ANNOBON III
Lerena pudo
constatar que el sacristán, ejercía como sacerdote, bautizando, casando,
cantando letanías y vestido con una bata azul, salía con los acólitos al altar
mayor desde donde con un misal simulaba que leía las escrituras, pese a que no
sabía leer. Se acercó a Lerena diciendo: Yo soy el pastor de estas iglesias y a
la vez gobernador en nombre de los españoles, vosotros que sois españoles debéis
darme mucha galleta y aguardiente. Le preguntó
_¿ Quién te ha hecho cura? –
_Mi padre que era también cura y gobernador de la Isla
_- ¿Cómo te compones para decir misa?
_ Con aguardiente o
vino de palma, galleta y plátano
Eso provocó las risas de la marinería presentes en la
conversación. -
Así
siguieron hasta la llegada de los claretianos a la isla el 19 de agosto de
1885, a bordo de la Ligera en la que habían hecho la travesía desde Fenando
Póo, travesía que duró cinco días pasados en cubierta sin camas, resistiendo el
sol durante el día y el frío de la noche.
Al día
siguiente tomaron posesión de su nueva casa, un gran barracón al estilo país,
con paredes de madera y techumbre de paja, que era nada menos la “gueza ngayi “
la iglesias mayor, infectada de ratas que acudían a cebarse en los cadáveres
que en ellas estaban enterrados por servir aquel recinto de cementerio del
pueblo.
Escribía el
padre Juanola : Estamos ya en Annobón, los indígenas, que parecían sencillos y
a su manera devotos, nos recibieron muy bien. Al saltar a tierra fuimos
rodeados de todo el pueblo y como en triunfo conducidos directamente a la
residencia del gobernador y del titulado cura. Las mujeres lloraban de gozo y
nos presentaban a sus enfermos para que los curásemos.
Por aquel
entonces era sacristán mayor, Sebastián Domingo ( Baxiá Yingü) y de gobernador
Menenbo Nena, el cual según costumbre había sido elegido para el cargo por los
ancianos y principales de la isla para el tiempo que tardasen en hacer escala
doce barcos en ella. Antes cambiaban al gobernador cada tres barcos, pero ahora
los navíos llegaban a sus playas con mayor frecuencia.
Los
misioneros indagaron sobre el protocolo católico y tuvieron dudas de la validez
de los bautizos por la fórmula empleada que era la siguiente: <>
Como puede
verse en la fórmula latina, un tanto falsificada intercalaba la palabra clus(
cruz) traduciendo en palabra el signo que en el ritual indicaba el gesto que
había de hacerse.
Resumiendo
algo de la vida de este pueblo, diremos que los niños no usaban vestido hasta
la pubertad, y entonces les sirve cualquier trapo que les cubra sus partes. Su
alimento se reduce a la yuca, piña, bananas, pescado, cocos y vinos de palma.
Continuará……
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