EL VIAJE DE IDA Y VUELTA
Toda la vida uno tiene una enorme curiosidad
por saber que habrá o si habrá otro mundo
tal vez por mi avanzada edad
tomé voluntad, y rumbo.
Para saber que había tras ese descanso eterno,
cerré mis ojos y con mi solo pensamiento,
mi cuerpo se sumergió en un gélido invierno,
que no me van a creer presiento.
En el camino tuve que viajar entre espesas nubes
iluminaron mi travesía, rayos y centellas,
más, mi voluntad, una de mis escasas virtudes,
me llevó a un jardín cuajado de cosas bellas.
Fui atendido por un anciano con cara de aburrido,
y me preguntó por mis datos personales,
tras verificar datos, oficialmente fui recibido,
nadie me preguntó por mis deseos o planes.
Adjudicado por mis defectos y virtudes
a la sección cuarta, campamento mil veinte
me dieron coordenadas y latitudes
y una chapa a llevar en solapa permanente.
Después de larga caminata y tormenta llegué al barracón de hojalata que iba a ser mi hogar, en aquel momento tocaron retreta todo el mundo corriendo a formar.
Después de cantar salmos muy aburridos
que yo, por supuesto no sabía,
nos dieron un montón de comprimidos
que era la única comida que había[FG1] .
Seguimos con ejercicios de meditación
pasear por las nubes cantando,
entrar en la hora santa de oración
tomar las pastillas chupando.
Así que yo pensé, este ritmo no lo aguanto
disimuladamente, me escondí en una nube
y cuando pude bajé volando
Ignoro cómo hacerlo pude.
Así que os aconsejo cuidéis vuestra salud,
para seguir en este conflictivo planeta
hasta que consigamos la eterna juventud
esto, sería la perfecta meta.
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