sábado, 23 de junio de 2018

SUPERTICIONES GUINEA CONTINENTAL


    SUPERSTICIONES



En mi captura de noticias en la revista la Guinea Española, y en fecha 10.03.1911,  encontré un artículo titulado SUPERTICIONES: Lanza mortífera, espejo divinatorio, culebra servicial. Firma  N.G.  C.M.F. o sea un claretiano.
Explica con detalle, que los habitantes   de la Guinea Continental, estiman que uno no fallece de muerte natural, siempre hay un motivo que desconocemos y por eso es importante efectuar la autopsia, para reconocer en ellas, el maleficio del fallecimiento, y por ese camino encontrar el causante de la muerte.
Esa labor la realiza, un personaje que llaman médico, pero en realidad es hechicero, y este personaje los encamina hacia el sospechoso para que la familia tome venganza, ya que ven muy claro todo el proceso, donde nosotros solo vemos que la muerte la ha producido, una pulmonía. Ellos al hacer la autopsia, según el color de la sangre coagulada, determinan por donde deben investigar y hasta quién es el sospechoso.  Aquí por supuesto entran a veces influencias para dictaminar quién es el culpable y así mismo es una forma de deshacerse de una persona molesta.  
En la caída de la tarde, nuestra canoa << Santa Ana>>, subía el río Otoche, hasta llegar al primer pueblo pamue de la familia << atamakak>>, al llegar a las viviendas me encontré con un viejo mal carado, el cual llevaba en la mano un cuerno de venado y en la otra mano, una campanilla, con atención y asiduidad, miraba el interior del cuerno. Cuando terminó su ceremonial se acercó a saludarme. Con una simple insinuación que le hice, me explicó el prodigio de su venerado cuerno.
Dentro del prodigioso cuerno, ponen cortezas de árbol, huesecillos, pelo, etc. El agitar la campanilla es para evocar la cosa que se quiere saber. Se conoce por la posición en que quedan los elementos, que hay dentro del cuerno al finalizar de agitarlo. Mira entonces en el cuerno donde tiene adosado un pequeño espejo, y allí ve reflejado lo que deseaba ver.
Al día siguiente mientras decía la Misa, nuestro adivino se había puesto a pasear arriba y abajo de la plaza, meneando su apreciado cuerno y agitando la campanilla.
Concluida la Misa, me acerqué para saludarle y le pregunté que había estado adivinando durante el Oficio, y me respondió: Padre, como me comentó Vd. Ayer que quería hacer una casa aquí, estuve investigando si se hará y cuando, el resultado es que se hará, pero tardará tiempo en hacerse.
Varios son los objetos que se valen estos << médium> para conocer las cosas ocultas, las serpientes se usaron en tiempos anteriores. Me contaba un joven cristiano que él tenía un hermano el cual poseía una culebra, que lo seguía a todas partes y le avisaba donde existía peligro. Cuando fui a Elobey traté de hablar con el hermano, y me dijo que no llevaba encima la culebra pero que en cuando tuviera ocasión me la mostraría. Le propuse comprársela, y aceptó, exigiendo por ello 5 pesos. Al poco tiempo este pobrecito falleció y la fiel servidora desapareció de la casa y no se volvió a ver jamás.


Fernando el Africano      Algete    23 de junio 2018

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