miércoles, 12 de junio de 2013

PRIMER CONTACTO CON EL REY MOKA

                                               


  PRIMER CONTACTO CON EL REY MOKA

En 1887 los  bubis prácticamente no tenían contactos con la administración colonial, y salvo los poblados cercanos de Basilé y Banapá, el resto era desconocido para el comercio, intercambio y desarrollo de la Isla. Para lograr esto era indispensable la aprobación del botuko Moka que era el poder que aunaba todos los pueblos, y su desconocimiento proyectaba un aura misteriosa reverencial sobre los bubis de la isla e incluso sobre los europeos.

La primera expedición española a las alturas de Moka, fue encomendada por el gobernador Luis Navarro Cañizares, con el fin de lograr sumisión y reclutar indígenas para la agricultura de la Isla, dado que no prosperaba por falta de mano de obra.

Según cuenta la profesora Dolores García Camus en su magnífica tesis doctoral, esta misión se encargó al teniente de Infantería de Marina don Luis Sorela, que había sido encomendado por el Gobierno Español por sendas RR.OO para estudiar las colonias extranjeras en África Occidental y después de recorrer desde Liberia al Niger había llegado a Fernando Poo.

La expedición para conocer a Moka iba Sorela como jefe acompañado del padre Juanola, José Aguirre Montes de Oca, encargado de Obras Públicas , el contramaestre Antonio López Vázquez, dos marineros de primera del pontón “Ferrolana”, un indígena llamado Malanga, 27 krumanes contratados y tres intérpretes.

Salió de Santa Isabela tarde del 23 de noviembre de 1887, recorriendo los pueblos de Regala, Kutan, Rioba y llegando al pueblo de Moka  el 1 de diciembre. Sorela cuenta su encuentro con el botuko:

Después de algunos minutos de expectativa apareció ante nosotros un personaje que se distinguía de todos no sólo por sus formas hercúleas sino por el extraño disfraz que vestía: sombrero de anchas alas tejido en el país rodeado de cuernos y plumas de aves y multitud de huesos cubrían su cuerpo, todos aquellos accesorios innumerables era para mi otras tantas pruebas no sólo del poder temporal sino de la autoridad religiosa de aquel hombre que tenía ante mi vista. Este hombre era Moka puede V.S. calcular la impresión que en nosotros hacia aquel cuya vida había sido tan misteriosa para nosotros y con el cual habíamos podido ponernos en relación.

Sorela señala que Moka le recibió espléndidamente increpando al guía bubi por haberlos retrasado y matando uno de sus mejores corderos para celebrar la llegada. Al día siguiente y procurando exhibir todo el boato de que eran capaces, los españoles se presentaron oficialmente ante el rey: hice formar toda nuestra gente, di regalos a cada uno de los krumanes y banderas haciendo salvas de fusilería al llegar a la morada del rey Moka. El explorador hace hincapié en la inteligencia práctica que demostró Moka e todo momento preguntando para qué servía cada objeto de regalo, de la materia que estaba hecho etc.

Al final Moka me afirmó el placer con que vería establecerse en las inmediaciones de su residencia una misión , y que le enseñáramos como se fabricaban aquellos objetos.

Al volver Sorela hizo un informe detallado de los lugares visitados, así como entregó a la Biblioteca de Ultramar, planos, mapas y fotos de Fernando Poo, lamentando en el mismo el abandono que lo tenia el Gobierno Español.

En 1894 realizó un segundo informe, del que se han extraído datos para este escrito, en el que se desprende un gran respeto para las personas y costumbres de los indígenas, cosa que no se tuvo posteriormente con el gobernador Adolfo de España en 1897, especialmente en la expedición organizada para sofocar los enfrentamientos de los bubis en Concepción con los dueños de las fincas.



MI COMENTARIO 

De todo ello se deduce que lo heredado por los dirigentes políticos actuales de Guinea Ecuatorial, es la enorme labor que realizó España en 68 años, ya que hasta principio del siglo XX, no existían ni carreteras, ni contacto, ni trabajadores para progresar en aquellas tierras. Y en la parte Continental todavía se retrasó esto mucho más. 

Fernando el Africano    12 de Junio 2013

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