Diciembre, día 9. – Ayer, día de nuestra Inmaculada Madre, Tuvimos una fiesta muy cumplida, tanto espiritual como materialmente. Después de la Misa y Comunión, vino a felicitarnos el Sr, Gobernador con algunos Oficiales, dejándonos un espléndido refresco. Luego, por la tarde, rezamos un bonito Trisagio Mariano y Oficio Solemne, cantado por los Padres.
Diciembre, día 18. – Dicen que estamos hechas unas marineras en grado superlativo. Trabajamos, cantamos y nos paseamos como pudiéramos hacerlo en tierra firme.
El mar sigue tranquilo. Ya hace muchos días que salimos de Canarias sin que hayamos tenido ni un día malo. Andamos muy atareadas haciendo flores para adornar el Altar y la cuna del Niño Jesús. También va a nuestro cargo el canto de los Villancicos que ensayamos con empeño y buen humor. ¡Jamás hubiéramos pensado que habíamos de celebrar nuestras principales fiestas en alta mar!.
Diciembre, día 23. – Todo son preparativos para la FIESTA DE NAVIDAD, pues según dicen, vendrán a cumplimentar a la Oficialidad Española, las Autoridades de Sierra Leona, adonde llegaremos mañana, Dios mediante. Gracias a ello se nos ha permitido bajar a la bodega y remover el equipaje en busca del Niño Jesús y cuanto nos hacía falta para unas labores que nos han solicitado el Sr. Comandante y algunos Oficiales.
Diciembre, día 26. – FIESTAS NAVIDEÑAS DE RECUERDOS Y AÑORANZAS. Nuestro pensamiento ha volado muy lejos, encontrándonos, en Espíritu, cerca de vosotras que también habrán tenido un recuerdo para estas Misioneras.
Diciembre, día 28. – Van ya cuatro días en este puerto Africano.
Diciembre, día 31. – Como se va alargando nuestra salida de este Puerto y la Madre María se sentía mal, nos aconsejaron bajar y pasear un rato, de lo que enteradas las Hermanas Misioneras Francesas, que aquí residen, nos rogaron que fuésemos para estar con ellas.
¡Cuán bueno es el Señor que en todas partes nos depara almas generosas que se desviven por nosotras! Vamos con ellas por la mañana y por la noche volvemos a bordo. Estos paseos, se le van deshinchando las pierna a Madre María.
Enero, día 2. – Hemos saludado el Nuevo Año con albricias puesto que destinamos este primer día al agradecimiento a Dios y a nuestro aprovechamiento espiritual.
De buena mañana nos encaminamos a la Iglesia de las Religiosas Francesas, para pasar el primer día del año 1.885 en completo retiro. Todo lo hicimos como si estuviéramos en nuestra propia Comunidad. La Capilla, silenciosa. Tuvimos nuestras lecturas, meditaciones y exámenes… El Rvdo. Padre Salvador nos recibió la renovación de VOTOS y con una fervorosa plática, dimos por terminado nuestro Retiro.
Enero, día 4, - Nos decidimos a modificar nuestro Hábito según obliguen las circunstancias. Por ahora sólo hemos cambiado las mangas por otras más pequeñas e higiénicas. Con tan copioso sudor, se hace necesario lavarlas diariamente.
Enero, día 6. – Mañana, según dicen, continuaremos viaje hacia Fernando Poo. No entendemos lo que pasa ni el motivo de tanto trajín: retirando bultos y haciendo lugar sobre cubierta…
Nos hemos despedido de las Hermanas y nos han pedido que recemos por ellas.
Enero, día 8. – Ayer salimos de Sierra Leona directamente a Fernando Poo. Parecía que no sabían decidirse a levantar anclas y es que, descifrado el enigma del traqueteo, se explica que les costara resolver el asunto. Nuevos viajeros nos acompañan convirtiendo la embarcación en un establo. Cuál sería nuestra sorpresa al encontrarnos una gran boyada sobre cubierta.
Enero, día 10. – No parece que estemos en el mar sino en un arenal; ni viento, ni brisa ni nada. Todo está que arde. Estamos, no obstante, todas muy tranquilas, esperando llegar pronto al País de nuestros sueños.
Enero, día 16, - Si aterradora es la tempestad, desesperante y abrumadora resulta la calma; pero ¡Que calma!
Han puesto tasa en todo y el hambre se deja sentir, a pesar de las buenas tajadas que nos muestran nuestros compañeros de viaje.
Hemos empezado una Novena a la Virgen del Remedio para que nos socorra.
El viento empieza a soplar pero en sentido contrario…¡Pobre “FERROLANA”! Apenas le quedan arrestos para llegar al término señalado para su jubilación.
Enero, día 18. – El REMEDIO solicitado a la Santísima Virgen no se ha hecho esperar. El viento es favorable y abrigamos la confianza de llegar pronto a Fernando Poo.
Enero, día 22. – Seguimos navegando viento en popa, esperando divisar de un momento a otro, la suspirada Isla.
Enero, día 24. – Llevamos siete días de navegación feliz y en este paréntesis de paz y sosiego hemos dado una mirada retrospectiva hasta llegar a éste nuestro Palomarcito y a recopilar todos los beneficios recibidos del Cielo. El Señor es nuestro escudo y nuestra fortaleza, por eso a proporción de las pruebas, ha mandado socorro…
Veamos si no: El incondicional ofrecimiento del Señor Gobernador desde el primer momento en el Arsenal de La Carraca y su compañía y apoyo durante la travesía. La solicitud de los Rvdos. Padres, cuyos cuidados nunca sabremos agradecer bastante. La caridad y entrañable afecto de las Hermanas Paúlas en Tenerife y Gran Canaria; y en este lugar, el interés y deferencia del Sr. Obispo, con su Cabildo, Clero y pueblo en masa, orando por nosotros ante el probable naufragio. En Sierra Leona, otra Comunidad religiosa que nos atiende y el gozo que ya prevemos nos aguarda a nuestro arribo al cercano puerto, nos indemniza de todas las vicisitudes pasadas. Alborozados los marinos esta mañana. ¡Qué alegre despertar el nuestro! Ya han visto nuestros ojos la tierra de nuestros ensueños.
Sabemos que nos aguardan todo género de privaciones, contrariedades y hasta persecuciones y hasta la misma muerte; sin embargo, el entusiasmo crece a proporción inversa de la distancia que nos separa del bendito campo de nuestra ACCIÓN MISIONERA. Ya casi no sentimos las privaciones y molestias que nos rodean.
Enero, día 26. - ¡Vamos, que es digno de mención el caso!. Nos hayamos nuevamente anclados en alta mar. De un empellón nos ha echado muy lejos de la Tierra Prometida.
Había que ver lo majos y hasta elegantes que se habían puesto todos para el desembarque…rebosando contento y alegría pero cuando creíamos pisar tierra Fernandiana, en pocas horas, repentinamente cambia la dirección del viento, se levantan imponentes las olas, zarandeando de lo lindo nuestro pobre velero y como si un soplo infernal, empujara la proa, en poco rato hemos perdido de vista la tan suspirada Isla.
Esta vez hemos permanecido tranquilas, serenas, con la más completa confianza de llegar sanas y salvas a nuestro destino. Todos comentan el lance y la animación y entusiasmo crece a cada nueva victoria.
Enero, día 27. - ¡¡¡Aleluya!!! ¿Será sueño o realidad? ¡Llegamos al Puerto deseado!
Los primeros en saludarnos han sido los Padres Misioneros residentes en la Isla que nos esperaban con impaciencia.
Después de cumplimentar al Sr. Gobernador Don José Montes de Oca, este y los Misioneros han desembarcado, dejando para mañana nuestra entrada oficial.
Enero, día 28. - Hoy a las diez de la mañana han venido por nosotras el Sr. Gobernador con su Comitiva y los Rvdos. Padres y Hermanos que desembarcaron ayer y juntos hemos llegado al muelle.
El pueblo en masa nos aguardaba y no pocos morenos, venidos de estos contornos, atraídos por la curiosidad.
De pronto y movidos como por un resorte han empezado a aplaudir. Un grupo de mujeres y niñas han entonado el “Viva María, viva el Rosario, hemos subido la cuesta alfombrada de hierba, hasta llegar a la Iglesia, se ha cantado el Tedeum con acompañamiento de Armonium y el Padre Ramírez, conmovido y entusiasmado a la vez ha dado la bienvenida al Sr. Gobernador como representante de Su Majestad.
El Sr. Montes de Oca pensaba retenernos consigo hasta acomodarnos debidamente pero enterado de que los Padres Misioneros nos habían preparado residencia, se alegró mucho y prometió visitarnos a fin de procurar lo necesario para que empezáramos las clases lo antes posible.
LABOR MISIONERA
A los pocos días de la llegada de las noveles Misioneras se abrió la primera Escuela en Santa Isabel pero en el año 1.898 el Sr. Gobernador les propuso el traslado a Basilé, ofreciéndole él mismo una casa donde instalar el Colegio.
En 1.891 se funda el Colegio de Corisco trasladado a Elobey en 1.912 a fin de poblar esta Isla. En 1.929 fue trasladado a Calatrava. El Colegio de Batete se funda en 1.905 y el de Bata en 1.918. En 1.930, por iniciativa del Vicario Apostólico de Fernando Poo, Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo D. Nicolás González, se abrió una Catequesis en Santa Isabel que aumentó tanto el número de asistentes, que el mismo año, el 3 de octubre, se inauguró el internado bajo la advocación de Sta. Teresita. En 1941 se funda el Orfanato para niños abandonados. Además, las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción se Cuidan de los Hospitales, Leproserías, etc. de Santa Isabel, Bata , San Carlos, Puerto Iradier. También les fueron confiadas por el Vicariato, las Misiones del bosque en Nkuefulan y Evinayong, donde fundaron Colegios, Orfanatos, Dispensarios, Sigsas, etc.
Es asimismo una Obra eminentemente Social y Misionera en la que se ocupan las Hermanas, la Casa Cuna del P. Damián, Preventorio Antileproso, para hijos de leprosos, fundada en 1.939 en Nkuefulán y trasladada a la Misión de Mikomeseng en 1.950. También se ocupan de la Leprosería.
Otro fruto magnífico de la labor Misionera de nuestras Hermanas es la colaboración con el Vicariato en la Fundación de la Asociación de Oblatas de Mª Inmaculada en el año 1.907, ayudando en la formación para la vida Consagrada de las jóvenes Guineanas.
Y por último, la Congregación recibe desde el año 1.957 a todas las jóvenes Guineanas o Africanas de cualquier País, que demuestren su deseo de pertenecer a este Instituto de M.I.C.
Hoy son más 40 las Hnas. Africanas de Guinea, Monrovia, Togo, Congo, Ghana, Camerúm …. que van engrosando las filas de las MISIONERAS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
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1 comentario:
Esta historia me ha interesado mucho por la razón, que independiente de su labor docente y religiosa de las monjas, tuve la suerte de tener bastante trato. Ello se debió a que me ofrecí a darles clases de baloncesto a los colegios de internas de Santa Teresita y Orfanato en Santa Isabel y Basilé en la montaña, y ellas me lo agradecían con su sonrisa. El Gobierno de la Colonia me solicitó el inicio de esas clases que impartía semanalmente.
Fernando García Gimeno
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