martes, 16 de octubre de 2018

GUINEA ECUATORIAL- SEGUNDO CAPÍTULO




GUINEA ECUATORIAL- SEGUNDO CAPÍTULO

Los Bubis, que son los habitantes de la Isla, unos 80.000 actualmente, siempre han sido algo introvertidos, primero al  huir de los traficantes de esclavos y tenerse que montar sus poblados en la montaña, ya que Malabo y Luba  están  junto al mar, al ser fundadas por los ingleses y precisar sus bahías para sus barcos de guerra y controlar el comercio de la costa Atlántica de África, aunque después se la tuvieron que repartir con Francia y algo con Alemania.
Los bubis se conformaban con vivir de su agricultura, su caza y la pesca para subsistir, por ello España para poder obtener un beneficio de aquellas tierras tuvo que importar la mano de obra, primero de Liberia y Sierra Leona y tras  pruebas con braceros cameruneses  y otros países, se decidió por los nigerianos, con quién se llegó a un acuerdo interesante para las dos partes. El Gobierno Español conseguía trabajadores jóvenes, de buena constitución, con facilidad para asimilar las labores para el cultivo del cacao y el café básicamente. El Gobierno de Nigeria se beneficiaba de una entrada importante de divisas y hasta de trabajadores preparados para cultivos similares. Hubo un periodo que se trajo mano de obra de la Guinea Continental, pero por diversas razones entre ellas que las dos etnias se llevaban muy mal, se tuvo que abandonar.
No podía dejar de mencionar a los fernandinos, base de la sociedad africana de la Isla, los primeros fueron los que trajeron los ingleses como funcionarios del Tribunal de la Represión de la esclavitud, a los que se fueron añadiendo otros africanos de países cercanos que se establecieron con sus oficios en la Isla así como alguno de los negros traídos de Cuba, que había  quedado libertos en la Habana. Esos fueron los que se establecieron en la ciudad de Clarence en el trazado urbanístico en cierta manera copiado por los ingleses de la experiencia que tenían de la ciudad  de Freetown, con calles rectas que terminaban a los pies de la cordillera montañosa (norte-sur) y cruzado por las calles paralelas al mar, este- oeste. Entre estos hubo alguno, que sus propiedades eran las más fuertes y valoradas de la Isla, como Guillermo Vivour y Maximiliano Jones.

El acuerdo laboral era el siguiente. A los trabajadores se les daba casa, comida y el 50% de su salario, así mismo se les permitía un terreno en la misma finca para plantar sus hortalizas, y al tener un trabajo a destajo,  muchos les daba tiempo para otras actividades como pesca, captura de cangrejos, etc. El otro 50% de su salario se les facilitaba un cheque al finalizar el contrato, que debían de cobrarlo en Nigeria. El contrato era de 24 meses prorrogable a 18 meses más.

No hay comentarios: