subsistieron en aquel lugar durante muchos años porque los
supersticiosos bubis que habían escuchado sus disparos no se atrevieron nunca a
tocar a esos monstruos de aliento de fuego y ronca voz como ellos describían en
sus cantares .
En 1785 los
marinos ingleses Bullen y Lawson desembarcaron en San Carlos tratando de
atraerse a los bubis con regalos, en lo que no tuvieron ningún éxito.
FIN PRIMETA
PARTE.- Datos extraídos del libro Notas para un estudio antropológico y
etnológico del Bubi de Fernando Poo, escrito por el doctor en ciencias
naturales y abogado don Carlos Crespo Gil- Delgado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario