NOTICIA
EN LA QUE SE
DESCUBRE ALGO CURIOSO
25.07.1944.- de San Carlos
La llamada finca de Veiga y Avendaño se remonta su
establecimiento a los días 17 y 18 de julio de 1891, cuyo fundador fue el
capitán de la fragata Ferrolana, señor Romera, bien oído en nuestros círculos
de antiguos Coloniales de Guinea. Dista la finca del hoy San Carlos sus 18 kilómetros de por
aquel entonces no existía. Tiene su regular carretera que une las fincas del
trayecto y lleva vida al importante pueblo de Claret de Batete. En su recorrido
la Barcelonesa ,
con su señorial casa, admirada más de los extranjeros que de los propios, como
pudimos observar no ha mucho en la visita que a la Colonia , hizo un
importante extranjero. Después Collins, al arriendo de señor Ferreira, señor
Santos, andando y continuando Carmelo Silo, Dougan el padre, para entrar en
terrenos de la Compañía Colonial
de África, llegando a no tardar al pequeño Bokoko, con su hermosa ensenada no
exenta de enormes tiburones, como pudimos ver a nuestro paso por el importante
patio de la Drumen ,
cuidado por el señor Hebell y otro señor europeo. Cinco kilómetros de andar e
ir en coche y atravesamos un trecho que nos trae a la memoria un recuerdo que
no borra el tiempo. El campo de los Yaundes internados en la Guerra del 14 con tres
célebres nombres. Atangana Carlos, jefe de los camerones , muerto hace poco en
su país. (d.e.p), el teniente Ayala don Julián, fallecido el año pasado en
Barcelona (q.s.g.h.) y el de un humilde cuán sacrificado misionero de San
Carlos, Batete, fundador de Nkué en el año 1.923, y hoy de Río Campo con todas
las Capillas diseminadas por su jurisdicción, ,y Bata.
¿Quién no ha oído su nombre? Lo
he decir yo, pues con venia del modesto padre misionero escribiré su nombre
para perpetua memoria de los venideros. Es el reverendo padre Agustín
Ulibarrena.
DIFICULTADES. LOS CHINOS EN
BOKOKO GRANDE.
Locuras, más que dificultades
hubieron de parecer a no pocos el arriesgarse a elegir en sitio tan separado de
Santa Isabel para empezar a hacer una finca, cuando las distancias largas y las
vías de comunicación terrestres no existían teniendo la finca sus mil
setecientas hectáreas de concesión. Los pueblos del sur de la Isla no abundaban en aquellos
tiempos, como hoy tampoco se hacen ni para belenes. El señor Romera hubo de
palpar esas dificultades y como capitán que manda un barco salvó las distancias
con su Ferrolana y llevó allí materiales para la enorme casa en la que fue
carpintero don Maximiliano Jones y que aún subsiste, acomodándola al estilo de
los tiempos modernos en que vive.
Pero lo principal era la mano de
obra y en la retirada finca se vieron a no tardar hombres desconocidos para los
bubis, que al verlos, visto su carácter, les debieron causar miedo. Eran los
chinos en número de unos trescientos. El señor F. Chacar notable cronista de la
casa al detalle no dice el día que llegaron, pero hubo de ser por el 92. Tan
poco refiere la impresión en los naturales del país este encuentro entre los
unos y los otros. De los chinos se conserva el pozo, las pilastras de la
entrada al pueblo de obra, aún subsiste,
en parte y en cuyos solares vio la luz del Mundo, el hoy propietario don
Carmelo Silo, porque su padre el capataz de Romera y el niño andando el tiempo
el criadito del fundador.
MI COMENTARIO
Por el comentario y la
experiencia de otros escritos, se deduce que los cargos políticos y militares
que se establecían en la zona, en cuanto podían pasaban al ámbito civil,
logrando que las autoridades les concedieran un amplio terreno, que
habitualmente hasta entonces era virgen y no utilizado por el ningún poblado,
en el que plantaban cacao, café y a veces otras prospecciones, como tabaco,
caña de azúcar y hasta algodón.
Lo más curioso de estas noticias,
es que se trajeron CHINOS, a la
Isla para cultivar el cacao,. Es la primera noticia que tengo
y la única que he leído. La verdad es que cuando se escribe el artículo en el
año 1944, en que mi familia y yo, ya estábamos en Fernando Poo, no vi, nunca
nadie de ascendencia china, los más parecidos fueron la familia Pabalán, que
eran filipinos.
Presumo que esa mano de obra la pudo traer el señor Veiga y Avendaño por su contacto naval y militar con las autoridades nacionales.
2 comentarios:
No sé quién sería Vieira pero me imagino que Avendaño era Teodomiro de Avendaño y del Hoyo, que estaba casado con su prima Regina de la Mora y Avendaño. Pasaron unos cuantos años viviendo en Fernando Poo en la época de la República y Guerra Civil.
"Veiga"!!!
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