ALGO MÁS
SOBRE LOS FANG
Como siempre
los misioneros claretianos, que son los que saben más de los pueblos africanos,
con el afán de introducirse en la
sociedad indígena guineana, estudiaron sus lenguas, sus costumbres y su
organización, en el libro La Iglesia en la Guinea Ecuatorial , tomo II Río Muni
escrito por el padre Tomás Pujadas, he sacado algunos datos que transcribo.
En la
organización política existía el Etunga Bot, grupo familiar. Personas unidas
por el lazo de un ascendente común. Cada grupo de estos tenía plena autonomía
dentro de la tribu, el jefe se llamaba Nsue Etunga.
El jefe de
cada tribu o clan era el llamado Nkúkuma, elegido por su fuerza, prudencia e
incluso riqueza. La unión de varios clanes suela ser transitoria y tiene el
nombre de Ovain.
Al no haber
existido la tradición escrita, estos pueblos promueven la tradición oral por
los nvet, como trovadores de su historia, que con cierta asiduidad llegan a un
poblado, donde se reúnen todos los vecinos y de chozas y aldeas cercanas, para
que el narrador les cuente la historia de su pueblo, relatando la historia con
la de varias generaciones pasadas. Por ello es fácil que los fang memoricen los
nombres de sus antepasados, lo que hace rendir homenaje a los destacados de su
Etunga Bot.
El fang cree
tener dos espíritus, uno de ellos que llaman “nsisim”, semejante a nuestra
alma, que no muere, y que durante el sueño puede abandonar nuestro cuerpo y
actuar fuera de él. Hasta que llega un momento que se separan del cuerpo
definitivamente, pasando a una vida superior, tomando entonces el nombre de
ngón, plural bekón.
La muerte no
es natural, depende de una acción enemiga de alguna persona viva o de un
espíritu vengativo. El hechicero (Ntoo biang) ha de descubrir al culpable para
que se le castigue, si vive, en caso de ser un espíritu, calmarlo. Esto lo
aprovecha el hechicero para su peculio personal o para su venganza personal.
Fernandoelafricano.blogspot.com 21.10.2015
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