sábado, 15 de septiembre de 2012

LOS IBOS- PRIMERA PARTE

Selección de Fernando Poo  Amorós- Garcia- Gerardo. X- Carlos- Varona- Gabino- Sánchez Mota                                                                             


                                                         LOS IBOS - PRIMERA PARTE



Repasando la revista la Guinea Española, creo que sobre agosto de 1960, he encontrado un artículo firmado por A.M. sobre los ibos, UNA DE LAS MUCHAS ETNIAS DE Nigeria con sus actuales 135.000.000 habitantes, así que voy a copiarlo, dado mi afecto a los nigerianos, especialmente ibos,calabares,yorubas, ibibios e ijaws. La razón es que mi trabajo en Guinea era atender a unos 800 trabajadores que tenían nuestras firmas representadas, a los que yo me encargaba de pagar nóminas, de contratarlos de negociar sus nuevos contratos, resolver sus juicios laborales etc. Mi dominio del piching, y algo de Calabar e igbo, aunque analizando la variedad lingüística del país con sus 521 idiomas es imposible entenderse con todos, por eso el pidgin ha sido adaptado por la mayoría, y me permitía tener muy buenas relaciones con ellos, a los que admiraba por su capacidad de trabajo y su desarrollo físico desde que llegaban en barco en el Río Francolí, casi con un taparrabos y famélicos y volvían al cabo de los dos contratos labores ( 2 años y 1 ½) hechos unas masas musculares que cargaban una máquina de coser en la cabeza y arrastraban un baúl con una mano como si fuera un souvenir. Vaya de antemano mi admiración por sus esfuerzos, por las penalidades pasadas en la Guerra de Biafra y por la magnífica labor agrícola que llevaron a cabo en Guinea. En el trabajo mis colaboradores Tomas Akpan y Daniel Udo, calabares los dos, fueron mis ojos y mis asesores en los conflictos laborales que había que resolver. Hay que destacar que el primer gobernador que tuvo Guinea Española, fue un inglés Beecroft que con su vapor Etiopía fue un explorador del Niger y hasta responsable del gobierno británico en esa zona.


                                 DESPUÉS DE LA MUERTE, LA VIDA.

Hay una tradición entre los ibos que dice que cuando la muerte bajó por vez primera a la tierra, el hombre lloró y envió un perro como mensajero ante Chukú (Dios,) pidiéndole que devolviese pronto a su hermano la vida.

El perro se entretuvo en el camino jugueteando y mientras tanto el sapo, enemigo de la humanidad, enterado del mensaje, se adelantó al perro y presentó ante Chukú un mensaje distinto: los hombres, muy conformes con la muerte, no quieren volver de nuevo a su mundo. Vino después el mensaje del perro, y Chukú, para congratularse con los dos, resolvió que las almas de los hombres volviesen al mundo después de la muerte, pero nunca en el cuerpo y con la personalidad que antes había tenido.

Entre los bubis, como en las tribus del norte de Nigeria, el mensajero no es el perro sino el camaleón, que se le considera transmisor de las órdenes de Dios a los hombres.

Esta leyenda de los ibos resume su concepción tradicional sobre la muerte y la vida. Muchos de los ibos trabajan resignadamente en este mundo, para reencarnarse después de la muerte en una persona rica y más feliz.

Al alma del hombre la llaman los ibos MMUO. Si un hombre se desmaya es que huye su MMUO temporalmente. La sombra es una manifestación del MMUO, y así, se cree que los cadáveres no proyectan sombra.

Asociado al alma vive un ser espiritual, como especie de genio que la acompaña, llamado CHI. Este es el que pide a Dios que nazca un alma, que él acompañará durante la vida. Si un niño muere al nacer es que el Chi no ha querido asociarse con su alma. Cuando un hombre se reconoce malhechor, puede siempre excusarse, diciendo que la culpa no es de él, sino de Chi, que le indujo a ejecutar la mala acción. Un mismo Chi puede acompañar a las almas de dos individuos, los cuales por esto mismo no podrán casarse entre si. También un mismo Chi puede haber estado primeramente en un animal y a su muerte juntarse al alma del hombre; es fácil que en este caso resulte un hombre bruto, de esos que apenas pueden distinguirse de un animal.

