ANNOBÓN - 1
El otro día
una persona querida me preguntó la razón, por qué no escribía sobre Annobón y
sus habitantes. La causa es que casi
nada sé sobre los guineanos más españoles que hay. Así que voy a escribir en
unos capítulos algo sobre Annobón y que me perdonen mis amigos annoboneses Juan
Tomás Ávila y Paco Zamora, por mi ignorancia. La mayoría de datos están
extraídos del libro La Iglesia en la Guinea Ecuatorial Fernandop Poo, escrito
por el padre Tomás L. Pujadas. C.M.F. año 1968.
Lo primero
que destaca es que la mayoría de sus habitantes tienen apellido de ciudades
españolas. Buscando el motivo encontré a una persona que me lo explicó, y
aunque no tengo la seguridad de su certeza encaja con la lógica:
En la época
de la dictadura de Primo de Rivera, parece ser que se envió a aquellos
territorios un funcionario de estadística para censar a la población. Llegado a
Annobón empezó la anotación de sus habitantes, pero se encontró el problema que
la mayoría solo usaban su nombre sin apellido y dado que el censo debía
anotarse como mínimo un apellido, fue adicionando a cada nombre un apellido de una ciudad
española, empezando por Ávila y terminando por Zamora como mis amigos.
La Isla
perdida a 300 millas del Continente africano, mide 17 kilómetros cuadrados,
seis kilómetros de largo y tres de ancho, 118 veces menor que Fernando Póo.
El pico de
Fogo de 450 metros de altitud le da un aspecto de cónica, pese a que hay otros
más altos, como el Pico de Quioveo de 640 y el de Santa Mina de 700.
La isla fue
descubierta por los marinos portugueses Juan de Santarem y Pedro de Escobar, el
1 de enero de 1471, por lo que la bautizaron con el nombre de “ Anno- bo”” , es
decir Buen Año o Año Nuevo.
La
encontraron deshabitada, más adelante Luis de Almeida que compró la isla por
400.000 reis a su propietario Jorge de Mello, llevó a familias originarias de
Angola y Sao Tomé, que construyeron el poblado de San Antonio de Palea.
Evangélicamente
hasta 1550 esa diócesis era sufragánea de Funchal, pasando a depender del
patriarcado de Lisboa, Santo Tomé tenía la obligación de enviar de vez en
cuando un sacerdote en la Isla. Esta isla siempre ha tenido unas comunicaciones
muy restringidas y a veces se ha pasado meses sin contacto de ningún tipo, y
según parece en la época de Macías tuvo una epidemia de viruela y allí no
apareció nadie, se dice que fue una venganza de Macías por haber votado contra
la Independencia.
En 1580,
Felipe II junta sobre su cabeza las dos coronas ibéricas y por lo tanto el
imperio colonial luso pasa a sui cargo. En referencia a Annobón en 1592, se
envió a un sacerdote de color, un subgobernador subalterno de Santo Tomé, un
maestro de escuela, un capitán y cinco o seis angolanos, no precisamente
recomendables.
En 1640 se
deshizo la unión de España y Portugal, al ser proclamado rey de los lusitanos
el duque de Braganza, don Juan IV.
Por aquellos
años la Isla estaba abandonada de visitas y de funcionarios portugueses. Sus
habitantes clamaban, deseaban con ímpetu un sacerdote que guiara sus deseos religiosos,
hasta que un día, apareció un hombre que reunió a todo el mundo en la iglesia,
y ante el pasmo y gozo de todos, salió de la sacristía revestido con el
sobrepelliz y estola, con el breviario en una mano y en la otra el hisopo.
Su primer
cuidado como relata Jesús hizo en su vida, echó del templo a los espíritus
perversos, que se habían adueñado del mismo, al no haber ningún sacerdote en la
Isla. Con agua bendijo por las buenas con la señal de la cruz , roció el lugar
sagrado entonando el “asperjes me””, continuó sin temblarle la voz por el “Deu
zuin suyitoliu meu intende” ( Deus in adjutorium meum intende). A continuación
se declaró enviado por Dios mediante revelación y empezó a predicar una
doctrina que él llamaba católica y tomó el nombre de padre sacristán o bien
sacristán mayor (sanguistá gueza nganyi) , es decir sacristán de la iglesia
grande.
CONTINUARÁ…….
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