martes, 25 de octubre de 2011

RETROSPECTIVAS DE LA GUINEA CONTINENTAL-VI

RETROSPECTIVAS DE LA GUINEA CONTINENTAL- VI



Superticiones : lanza mortifera, espejo adivinatorio, culebra servicial


Para estos indígenas no se da la muerte natural que nosotros decimos, oponiéndola a la violencia, sino que todo el mundo muere a causa de esta última, proveniente, cuando otra causa no se conoce, de un maleficio puesto por un enemigo del difunto o de su familia. Así que a la muerte es normal hacer la autopsia, entre los pamues, con el objeto de reconocer el maleficio, y ver si se puede venir en conocimiento del causante de tal desgracia.

¡ Que cosas saben hallar los que ellos llaman médicos, para engañar a la familia del difunto y para inducirla a tomar venganza de este o de aquel, sobre quien recae la sospecha! En donde ellos más claro lo ven, es en el que nosotros decimos ha muerto de pulmonía.

A lo que nosotros damos el nombre de pulmonía, es efecto de la lanzada que el brujo o hechicero le ha dado sin saber cómo ni cuando. Así se explican al ver la sangre coagulada en los bronquios.

Otra de las cosas con que los brujos sacan mejor y más partido es la adivinación, valiéndose de algún << médium>>.

A la caída de la tarde por las aguas del río Otoche, nuestra canoa Santa Ana, llegó al primer pueblo pamue de la familia << atamakak>> (él me insulta pangolín) llamado Aleremetangha. Subí al pueblo y me encuentro un viejo malcarado, el cual llevaba un cuerno de venado en una mano y una campanilla en la otra, y se paseaba a lo largo de la plaza central , que suelen tener todos los pueblos pamues, agitaba la campanilla mirando al cielo y hacía mil visajes, que por otra parte nos movían a risa y compasión, al ver el empleo del buen hombre. De vez en cuando paraba y miraba fijamente en el espejo que cubría la abertura del cuerno misterioso. Concluidas las ceremonias vino a saludarnos, y a una simple insinuación, nos explicó el modo de servirse del cuerno adivinatorio para saber las cosas futuras y ausentes. Dentro del prodigioso cuerno ponen cortezas de árbol, huesecillos, pelo, etc. El agitar el cuerno y tocar la campanilla es para evocar la cosa que se desea saber, y se conoce su presencia por la quietud de los huesecillos y demás objetos metidos en el cuerno, pues se paran así que la cosa evocada se presenta. Mira entonces el espejo, y allí ve todo lo que pretendía.

Había hablado por la noche con los pamues las condiciones para establecer allí una reducción, y por la mañana, cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta de que mientras estaba diciendo la Misa, nuestro adivino se había puesto a pasear plaza arriba y plaza abajo, meneando su apreciado cuerno y agitando la campanilla. Concluida la Misa y dadas las gracias, fui a avistarme con nuestro hombre y le pregunté ¿Que es lo que había estado adivinando mientras decía la Misa. Pues investigando si se hará y cuando la casa que pretenden hacer aquí. Le pregunté: que resultado has obtenido, me respondió, que se hará, pero está lejos. Me quedé explicándole que no siempre es cierto lo que dicen los adivinos y que los médium, las serpientes y sus adivinanzas ya se usaban en tiempos remotos.

Cierto día estaba platicando con un joven cristiano pamue de las supersticiones de sus paisanos, y me manifestó que tenía un hermano, el cual poseía una culebra que le seguía a todas partes, y moraba en su casa, le avisaba cuando había algún peligro y le servía de guía en todo. ¡Caramba!

Pues si padre, esto es cierto. Al poco tiempo fue a Elobey el poseedor del bicho, y como era de suponer, no dejé perder la ocasión de enterarme de los buenos servicios que el dócil animalito ejercitaba para su amo. Le propuse comprársela, y aceptó exigiendo por ella cinco pesos. Al poco tiempo este pobrecito falleció, pero sin bautismo y la fiel servidora, triste y desconsolada desapareció de la casa y no volvió a verse más.


N.G. C:M::F: 10 de marzo 1911 La Guinea Española.

MI COMENTARIO


El misionero que redactó esto en 1911, debía contrastar esas supersticiones, hechicerías y creencias con las que se practicaban en la España rural, no obstante los brujos en los actuales poblados africanos siguen teniendo vigor, y sus potingues y curas casi milagrosas, se deben a su profundo conocimientos de las plantas medicinales que oculta el bosque y que por desgracia se va perdiendo, Las autoridades deberían promover, financiar e investigar los pocos conocedores de las propiedades de las plantas.


Fernando el Africano - Algete 25.10.2011

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