martes, 11 de agosto de 2020

LOS CAYUCOS DE NIGERIA Y LA MANO DE OBRA EN BIOKO

 

LOS CAYUCOS Y LA MANO DE OBRA EN BIOKO

 

Pocos países precisan importar mano de obra por carecer de ella, eso ha pasado siempre en la isla de Bioko, el Continente no hay tenido tan pronunciada esa necesidad.

La importación de mano de obra, por acuerdos de Gobierno, las ha habido con Malí, Sierra Leona y la más estable y eficaz, Nigeria, de eso sabe mucho nuestro amigo Baltasar Pérez Portabella, ya que intervino en la firma del último acuerdo.

El sistema era que los agricultores solicitaban por medio de la Cámara Oficial Agrícola de Guinea, los trabajadores que precisaban para ampliar su plantilla para la siguiente cosecha, pero Nigeria, pese a disponer de personal suficiente para cubrir esa demanda, y con el fin de presionar al Gobierno Español según le interesara, siempre daba menos de los solicitados, así que había necesidad de más braceros.  

En la bahía de Santa Isabel junto al espigón por debajo de Punta Fernanda, existe una bahía llamada de Los Cayucos. En ella amarran los nigerianos (básicamente) que con sus cayucos vienen a comprar cigarrillos de tabaco y  bebidas alcohólicas, especialmente Brandy, por ser en su país mucho más caro, al no haber impuestos de Aduana en Santa Isabel.

Esos cayucos, capaces de albergar 30 o 34 remeros, luego de cargado el material que adquieren, salen a media tarde con rumbo a las costas de Nigeria, donde llegan de madrugada descargando el material en sitios convenidos con los compradores.

A veces la operación de compra de mercancía y carga s¡ no se efectúa el mismo día, esos ratos de asueto los remeros pululan por la ciudad.

Un espabilado, pensaría “Estos remeros poco ganarán y aquí podría ganar mucho más”, así que inició conversaciones con algunos, les enseñó la finca, les dijo lo que podrían ganar y llegaron a un acuerdo.

Ahora el problema es como documentarlo “legalmente”. Presumo que ya habría planificado antes el asunto, así que los diez nuevos candidatos a braceros, se los llevó al foto-matón del Barato, y les hizo 3 fotos carnet a cada uno, las llevó a su amigo en el archivo de la delegación de trabajo, que cogió la ficha de 10 fallecidos, les puso las fotos de los nuevos () los resucitó) y así mismo en el archivo general también cambió la foto, donde se cogió una cartilla de trabajador de los fallecidos, efectuando el cambio.

Nada más había un problema al ir a firmar el nuevo contrato, los llamaban por el nombre de la ficha que no se parecía en nada al suyo, para lo cual ya estaban aleccionados, y en el momento de citarlos, había que darles un empujoncito para que se enteraran de su nuevo nombre y tribu .

Esa historia hay que considerarla factible, dada la falta de mano de obra y el bien que proporcionaba al país esta contratación.

Al contratado el primer día, se le compraba algo de ropa adecuada, como pantalón vaquero, camisa, un cubo para el transporte de productos del campo que cogía para su comida, un machete y una lima, y alguna cosas más que no recuerdo.  

Fernando García – Barcelona a 11 de Agosto 2020

 

 


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