Las personas ricas o los jefes de familia (Okpara) no suelen reencarnarse, no sea que les toque una condición peor. Forman en el otro mundo el grupo de los antepasados, que intervienen continuamente en la buena suerte o desgracia de los que aún viven en la tierra.

Como es necesario tenerlos propicios, los ibos forman sociedades secretas con sus antepasados, donde estos se manifiestan, expresan su voluntad y reciben el homenaje de sus súbditos de la tierra.

Las máscaras tienen la honda significación de hacer presentes a los antepasados en las ceremonias, danzas y demás festejos de la sociedad. Las sociedades se multiplican hasta el infinito. Una de las más comunes entre los ibos de Onitsha es la llamada AYAKA.

Fundamentalmente una reunión Ayaka se desarrolla de la siguiente forma: A las nueves de la noche, los socios se dirigen hacia un bosquecillo y allí comienzan a gritar con esa voz falsete que hiende las noches africanas: ¡Koko! ¡Koko! A lo que otros responden ¡ Ehei! ¡Ehei! ¡ Ehei! Todos, hombres, mujeres y niños, que no formen parte de la sociedad, han de encerrarse en sus casas- dicen que aquellas son las voces de los antepasados Ayaka- Mientras tanto en el bosque los socios se visten con atavíos raros e inician una danza con letras como esta: Los Ayaka están todos reunidos aquí, dispuestos para el combate. Concluidas las danzas , se dirigen al poblado,. Donde procuran ocultarse siempre a posibles miradas de las mujeres y niños. A estos aterran cuanto pueden, agitando por ejemplo, las calabazas-sonajeros junto a las habitaciones de dormir. El objeto de la visita al poblado es pedir donativos a los jefes de familia, hablando siempre en nombre de los antepasados. Si alguno se resistiese a dar, le bloquean la entrada de la casa con troncos, ramas y piedras y puede esperar que se le burlen en las próximas canciones. De una casa van a otra y en los intervalos organizan pantomimas remedando palabras, gestos y actitudes de los muertos. Estarán así toda la noche, hasta que el pájaro Obu, hacía las cuatro, los amoneste, con su canto, que se retiren.

Este conjunto de creencias ha hecho de los ibos un pueblo alegre y resignado.


                                          POCA TIERRA PARA MUCHA GENTE



Decir que el ibo a de emigrar, no por lujo, sino por necesidad, podría parecer una perogrullada. Mas es una verdad que no conviene olvidar y sería triste que un mal nacionalismo privase a muchos ibos, resolver el problema de su alimentación, de su vestido u de su casa, no permitiéndoles la única solución posible para él, que es la emigración. Actualmente los ibos emigran hacia naciones próximas más ricas, Ghana, Costa de Marfil y nuestras provincias de Guinea Española. En Ghana es muy frecuente que las factorías de los poblados estén en manos de mujeres ibos.

Hay que considerar para explicar la emigración- La enorme concentración humana en el territorio de los ibos. Estos ocupan la totalidad de las provincias de Owerri y Onitsha y la mitad de la provincia de Ogoja, con grupos muy extensos en Warri, Benin y Rivers. En una extensión de unos 30.000 kilómetros cuadrados- algo más que nuestra Guinea, han desarrollar su vida cuatro millones de ibos, la densidad media de la población sobrepasa los 100 por kilómetro cuadrado, y los 300 junto a las carreteras y cerca de las ciudades. Y pensar que no muy lejos, en el Gabón hay solo 400.000 habitantes para 300.000 kilómetros cuadrados.

Las principales ciudades de los ibos son Enugu, Onitsha, Umuahia, Aba y Aro-Chuku. Políticamente los ibos nunca han estado sometidos a un solo jefe común. Ni existe entre ellos una concepción clara de la tribu y el clan como entre nuestros pamues. Del conjunto ibo podría decirse que son pueblos reunidos que hablan una misma lengua y que por tradición o por instinto están prestos a defenderse todos mutuamente. A pesar, pues, de la falta de grandes jefes, los ibos han conservado entre si una perfecta cohesión y se han multiplicado hasta llenar plenamente la tierra de sus mayores.

                  Fernando García Gimeno-  Barcelona a 15 septiembre 2012

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