sábado, 29 de septiembre de 2012

FERNANDO EL AFRICANO- CAPÍTULO XLVI


                                                                          
                                            La arena blanca de Corisco, tan blanca
                                                  que a veces se vendía como sal

COSTUMBRES Y LEYENDAS DE LOS PUEBLOS BUJEBAS, COMBES Y BENGAS



Teniendo grandes amigos ndowes como Martín Ndje, no puede uno abandonar el suelo de esa región, sin tener un comentario hacia alguno de los pueblos llamados playeros, así que voy a comentar tradiciones aunque el tiempo las ha ido diluyendo y transformado, y tanto es así que sacándolas al pie de la letra de una conferencia de don Arcadio de Larrea Palacín en 1953, en la primera historia aparece una escopeta sustituyendo a la ballesta típica de esos pueblos.

Nzambi (su Díos) casó con dos mujeres, una de ellas tenía una niña. Fue un día la mujer a pescar y llevó a la niña porque no pudo hallar quien la cuidara. Así llegó a la orilla del mar. Dejó a la niña durmiendo y mientras pescaba bajó un chimpancé del árbol y comenzó a cantar ( se ve que era italiano), la mujer le miró y le dijo ¿ El chimpancé no matará a mi hija? Y el chimpancé le respondió : Yo no mataré a tu hija, el que lo matará vendrá de tu pueblo.

En eso apareció Nzambi y al ver al chimpancé, comentó para si, ¡caza buena para comer esta!. El chimpancé enseñó a la niña, poniéndola delante de sí, Nzambi disparó la escopeta, el tiro alcanzó a la niña y la niña murió. El chimpancé huyó diciendo, ya te avisé que yo no mataría la niña, que su muerte vendría del pueblo.

Los bujebas tuvieron muchas guerras con los fang, la guerra grande que se supone fue la última se debió al intento de represalia por parte de Bie Sulé caudillo fang que había vencido a los bujebas. Esta gran guerra se planteó como aniquilamiento de todo enemigo.

Presumían los bujebas de tener su jefe dotado de una escoba que barría los proyectiles enemigos. Desde la zona de Río Benito se reunieron todos los jefes de tribu que habitaban esa zona, más de cien aunaron y que los guerreros fang pretendían apoderarse. Para ello no solo se prepararon con las mejores armas posibles, sino que se esmeraron en protegerse con el ngan adecuado. Para ello precisaban apoderarse de una calavera de un enemigo que hubieran destacado por su valentía, ya que en aquellos tiempos los pueblos de esa zona conservaban los cráneos de sus antepasados, hasta que tuvieron que empezar a esconderlos ya que los alemanes ( Procedentes del Camerún cuando los expulsaron en la 1ª Primera Guerra Mundial) principalmente les agradaba coleccionarlos. En la ceremonia de protección se debía contar igualmente con los cráneos de un anciano y una anciana bujeba. Una vez juntados estos tres elementos, se dirigieron al cráneo del valiente enemigo, manifestándole los reunidos que su intención era honrarle como se merecía y no como habían hecho sus descendientes, a cambio le solicitaban que infundiera a su pueblo sus cualidades. Seguidamente se dirigían a la calavera del anciano de su poblado exhortándole para que siguiera convenciendo al espíritu del fang, y a la vez que lo vigilara para que no fuera a ayudar a los otros. A tal fin los cubrían con hojas de palmera bien tapados para que no se escaparan. Quemaban el cráneo de la anciana y las cenizas se depositaban en el interior de unos cuernos de antílope que llevados al campo de batalla, se debían agitar ante el enemigo para que se atemorizaran. Los portadores de los cuernos eran sometidos a una estricta selección entre los audaces. Una de las pruebas consistía en embadurnarlos de barro y sangre de una mujer nlile, es decir una mujer que da mala suerte. Lógico si se resiste a ello y pasa la prueba es que lo resiste todo. Los otros dos cráneos se dejan en el poblado principal a cargo de una anciana ngan bale morá, a quien encomiendan guardarlos día y noche.

Otra leyenda que tiene sabores de otras más conocidas, habla de los doce hijos de Nzambi, y de su hijas Guambo, Sia Mponde y Ntalá. Las tres se fueron a pescar pero al final se quedó Guambo sola al intentar regresar se encontró un demonio, a quien lloró para que la dejara pasar. Este le dijo ; si pasa que otros demonios están delante, y así pudo salvar varios controles, hasta que llegó al jefe de los demonios, que no le hizo caso y se la tragó entera. Ella se sentó en la barriga esperando que alguien la salvara. Pasada la noche y en vista de que no aparecía por la mañana, todo el pueblo empezó a buscarla y sus padres fueron al divino Isima suo Biguié, donde pudieron averiguar que el jefe de los demonios se la había tragado. Les recomendó ir armados con machetes, así que pertrechados fueron a buscarle y lo encontraron al pie de un árbol durmiendo. Le abrieron la barriga y de ella sacaron a Guambo, todos volvieron alegres al poblado y tiempo más tarde se casó con el hijo de Nzambi Mbié.

Cuenta Unzueta en su libro Guinea Continental española, que las tribus combes procedentes de las sábanas africanas llegaron al bosque ecuatorial, donde tardaron ,muchas lunas en atravesar el “eljabe” árbol de enormes raíces, esta similitud de leyendas en que un árbol impide el avance de todo un pueblo, está mitificado ya que el tal obstáculo en realidad era la lujuriosa fronda ecuatorial. Al llegar a la zona despejada mantenían luchas constantes con otros pueblos hasta que su valiente rey Bosendje, como un Moisés llevó a su pueblo a las tranquilas playas del sur, donde a la sombra de los árboles de almendras ( egombe-egombe)pudieron organizar su vida dedicada a la pesca y la caza.

Los bengas pueblo con similitudes del pueblo combe, llegaron según el historiador Leighton Wilson a ser unos 100.000 habitantes lo que les permitió luchar sin ser exterminados contra los balenques, baqueles y rechazar los ataques del interior ( se supone que fangs).

Lamentablemente no conocí Elobey Grande ni el Chico a la desembocadura del Muni y algo más alejada a unos veinte kilómetros de Elobey Grande la paradisíaca Corisco formada por bancos de arena , roca y arcilla con una altura máxima de veinticinco metros, llena de pequeñas lagunas y hermosos árboles aunque se han exterminado las tecas que en Fernando Poo se conocen como moreras (árboles de sombra para el cacao),especie que debía ser muy abundante ,tanto es así que la isla en benga se llama MANDJI, como el árbol de flores unisexuales de la familia de las Urticáceas. Esa isla reitero que fue el lugar de nacimiento de Manuel Kombe mi mejor amigo de estudios.

                                                            Barcelona a 29 septiembre 2012

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